¿Por qué el Creador decidió que la Torá fuera entregada en un monte y no en otro lugar?
Porque la gente de aquella época, y en todo lugar, asociaba los montes con el contacto con la divinidad, sea ésta cualquiera que fuera.
El proceso de cambiar la mentalidad de los israelitas para llevarla a estar en sintonía con la NESHAMÁ requería pasos medidos, cortos, precisos.
El apuro, el desvío, podía llevar a perder la ruta o retrasar el avance mucho tiempo.
Por ello, a lo que no era esencial y de urgencia, se lo podía ir corrigiendo cuando hubiera una oportunidad.
Hace 3329 (en Siván de 2448) todavía no era indispensable romper la creencia (errónea) de que para comunicar con Dios se precisa estar encima de un lugar alto físico.
Esto nos enseña…
¿Por qué el monte Sinaí?
Más allá de la diversidad de explicaciones midráshicas, todas ellas valiosas y con enseñanzas, podemos brindar otra respuesta.
Este monte no tenía nada en particular que lo distinguiera.
Era uno más del montón.
Otro cúmulo de rocas semi pelado en medio del desierto.
Si bien tenía una cueva y agua dentro de ella, allí arriba, no por esto ameritaba algún reconocimiento especial.
Simplemente, era.
Estaba en la vía hacia la Tierra que había sido prometida, era una parada corriente y sin peculiaridades.
No era el monte lo relevante, sino lo que sucedió sobre él y a sus pies.
Podría haber sido ese, o el que estaba dos kilómetros más para allá. Poco cambiaba la cuestión.
Esto nos enseña…
¿Por que en el desierto?
Porque no había estado o reino que tuviera plantada su bandera en él.
Para que los judíos entendieran que este regalo de los Cielos no iba a estar solamente vinculado a su tierra patria, Israel; sino que sería parte de su identidad a partir de entonces.
Allí donde fueran, la Torá sería su compañera, sus mitzvot el estilo de vida requerido.
Si bien la propia Torá se encarga de especificar que las mitzvot son para ser cumplidas en la tierra de Israel, el hecho de que Dios escogiera el exilio para entregarla nos indica que también en el exilio la Torá nos acompaña.
El ideal es su realización en la tierra de santidad, pero el entrenamiento se hace allí en donde el judío esté.
Esto nos enseña…
¿Por qué no en Ierushalaim?
Por lo mismo que lo explicado en el punto anterior.
Pero además, porque Ierushalaim es para que se revele la Torá interna, aquella que está en nuestra NESHAMÁ, que es el código ético natural, el que es llamado por el profeta como BRIT JADASHÁ (no confundir con el nuevo testamento, al que equívocamente también llaman de esta manera).
La Torá (escrita y oral) tiene su foco de recepción en el exterior, en el exilio, en la materialidad del desierto. Allí cobra existencia para la conciencia del hombre, aunque ya tuviera existencia desde el tiempo cero.
Pero la Torá “del Mashiaj”, esa que está inscrita en la NESHAMÁ y no se escribe ni en papel o pergamino, no se esculpe en piedra; esa Torá esencial se descubre en la revelación del Eterno en Ierushalaim.
En la Era del Mashiaj será cuando cada uno actúe desde la ética y no desde la moral. Cuando la ley sea vivida en su plenitud y no como una imposición o una obligación.
Esto nos enseña…
Interesante que el Creador haya aprovechado una costumbre de la época.
Esto nos enseña… que los cambios son graduales por ejemplo?
Agradecido y Buena semana!
algunos son graduales, otros deben ser ya.
ya: salir de egipto.
gradual: que egipto salga de los judios.
buen año!
Linda enseñanza y pertinente a nuestra situación.
Gracias otra vez