Conducta EGO o conducta saludable

Por su naturaleza, el EGO recurre a las herramientas que sabe emplear:

  1. Activas:
    1. Llanto y sus derivados (gestos de dolor, depresión, gemidos continuados, toses nerviosas, sofocamiento, quejas, criticonería, victimizarse, acusar en falso, etc.)
    2. Gritos y sus derivados (insultos, lenguaje soez, ofensas, burlas, hostigamiento, violencia verbal, amenazas, estafas, mentiras, etc.)
    3. Pataleo y sus derivados (golpes, roturas de objetos, portazos, tics, espasmos, robos, maltrato, abuso, agresión física, asesinato, etc.).
  2. Pasiva:
    1. Evitación del contacto con la realidad,
      en una gama que va desde el la absoluta desconexión de la conciencia (dormir, desmayarse, coma)
      hasta grados más leves (distracción, ensoñaciones, rehuir la mirada),
      en el medio queda una amplia variedad de conductas y actitudes de evasión.

Las herramientas activas, principalmente, tienen la finalidad de manipular a otros y al entorno, para conseguir aquello que se desea, sin miramiento alguno hacia lo que es bueno y justo.
Se desea, entonces se procede a alguna de las actividades de manipulación para satisfacer la demanda del EGO.
Estos modos ocurren porque:

  1. Se es impotente para satisfacer el deseo.
  2. Se siente impotente para hacerlo.
  3. Se cree impotente para hacerlo.
  4. A pesar de poder, se decanta por la solución “egoísta”, que aparece menos costosa, más fácil, cómoda, ventajista, sin consideración o ponderación de efectos ulteriores.
  5. Se escoge la vía perversa adrede, como forma baja de gratificación.

Si bien las formas pasivas en principio no sirven con fines de manipulación, sino de bloquear el conocimiento y efecto de la realidad sobre la persona, también pueden ser eventualmente empleadas como armas de manipulación.
Así pues una obsesión que en un primer momento servía para no tomar contacto con ciertos aspectos temidos de la realidad, en una segunda instancia pueden ser aprovechados (de manera consciente o no) para obtener beneficios secundarios, tales como por ejemplo aligerar responsabilidades laborales, no tomar decisiones difíciles al amparo de la “enfermedad nerviosa”, rehuir situaciones estresantes pero necesarias, etc.

Dependiendo en parte de la constitución física/genética, así como de las vivencias, y de los contextos de las relaciones es que el EGO va seleccionando sus armas, las va perfeccionando, te va haciendo experto en tales o cuales estrategias y tácticas para vencer en la guerra constante de obtener lo que deseas.
Por ejemplo, una persona de físico endeble y enfermizo, criado en una familia sanamente protectora, que le inspira auto-confianza, que le brinda oportunidades para equivocarse y a pesar de ello crecer, encontrará recursos para salir adelante sin tener que caer en groseras formas de manipulación.
Una persona de físico promedio, en un medio familiar en el cual se le humilla, se le degrada, se le obstaculiza en su adquisición de una correcta autoestima, probablemente adoptará mecanismos de manipulación para alcanzar sus deseos, no siempre sintonizados con lo saludable.
Son complejas ecuaciones a tener en cuenta.

Vayamos a la práctica.
Cuando reconoces que actúas a través de algunas de las herramientas del EGO, es hora de hacer un alto, buscar qué te lleva a actuar de esa manera desequilibrada y procurar ejercer una acción diferente, acorde con patrones de conducta solidarios, responsables, razonables, buenos, justos, de construcción de Shalom.
No es fácil, tampoco hay magia que te ayude a lograrlo.
Pero si quieres, si realmente quieres, tendrás como hacerlo.

También se emplea para reconocer la conducta EGO del otro y poder desactivar sus tácticas manipuladoras, pues conductas EGO te llevan a responder automáticamente de manera EGO.
Ejemplo, el alumno molesta en clase y no te permite continuar brindando la lección, es su EGO el que está jugando sus cartas, quiere obtener el poder de la clase, la atención, para satisfacer algún deseo (que ahora no interesa analizar). La respuesta EGO de tu parte sería alzar la voz y amenazarlo, ridiculizarlo, agredirlo de palabra o hechos, etc. Tienes otras formas para actuar, que no impliquen el dominio del EGO sobre tu conducta.
A modo parecido en tus relaciones con tus hijos, tus cónyuges, patrones, empleados, vecinos, etc.

Ejemplo, alguien en un blog o foro lanza un mensaje agresivo en tu contra, totalmente malicioso e infundado, tu conducta EGO será agredirlo, burlarte, insultarlo, demostrarle lo imbécil que es, etc.
Tu conducta saludable, más allá de tu enojo o dolor, será ignorarlo, o ponerlo respetuosamente en su lugar, o denunciarlo con un administrador para que no le permita acciones contrarias a las normas de la etiqueta, o mostrar otros puntos que sean de interés colectivo, etc.

Es cierto, tenemos el monstruo de la impotencia dentro nuestro, lo que precipita la reacción automática del EGO.
No estamos libres de esto, hasta el día de nuestra muerte.
Por lo cual, es menester estudiar estos temas, profundizar en ellos, tomar conciencia de nuestras acciones y de aquellos con los que nos relacionamos, estar alertas a nuestras conductas EGO, no dejarnos llevar por reacciones automáticas, entre otras cosas que es necesario atender.

Este es otro pequeño aporte a nuestra salud y crecimiento.
Espero que te sea de provecho y bendición y agradezco comentarios que aporten anécdotas, ampliaciones, correcciones, mayor amplitud de la información, etc.
Hasta luego.

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