Un mecanismo de adaptación muy antiguo de nuestra especie nos obliga a que, inconscientemente, estemos muy atentos a la opinión de los demás y actuemos para ser de su agrado.
Es que, nuestros primitivos antepasados dependían de la aprobación del grupo, ya que los individuos aislados rápidamente perecían.
Esta realidad, científicamente corroborada, está perfectamente descrita en el relato de la Torá del primer pecado.
Prestemos atención, por favor:
«Entonces, el serpiente, que era el más astuto de todas las bestias del campo que el Eterno Elohim había hecho, dijo a la mujer: –¿De veras Elohim os ha dicho: ‘No comáis de ningún árbol del jardín’? La mujer respondió al serpiente: –Podemos comer del fruto del árbol del jardín. Pero del fruto del árbol que está dentro del jardín ha dicho Elohim: ‘No comáis de él, ni lo toquéis, no sea que muráis.’ Y el serpiente dijo a la mujer: –Ciertamente no moriréis. Es que Elohim sabe que el día que comáis de él, vuestros ojos serán abiertos, y seréis como Elohim, conocedores del bien y mal. Vio la mujer que el árbol era bueno para comer, que era codiciable a la vista y que el árbol era agradable para ser sabio. Tomó de su fruto y comió. Y también dio a su marido que estaba con ella, y él comió. Y fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos. Entonces cosieron hoja de higuera y se hicieron taparrabos.»
(Bereshit/Génesis 3:1-7)
Recordemos que el serpiente no era una víbora, sino un ser muy parecido a nosotros, podríamos decir que uno de aquellos parientes que nos precedieron en la línea evolutiva. Un humano en casi todo idéntico a nosotros, solamente que sin NESHAMÁ, es decir, sin espíritu, aunque claramente que sí con alma.
Teniendo esto en cuenta, vemos como la NESHAMÁ no marca el grado de astucia, de inteligencia, porque no es competencia del espíritu eso. Así pues, serpiente era más listo que nuestros ancestros, por ello pudo astutamente aprovecharse de la necesidad de la mujer de ser aceptada, de ser bien vista. Es una trampa habitual que usan los manipuladores emocionales: ofrecerte su cariño, prometerte su compañía y de paso, amenazarte con el abandono si les fallas a sus expectativas.
Mira cómo serpiente hace una afirmación falsa y la mujer no lo corrige, sino que la admite y hasta amplifica la falsedad.
Ella quiere caerle bien, por tanto luchando con su propia disonancia cognitiva termina haciendo lo que serpiente quiere.
El manipulador se dio cuenta y aprovechó ese traspié de la mujer para que se enredara definitivamente en su trampa cuando contradice a Dios y explica cuál sería Su motivo egoísta para que los humanos no disfruten de ese árbol en particular. Sí, es el egoísmo del Creador y no otra cosa lo que motivó esa ridícula afirmación.
Ante tamaña provocación, que debiera haber provocado el rechazo de la mujer, ella la aceptó y para callar su conciencia todavía agregó detalles a lo dicho por serpiente: el árbol era de buen ver, seguramente de sabor delicioso, todo en él era una promesa de bienestar; contradiciendo lo que Dios había, aparentemente, dicho.
Entonces, ella comió.
Para no quedar en evidencia, para no ser acusada, dio de comer a su débil marido.
Éste, para seguirle la corriente a su mujer, también comió.
Está todo escrito, no hay que hacer malabarismos mentales, sino simplemente ver lo que está dicho.
Así pues, desde el inicio tenemos que esa necesidad humana de que los demás nos acepten, de ser aceptados, nos hace actuar de formas que pueden ser contrarias a nuestro bienestar. En lugar, de oponernos, de combatir contra la tentación negativa, cedemos a ella y nos excusamos para apegarnos al error y no cambiar de acción, pues perderíamos el visto bueno de los otros.
Está muy bien ser atentos al parecer de los demás, comportarnos de manera amable y empática, tomar en cuenta los comentarios que son valiosos, pero en modo alguno dejarnos manipular por los demás o colaborar con aquellos que buscan nuestro daño para su extraño beneficio.
Triste realidad que nos sigue modelando, cada día, y amplificada enormemente con la influencia terrible de las Redes Sociales online.
Tómalo en consideración y medítalo.
Espero tus comentarios, que seguramente aportarán al conocimiento.