Es bueno saberse vulnerable y reconocer dónde, cuándo, cómo y cuánto lo estamos siendo.
Por supuesto, en la medida de lo posible, porque tampoco debemos aumentar nuestra debilidad por angustiarnos para conocer al detalle aquello que no está a nuestro alcance comprender.
Todo esto nos permite aceptar la impotencia y entonces trabajar para construir por sobre ella.
Negar los hechos, hacer de cuenta que está todo bien, llenarnos de fantasías vacías de contenido, no suele ser la mejor forma de responder.
Personalmente he cometido el error de nergarla, buscarle explicación, racionalizarla (justificarla), huirle, enfrentarla, aceptarla, olvidarla, entenderla, y ni se quita, y ni aumenta mi poder-control.
Y mientras ejecuto todos esos verbos, se me olvida contruir-vivir. Verbos que no deberían separarse, sino que deberían estar juntos, porque mientras se construye shalom – viviendo, se percata uno de muchos que ofrece la vida y la existencia para disfrutar y alegrarse de vivir.
Gracias M.
menos vulcano y mas neshama…
es que me soprendieron y los admiraba.
yo tbn, pero no son el modelo completo de lo q debemos ser.
son utiles, pero hay q saber cuando.
Construir Shalom a pesar de la vulnerabilidad.
Gracias Morè