El hombre tiene dos clases de poder, uno externo y otro interno.
El externo es pasajero, temporal, ilusorio, sustentado en lo superficial, es aquel que cuando sopla el viento desaparece.
Por supuesto, igualmente es un poder, no perdamos de vista esto en ningún momento.
Es el que usan dictadores, rufianes, malandrines, conquistadores, terroristas, la gente violenta de las familias, el patrón déspota, piratas de la fe, timadores, farsantes, pedófilos, asaltantes, etc.
Todo aquel que teniendo algún recurso (físico/material, emocional, social o mental) lo emplea para subyugar a otro y actuar negativamente contra él.
Sin dudas es un monigote del EGO, estando a su merced y no obteniendo éxitos trascendentes por ello.
¿Cómo es esto? ¿Acaso un tipo que puede exterminar un pueblo entero o conquistar países, es un títere sin éxitos?
Sí, lo es. Sí, no los tiene.
Éste es el autoritario.
En cambio, el que posee autoridad es éste.
El poder interno es saber cuándo hablar/callar, qué hablar/silenciar, qué hacer/no-hacer, con quién juntarse y cuándo hacerlo, etc.
Es, por tanto, aquel que tiene a su EGO sometido, o en la medida de lo posible; para que funcione en aquello que realmente es de su competencia.
En ocasiones, muchas incluso, puede parecer debilidad, puesto que podría no estar acompañado de manifestaciones visibles.
Por lo cual, ¿cómo advertir a aquel que es poderoso en este nivel, si no hay arrebatos, ni fuerza, ni alharaca alguna que demuestren dominio?
Para el ojo que entiende los signos de este poder no pasan desapercibidos, pero es tan difícil dejarse guiar solamente por indicios que pudieran resultar engañosos.
Pero, es triste ver que en nuestro mundo el perverso suele pasarle por encima.
Lo ideal sería que la persona tuviera suceso en ambos poderes, con una gran pujanza en todo aquello que es terrenal pero siempre bajo el comando estricto de su Yo Esencial.
De esta manera, todo aquello grandioso que se puede conseguir materialmente, sería logrado y para beneficio y placer.
Para llevarlo a la vida cotidiana.
Recuerda al matón en tu trabajo, o en el colegio, o el pariente que es prepotente y amargo, o… tú busca en tu recuerdo.
Visualiza cómo actuaba, lo que decía, hacía, etc.
Mira como se devoraba al mundo, como una topadora sembraba el terror.
Pero un día, todo ello desapareció como si nada.
O por la edad, o una enfermedad, o la ley, o un ajuste de cuentas, o… tú traelo a tu memoria.
Date cuenta de cuán pobre diablo era, que debía recurrir a estrategias oscuras, violencia, terror, chismes, mentiras, etc. para sobresalir un poco de su miserable vida.
Si hubiese tenido poder interno, ¿qué diferente hubiera sido todo?
Tal vez pienses que tiene algo para envidiarle, realmente no es así.
Porque si con sus procedimientos nefastos regía, no es más que por la debilidad de su entorno, apocados todos en el EGO en lugar de vivificados en la NESHAMÁ.
¿Tienes algo para agregar?
Espero tus palabras.
Gracias.
Moré, más allá de una simple traducción, en hebreo el termino ‘exito’ que connotaciones tiene?
Lo pregunto porque la connotacion en español no me gusta (dinero, mujeres, poder, etc).
No sé si me explico bien.
Gracias
no creo que se un problema del idioma en realidad, sino de su uso… no se si me explico yo tbn
Si se explica bien Moré. Tenia en mente algo asi como lo que sucede con la palabra shalom que implica más que paz segun ud ha enseñado.
Entonces me causo curiosidad si la palabra usada para exito en hebreo tenia otras connotaciones.