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No estás en el mundo por casualidad.
Tú elegiste nacer, pues ya existías y eras consciente antes de que tus padres te concibieran.
Eres NESHAMÁ, espíritu, una chispa de Dios, que escogió libremente habitar en este mundo, en este tiempo.
Tú elegiste a tus padres, a tu familia y las circunstancias, porque hay algo en todo lo que estás viviendo que te sirve para experiencias espirituales.
Antes de nacer, ya tienes tu misión de vida, pero no eres consciente de ella luego de haber venido a este mundo.
Estás para aprender, para crecer, para convertirte en el mejor reflejo posible de la personalidad espiritual que eres.
Todo lo que te depara la vida tiene una razón de ser, aunque no la comprendas.
Es parte de tu educación, de acumular memorias para tu vivencia en la eternidad.
Estás aquí para un propósito mayor.
No es tu responsabilidad ser el líder mundial de los grandes y buenos cambios, no tienes que convertirte en un importante científico o descubrir la cura de ninguna enfermedad. Pero, sí tienes el deber de llegar a ser la mejor versión posible de ti mismo.
El que estás viendo este video y escuchando estas palabras, o leyendo el texto en serjudio.com, no es casualidad.
Alguna fuerza celestial te ha impulsado a estar aquí y ahora, para que nos estemos encontrando de esta manera.
Estoy sirviendo de instrumento de Dios para ayudarte, para guiarte, en el camino de retorno a tu identidad espiritual, a entrenarte en conseguir la versión más brillante y bendita de tu espiritualidad.
Esto es porque has empezado el camino de tu despertar espiritual, porque has venido transitando hacia el crecimiento y la purificación de tu alma.
Ahora, ha llegado la hora de que empieces, o continúes con mayor énfasis, a hacer lo que estás destinado a hacer, a transformarte de oruga en mariposa, a dejar de ser semilla para evolucionar a poderoso árbol de vida.
Las personas que conoces en el camino de la vida tienen una parte en tu desarrollo, y tú en el de ellas.
Para cada escenario en el cual te desenvuelves, ya está todo organizado para que obtengas tu enseñanza.
A veces no es la que está planificada, pero la enseñanza está ahí para ser adquirida.
Porque el Creador quiere que tengas méritos, para que lo que recibas de Él no sea solamente de regalo, y, por tanto, te humilles. Si no que lo que recibas en compensación sea tu justo merecido, y, por tanto, lo disfrutes plenamente, con la plenitud de haberlo alcanzado por tu accionar.
A veces fracasas en adquirir el conocimiento esperado, entonces, habrá otra prueba.
En ocasiones, por tu falta de compromiso con la tarea, el camino tendrá espinas, reveses, amarguras, que será por el camino del dolor y el sufrimiento que se presentará la oportunidad de adquirir la experiencia.
Lo más sensato es ir por el camino de la Sabiduría Divina, actuando con humildad, construyendo Shalom, pues tal es el mecanismo singular para alcanzar la realización con el menor impacto de las limitaciones lógicas de estar viviendo en un mundo de impotencia.
Tienes tus capacidades, tu potencial a descubrir y aprovechar.
A medida que creces y vas auto conociéndote, te das una idea para que eres bueno, el estudio, la comunicación, la danza, el deporte, el trabajo manual, la plástica, la compasión, la música, etc.
Hay un sinfín de áreas en las cuales puedes destacar, sin tener que demostrar nada a nadie, sin competir para demostrar que eres mejor que nadie. Porque esa no es tu misión en esta vida.
Tu misión es perfeccionar tu personalidad terrenal para que sea el mejor reflejo de tu personalidad eterna, la NESHAMÁ. En el camino, obtienes las experiencias sensoriales y motoras que la NESHAMÁ por sí sola no puede conocer, y es por ello que Dios te hace encarnar, para lograr alcanzar la sapiencia en aquello que la NESHAMÁ es absolutamente ignorante.
No debes preocuparte porque no eres ni el primero ni el último que no tiene claro su camino.
No tienes que atormentarte si te equivocas, el error es parte razonable de la vida.
Siempre existe la herramienta ultra poderosa de la TESHUVÁ, que es infinitamente mucho más poderosa que el mero arrepentimiento. Es el esfuerzo por encontrar el camino hacia tu personalidad superior.
Hay factores que ya se han trazado y no dependen en lo absoluto de ti.
Por tanto, tienes que andar.
Es más sencillo de lo que puedes imaginar.
A veces crees que tu propósito es algo extraordinario, que hay que ir a descubrirlo alto en el Himalaya, profundo en la selva amazónica, o encerrado en un templo de meditación religiosa.
Cuando en realidad es algo que nace de ti de manera natural y espontánea.
Está en la apenas audible voz de tu NESHAMÁ, de eso que realmente eres, y que te habla a ti mismo para encaminarte por el sendero dorado.
A veces las adversidades que te impone el EGO, no te dejan apreciar lo que ya tienes y eres.
Se te dificulta ver más a fondo en tu interior, dónde se esconden tus más grandes tesoros.
Ese es el trabajo vil del EGO, que se ha corrido de su función saludable y natural, para usurpar un rol que no debe tener y te doblega, te vilipendia, te somete a humillación, para que te sientas impotente y te esclavices a su mando.
Con ello, pierdes de vista tu personalidad Divina, tu misión sagrada, tu identidad espiritual y te hundes en superstición, creencias erróneas, religiones, pamplinas varias que son estorbos al resplandor para tu alma.
Igualmente, ten en cuenta que, cada una de las situaciones que se presentan en tu vida te van llevando hacia el lugar donde tienes que estar, con las personas, la energía, los conocimientos que precisas.
Por el camino de la Sabiduría, o por el camino del Sufrimiento, como sea, la tarea de tu vida la vas transitando.
Lo ideal es que acumules solamente experiencias sincronizadas con la Voluntad Divina, que aparejan gozo y éxtasis trascendente; en lugar del rigor y el malestar, que también enseñan, pero no es lo que el Padre Celestial quiere para ninguno de sus hijos e hijas.
Todas son lecciones de vida y experiencias que serán llevadas a la vida eterna.
Las que son negativas, pueden borrarse, por medio de la TESHUVÁ, lo cual te da un impulso tremendo a tu energía.
Como sea, estás en la vida actuando como maestro y como alumno, porque como todos, vienes a este
mundo a aprender ya tomar lo mejor de cada ser que se cruza en tu camino.
Encontrar tu misión en la vida es uno de los factores que te dará felicidad, armonía, calma, entendimiento.
Las consecuencias de tus decisiones son las mejores para ti, por eso no te
reproches, ni te sientas culpable de lo que has hecho.
Si tuviste conducta contraria a la Divina Voluntad, usa el instrumento sagrado de la TESHUVÁ.
No andes cargando mochilas ni mirando siempre el error.
Desarrolla tu mente y abre tu corazón, eleva tu nivel de conciencia.
Contempla día tras día para ir descubriendo algo nuevo, el mensaje de Dios para ti.
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