Para alcanzar el gozo es necesario dar algunos pasos, que paso a compartir contigo:
- Enfoca tu mente en lo poderoso: porque una menta dispersa está malgastando energía, desperdiciando oportunidades, atrapada en el pasado, confundida por el futuro, jalada por emociones, secuestrada por pasiones, dejando sin gobernar a esa nave maravillosa que es la vida de la persona. El pensamiento atribulado por la impotencia, pierde su efectividad y está trabajando para la parte oscura de la existencia. Se ingenia para inventar excusas y lanzar justificaciones, en vez de trabajar positivamente en crear alternativas, evaluar posibilidades, tomar decisiones que afianzan la vida y eternidad.
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Endulza tu palabra: porque la palabra puede construir, pero también destruir; es un canal privilegiado de comunicación, pero también de disturbios; dispara la amargura o inspira la dicha; nos relaciona con el Creador y Su Palabra edificante, o nos encierra en celditas mentales pobladas de creencias. Cuando aprendes el poder de la palabra dulce, que es sincera, que es clara, que es sencilla hasta en lo complejo, que es vinculante, que promociona el valor; cuando aprendes esto, tu vida se llena de la LUZ que ya irradia en tu interior.
Si bien la acción es fundamental, la palabra es basal. -
Actúa asertivamente: porque estamos en un mundo material que requiere de la acción, no basta con imaginar, ni desear, ni querer, ni soñar, ni planificar, ni hablar… ni siquiera basta con rezar o repetir lemas considerados sagrados. Para avanzar necesariamente deberemos dar pasos que nos lleven rumbo a la meta. Pero no cualquier acción, sino una que sea asertiva, es decir positiva, poderosa. Que esté en la línea de construir SHALOM, por tanto, que conjugue con artesanal ciencia la bondad con la justicia. Para que las obras sean plácidas, hasta en la tormenta más cruel. Para que los resultados sean éxitos, aunque no alcancemos los objetivos que fueron planificados.
Llenarnos de positividad realista, y no del optimismo plagado de magia que pierde de vista la existencia y la trascendencia.
Muy lindo el sentir bien, pensar bien, decir bien, oír bien… pero especialmente bello es hacer el bien y hacerlo bien. -
Sé coherente en tu multiplicidad dimensional: somos seres complejos, de múltiples dimensiones que no necesariamente se coordinan y conjugan, por ello es que vivimos en conflicto. Físico, emocional, social, mental y espiritual que deben congeniar durante nuestro pasaje terrenal, siendo esta tarea virtualmente imposible. Por ello hemos de aprender, comprender, tomar conciencia, corregirnos, trabajar, comunicar y todo lo necesario para lograr la coherencia máxima posible. Tomando en consideración que la guía es lo espiritual, el capitán lo mental, lo social nos provee de redes, lo emocional es el motor y lo físico representa la nace que surca el océano que es la existencia.
Haciendo estas cosas te acercarás a tu máximo potencial, estarás, por tanto, empoderado lo cual conlleva disfrutar, gozar, estar en un estado de bendición.
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