Shabbat: Av 6, 5767; 21/7/07
*Luz dentro de la oscuridad*
Shalom, bienvenido nuevamente.
Esta semana comenzamos el quinto tomo de la Torá. Lentamente nos vamos aproximando a otro comienzo de año, con todo lo que esto implica.
Los trabajos de limpieza interna que se debe intensificar en Elul. Un trabajo para encontrar en nuestro interior aquellos objetos degastados y molestos que podemos poner a reciclar; esos otros que son innecesarios y hasta perjudiciales que deben ser desechados. Están seguramente también aquellos valores positivos que quizás no reconocimos que teníamos, y que cuando descubrimos, podemos aprovechar para beneficiarnos.
Todo eso implica para mí cuando ingresamos al sefer Devarim.
Pero, recién estamos en la primer semana de Av, por tanto, concentrémonos en rectificar nuestra conducta y aplicarnos a reconstruir luego de sufrir el ayuno del 9 de Av.
Como recordarás, el nueve de Av es el día luctuoso más oscuro en el calendario hebreo.
Rememoramos sucesos espantosos que acontecieron a nuestra nación una generación tras otra.
Hechos que quedaron marcados indeleblemente en nuestra memoria colectiva, no fueron acontecimientos pasajeros, sino verdaderos mojones de terror.
Te recuerdo alguno:
- La tragedia de permanecer 40 años en el exilio del desierto, sin posibilidad de ingresar a la Tierra de Promisión, con la consiguiente defunción masiva cada año, la noche del 9 de Av, de los que estaban condenados a perecer (1312 AEC).
- La masacre de judíos y desaparición del reino de Yehuda, con la destrucción del Primer Templo de Ierushalaim. Luego el amargo exilio de Babilonia (586/423 AEC).
- La arrasadora guerra perdida en contra del imperio romano, la devastación de Ierushalaim, la ruina del Segundo Templo. El exterminio de cientos de miles de judíos, la esclavitud de otros cientos de miles, la pobreza ilimitada del puñado de «afortunados» que se salvaron y permanecieron en la Tierra de Israel (70 EC).
- La sangrienta caída de la resistente Beitar. Luego se promulgan nuevos edictos durísimos romanos en contra de los judíos y el judaísmo. La población restante de Israel es reubicada violentamente en provincias lejanas del Imperio. Se arrasa completamente Ierushalaim -aunque permanece en pie el Kotel-, que queda convertida en un campo baldío (135-138 EC).
Basta con estos cuatro eventos angustiosos para marcar la época del 9 de Av con luctuoso ánimo y pesado sentimiento.
Sin embargo, se fueron sumando más y más dramas intensos en las proximidades de esta época.
Es que, de acuerdo al Zohar (obra cumbre de la mística judía) el nueve de Av es el polo de la energía negativa.
Por tanto, debemos estar precavidos, pues es nuestra conducta la que genera o promueve los dramas, y al parecer es por esta fecha que tenemos mayor tendencia hacia lo negativo.
En ninguno de los cuatro tétricos eventos mencionados, los judíos estuvieron exentos de responsabilidad. Si bien ellos no fueron culpables directos de todas las calamidades, en cada uno tuvieron su porción de responsabilidad a causa de sus acciones equivocadas, apartadas de la Senda de la corrección.
Pero, como sabemos, el Eterno no nos deja nunca desamparados, Él es nuestro Guardián y Protector a cada instante (Tehilim / Salmos 121).
Aún en la más oscura noche, Su Luz nos conforta y guía hacia la plenitud (Tehilim / Salmos 71:20).
He aquí la paradoja: cuanto más oscura la noche, tanto más refulgente es la Luz.
Si encontramos la dirección correcta, más podemos distinguir la Luz, precisamente a causa de la opacidad que la rodea.
Esto significa que a pesar del intenso dolor, Tisha beAv guarda una brillante esperanza, cuando la sabemos descubrir.
Sufrir puntualmente un día por recordar nuestro pasado, es un poderoso impulso para construir un mejor presente.
Ya que conocemos nuestras raíces y aprovechamos las experiencias de nuestros antepasados, no tenemos que estar inventando la rueda en cada generación, sino descubrir cómo usarla para avanzar.
Aquel error de nuestros ancestros ya no lo cometeremos, pues aprendimos de ellos y del dolor que nos han heredado.
Tal la intensidad de la Luz dentro de la oscuridad de Tisha beAv.
Ésta también es la profunda intención de nuestros Sabios cuando declararon que el Mashiaj nace (nació o nacerá) el 9 de Av (TI Berajot 2:4; Eijá Rabbá 1:51).
El remedio celestial se fabrica junto a la enfermedad, tal como la tapa con su olla.
La redención está como futuro árbol en la semilla del sufrimiento.
En palabras del salmista:
«Alégranos conforme a los días de nuestra aflicción, y a los años en que hemos visto el mal.»
(Tehilim / Salmos 90:15)
¿Hay mayor mal y aflicción colectiva judía que los que surgieron del 9 de Av?
Por esto la Mishná (Taanit 4:8) explica que este ayuno (el del mes quinto) en la Era Mesiánica será de espléndido gozo y regocijo, de acuerdo a lo declarado:
«Así ha dicho el Señor de los ejércitos: El ayuno del cuarto mes, y el ayuno del quinto, y el ayuno del séptimo, y el ayuno del décimo, se tornarán a la casa de Yehudá en gozo y alegría, y en festivas solemnidades.
Amad pues verdad y paz.»
(Zejariá / Zacarías 8:19)
¿Notaste el final de la profecía?
«Ama la verdad y la paz«.
Esto puede entenderse como que tengas confianza y seguridad en el Eterno, que Él no nos abandona y que cumplirá Sus promesas.
Hará de Tisha beAv un día brillante, en contraste con la oscuridad que tuvo durante milenios.
Pero también significa que debemos nosotros actuar con verdad y paz, para atraer el bien a causa de nuestras acciones.
Ahora, quizás te preguntas que relación tiene este tema con nuestra parashá.
Realmente son muchas las enseñanzas de la parashá con respecto al exilio y la redención, pero te indicaré solamente una. El pasaje final de la parashá que testimonia:
«No los temáis, porque el Eterno vuestro Elokim, él es el que combate por vosotros.»
(Devarim / Deuteronomio 3:22)
Expliquemos.
La vida nos trae múltiples dificultades, problemas, obstáculos, pozos, montañas, inconvenientes, días de angustia.
Es nuestro deber hacer lo que está a nuestro alcance para sobreponernos, vencer, encontrar el éxito con los recursos que contamos.
Siempre confiados, sin temor, sin perder la esperanza, pues tenemos un Aliado invencible.
Tisha beAv nos trae el recuerdo del dolor, pero el aroma del Paraíso si sabemos encontrarlo.
¡Te deseo a ti y a los tuyos que pasen un Shabbat Shalom UMevoraj!
¡Qué sepamos construir shalom!
Moré Yehuda Ribco
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excelente y muy informativo!
y espero q’ podamos ver en nuestros dias como el 9 de av se convierte en dia de jubilo y alegria .
Hashem quiera y pronto
Amen
EXELENTE MAESTRO, GRACIAS POR COMPARTIR SU GRAN SABIDURIA