“La práctica de conceder a otros el beneficio de la duda es esencial para el buen mantenimiento de relaciones humanas pacíficas.
Los seres humanos interactúan constantemente con otras personas y es inevitable que en ocasiones alguien sienta que fue denigrado o lastimado por otra persona.
Sin embargo, cuando reflexionamos un poco, la conducta que a primera vista pareció ser maliciosa o insensible, en ocasiones podría ser interpretada de distinta manera.
Si en este tipo de situaciones la persona considera todas las posibilidades e interpreta ese acto aparentemente malicioso de una manera generosa, no solo evitará conflictos innecesarios, sino que también se salvará de numerosas transgresiones que con frecuencia aparecen cuando hay conflictos; por ejemplo, hablar mal de los demás, el odio injustificado, el rencor y la venganza.”
Extraído de la “Enciclopedia de Taryag Mitzvot”, página 197, citando a Sefer HaJinuj; Maharal, Derej Jaim a Abot 1:6-7; Noam HaMitzvot