Resp. 6109 – Dios ama a los que Le aman (siéndoLe fiel

Buen día.

Me supongo que está interesado en Mishlei/Proverbios 8:17 y en Mishlei/Proverbios 3:12; sería bueno que al momento de usar un texto para comentar o analizar lo citara correctamente, para que no tengamos que estar adivinando.
A mayor claridad en la comunicación, más auténtica puede ser ésta.

En otra enseñanza, el estudio de Torá verdadero no se basa en lecturas, ni en lecciones de «escuelas bíblicas», ni en opiniones, ni en inferencias personales, ni en revelaciones espontáneas de «verdades», ni en la convicción de propias certidumbres, ni en la estilizada presentación de pastores y otros allegados. La verdadera enseñanza-aprendizaje de Torá requiere de esfuerzo y dedicación, obviamente; humildad y respeto por las fuentes, indudablemente; cabeza abierta y capacidad de crítica, además de emplearse la comunicación atenta y franca. Pero muy especialmente se precisa de un maestro judío, verdadero y sincero, que haya recibido de sus maestros la enseñanza de Torá, la cual fuera recibida a su vez por sus anteriores maestros, y así en una sagrada línea que vincula al estudiante con el mismísimo Moshé Rabeinu y a través de él con el Creador revelando Su Torá para el pueblo judío. Todas las genialidades, gimnasias ideológicas, supuestos y revelaciones arrebatadoras no hacen al estudio de Torá y no suelen mantener al alumno en la senda correcta, sino que lo llevan por el camino de la amargura y la decepción.
Especialmente cierto en cuestiones que tienen que ver con lo que no se puede demostrar, que se basa solamente en el contenido de la Tradición y que forma con ello las creencias compartidas de la nación judía, tal como es la temática que usted consulta.
Porque está interesado en el proceder de Dios, en sus modos de relacionarse con Sus criaturas, especialmente el hombre que peca.

Al respecto es sabido que el Eterno creó y sigue un criterio muy claro: midá kenegued midá, que se puede entender como que Él da a cada uno de a cuerdo a lo que cada uno da. Una especie de «ojo por ojo» cósmico.
Porque Él es Juez de justicia, por tanto no evalúa de acuerdo a conveniencias o cálculos mezquinos, sino de acuerdo a la vara de medición correcta.
Pero, al mismo tiempo y sin entrar en ningún conflicto Él es misericordioso, por tanto, Sus juicios siguen un procedimiento que muchas veces se nos escapa, a nuestra limitada mente y corta capacidad de comprensión. Por lo cual, lo que nosotros podemos juzgar como justo, Él sabe que no lo es. Y viceversa puede también que ocurra.

Ahora respuestas en su orden:

1- No debemos inferir nada del modo en que Dios procede, porque es casi completamente seguro que estamos errando en nuestra inferencia.
¿Qué sabemos de todo lo que Él está tomando en consideración para llegar a una determinada sentencia?
¿Cómo sentirse con tanta superioridad como para emitir una opinión al respecto de lo que entra dentro de la justicia del Eterno?
¿Cómo dictamina usted quién es fiel a Dios y quién no lo es? ¿Por lo que aparenta, por lo que usted cree, por lo que le parece, por lo que le cuentan, por lo que supone, por lo que le enseñaron? ¿Cómo conoce el patrón de Dios para decretar la fidelidad de una persona? ¿Acaso es fiel el que dice «amén y aleluya» a cada rato, pero es mezquino con el prójimo? ¿Acaso es fiel el que fue adoctrinado dentro de cualquier religión, todas ellas falsas, y por tanto no vive su noajismo (o judaísmo si es judío) pero sinceramente ama a su dios, y hasta considera que es el Uno y Único? ¿Acaso es fiel el ateo, o el agnóstico, pero que se dedica con sinceridad y entrega a amar al prójimo y llevar la esperanza de un mundo mejor para todos?
Yo no me considero capacitado para juzgar el grado de fidelidad a Dios de nadie, aunque pueda tener mi opinión acerca de lo incorrecto o desacertado de sus creencias y prácticas. Pero en el fondo, ¡qué se yo de como lo está juzgando Dios!

Por otra parte, suponer que si a alguien que usted considera no-fiel no le suceden cosas dolorosas, es porque Dios le quito la reprimenda porque Le es infiel, es atreverse a demasiado a la hora de juzgar aquello del prójimo que usted no tiene cómo juzgar.

2- No sé quién le ha enseñado Torá Oral, pero sería adecuado que consultara al respecto con ese maestro.
Lo cierto es que Dios es misericordioso y por tanto Él se encarga de ofrecer a cada uno las oportunidades para corregir nuestra existencia y llevar a nuestro Yo Vivido a que se sincronice con el Yo Esencial.

3- Habría que preguntarle a Él, pero por lo que sabemos Él da a cada quien lo que da.
Por tanto, aquel que daña adrede a otras personas, ¿qué obtendrá de la vara de justicia Divina?
Por otra parte, habría que ver que entiende usted por «amar» y como su creencias al respecto está en sintonía con lo que la Tradición informa al respecto.
Recordemos que la Tradición es la fiel depositaria de la revelación Divina, dada a Moshé y los otros profetas verdaderos.

4- Cuando ese ser precisa que eso ocurra.
Pero incluso ahí tengo la certeza de que Dios le sigue amando, pero se manifiesta de una manera que no podemos llegar a comprender.

5- ¿Cómo está tan seguro de que Él los dejó de amar?
¿No será que las terribles acciones de esa gente requerían una pronta TESHUVÁ, pero que fallaron en realizarla y por tanto sus almas precisaban lo que les ocurrió? Siendo así, el castigo es ejercicio del Amor Divino y no un Dios vengativo y amargo que busca freír a los que se Le oponen.

Con todo esto, no entiendo muy bien adonde apunta su duda, lo cual sería bueno saberlo para poder alcanzar una mejor comprensión.
Que tenga un bello día.

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