Resp. 3937 – Israel y el Siervo de Dios

ben_ha_shalom nos consulta:

Mi nombre es Fabián,soy chileno y tengo 20 años.He leido muchas de sus respuestas y me parecen muy interesantes.Sin embargo,disiento en la interpretación hecha de Isaías 53,ya q Israel no ha cargado con nuestras enfermedades ni soportado nuestros dolores,como el ebed Hashem¿Cómo explica eso?Shalom.
Fabián Sepúlveda Morales,20 años.Estudiante.

Buen día.

Por lo visto no ha leído los numerosos artículos que ya hemos escrito al respecto, pues si lo hubiera hecho, y los hubiera entendido, y estuviera libre espiritualmente, entonces no emitiría opiniones tan mortales y erróneas con tal liviandad.
Por supuesto que no molestaré a los lectores repitiendo lo que cualquiera puede encontrar gratuita y libremente en el sitio.
Quien quiera aprender realmente acerca de la verdad sobre Isaías 53, y no solamente repetir como oveja-loro las prédicas nefastas de pastores, entonces podrá aprender en este sitio la real intención de Isaías. Por supuesto que estaba absolutamente en las antípodas de elogiar a un pecador perverso y malicioso como el colgado. Isaías, como todo verdadero profeta, tenía una sola misión: acercar a los judíos a la Torá y a todos al cumplimiento de los preceptos. Sabemos que el perverso colgado era un rotundo negador de la Torá y un enemigo de los mandamientos. Era un revoltoso rebelde en contra de Dios y Sus leales servidores, y los maestros de Su Torá. El malvado colgado era un foco infeccioso para el alma de quien le prestara atención, tal como hoy lo siguen siendo los clérigos que predican en su maldito nombre.

Espero que usted no sea uno de esos misioneros de la podredumbre del alma.
Espero que realmente sea un joven que ha perdido el Norte y anhela saciar su hambre de verdadera espiritualidad.

Pero, por el momento (y al parecer) está usted andando por la senda del error, la que ensalza a un infame pecador como si fuera un redentor. Por su opinión entra usted dentro de la categoría de esclavo de la idolatría, que venera a un colgado y que por tanto se aparta del Eterno y Sus cosas.

Lo mejor que puede hacer usted, con amor y respeto le aconsejo, es eliminar la inmundicia que está matando eternamente su alma. Quite al colgado de su vida lo más pronto posible. Emprenda un proceso de desintoxicación, y entonces verá que ya no cuestiona con argumentos infantiles y letales las cuestiones que están por encima de su corazón.

Deje la mala droga de la fe en un hombre y póngala en Dios.
Aparte la maldición de su vida, porque el único que está siendo estafado con su fe es usted.

Venga a FULVIDA.com, que es el sitio idóneo para que usted encuentre el camino a la redención, a la salvación.
En FULVIDA le daremos una mano para que madure su alma y sea por fin un obediente y leal siervo del Eterno, y no un monigote en manos de algún pastor que lo vive estafando en su fe.

Por último, y como ya hemos enseñado en más de una oportunidad anterior, Israel cargó y carga con las enfermedades y pecados de los pueblos. Israel -pueblo judío- es acusado de cualquier crimen que cometen los demás. El publo judío carga culpas ajenas desde siempre. Israel es mancillado a causa de las enfermedades morales-mentales-espirituales de los pueblos perversos.
¿Cómo se atreve usted a negar esto?
¿Cómo se digna a blasfemar de esta manera, ofendiendo al pueblo de Dios?
¿No le da un poco, aunque sea un poco, de temor rebelarse en contra del Eterno al insultar a Su nación santa?
¿No se da cuenta que está repitiendo las mismas maldiciones que los enemigos de Dios han proferido durante generaciones?
¿No valora su vida eterna, que se pone del lado del mal y la oscuridad?
¿A qué espera para dejar el fardo hediondo de la idolatría y ser libre, tal como Dios le manda?

Deje la podredumbre de su colgado amado, y venga a la Luz.
Su preciosa alma está sufriendo y sufrirá mucho más en la Posteridad.
Está a tiempo de cambiar, de crecer, de ser libre, de ser siervo leal de Dios y no un mero títere de los poderosos que en nada salvan.

Ya lo sabe.
Ahora depende de usted si seguirá por la senda del horror, o si por fin vendrá a la senda de la Luz eterna.

Buen día.

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