Resp. 4032 – ¿Festejar el año nuevo civil?

Biniamin ben Iaacov nos consulta:

Shalom Moré, quería saber si el año nuevo se puede celebrar, osea si celebrarlo no es idolatría.De antemano gracias, que tenga buena semana.
Benjamín Alaluf, 15 años, estudiante, Santiago, Chile

Buen día.

Sobre el tema ya he respondido en otras oportunidades, por lo que seré breve ahora a la espera de que usted busque el resto la información publicada.

El año nuevo del primero de enero tiene actualmente dos facetas:

una absolutamente aberrante, que refiere a la idolatría más procaz, aquella que se disfraza de santidad.
Desde esta faceta, año nuevo es una festividad abominable, que injuria al Eterno, que es productora de caos y corrupción.
Además, celebra el aniversario de defunción del papa Silvestre, culpable de ingresar al idolátrico nuevo testamento la fatídica frase, falsaria e inflamante, «que su sangre sea sobre nosotros y sobre nuestros hijos». Frase nunca dicha por gente judía, pero que le dio rienda suelta a la maldad antijudía, antiDios, asesina, infernal.
Por lo cual, debe ser obviada como festividad, de manera absoluta.
¿Qué tenemos para festejar los que somos leales al Eterno?

La otra faceta es laica.
Se ha extendido el uso del calendario cristiano por todo el mundo. Si bien tiene su base en calendarios más antiguos, sostenidos en hechos cosmológicos, luego mimetizados con mitología, y luego embadurnados con la espantosa pátina idolátrica neotestamentaria.
Este calendario es usado en los más diversos lugares, con las más dispersas culturas, sin adjudicarla ninguna relación religiosa, sino como sistema común de datación.
Desde este punto de vista, primero de enero no es más que el paso de un año a otro, de un mes a otro.
No hay nada qué festejar, desde el punto religioso, sino meramente un cambio de calendario, de acuerdo al sistema común empleado.
En esta perspectiva, y aprovechando que en muchos países se declaró como feriado, entonces se aprovecha para el esparcimiento, el encuentro, el estudio, etc.
Por supuesto que no hay tampoco lo que celebrar, ni cohetes que quemar, ni brindis para emitir, ni «felicidades» en particular que desear.

Lo mejor es no celebrar nada, no brindar por nada, no desearse nada en especial en esta fecha.
Esto es lo mejor…
Cuando empezamos a mezclar lo santo con lo profano, cuando ingresamos materia hedionda al buen perfume, termina habiendo confusión, desvíos, dolor.

El verdadero año nuevo, el universal, el que corresponde a todas las naciones, es el primero de Tishrei, cuando celebramos Rosh haShaná.
Sea para gentiles o judíos.

Que sepamos construir Shalom.

More Yehuda Ribco

Su apoyo constante nos permite seguir trabajando