Luis nos pregunta:
2- Es como si un argentino cayera preso en uruguay y lo nombren ministro de economía.
3- No es muy confiable ni creíble el buen muchacho.
4- El faraón le dio el beneficio de la duda.
5- Seguro no por sus “facultades psicoanalíticas”. Sino por otras razones.
6- Seguro porque sabía que había hecho una injusticia.
7- Y podía poner en peligro la estabilidad del faraonasgo si política o judicialmente se hacía público.
8- El más probable pensar que el ascenso del judio en la política pública se haya dado por razones de conveniencia pública, que de sus habilidades patriarcales
Shalom, muchas gracias por su consulta.
Iré respondiendo en su orden:
1- El faraón sabía todo eso que usted cuenta de Iosef, la Torá se encarga de explicitarlo. Sin embargo, estaba desesperado por encontrar una interpretación que calmara su angustia a causa de los sueños que había tenido, para los cuales ningún sabio o supuesto experto le había dado satisfacción.
Faraón era un hombre inteligente, por tanto, no iba a andar prejuzgando el emisario, sino que evaluaría el mensaje.
Por lo cual, escuchó con atención y respeto las palabras que le declaraba el intérprete.
Actitud sumamente sensata y sabia, sin dudas, del faraón.
Pero además, podríamos agregar, que ni la apariencia, ni la actitud, ni el proceder de Iosef pudieran despertar sospecha alguna del faraón; pues hablaba desde la sencillez, la humildad, el respeto, la empatía, la reverencia, la sinceridad, la inteligencia; todo ello fue percibido y valorado por el rey y procedió en consecuencia.
Pero además, Dios estaba alumbrando tanto la mente y corazón de faraón, como a Iosef, para que las cosas anduvieran por el carril necesario.
2- Interesante planteo… hasta donde sé no sería legal tener un ministro extranjero, ni condenado. Pero eso supera mis conocimientos.
Igualmente, supongamos que se descubre que el preso fue acusado en falso, condenado por jueces corruptos, ¿no sería dable un perdón del ejecutivo?
Y si es una persona que pudiera salvar al país de una crisis imparable, ¿no sería inteligente permitirle ejercer sus funciones, con los controles necesarios?
No lo sé tampoco.
Lo que sí sé es que para el faraón Iosef era el hombre indispensable, y no había ninguna autoridad u opinión por encima del faraón en la sociedad egipcia. Por tanto, no importa qué pensarían en una república moderna al respecto, sino los hechos tal y como fueron.
Lo cierto es que judíos, nacionales o importados, fueron muy útiles a gobiernos y naciones sin pausa a lo largo de milenios. Allí en donde se daba lugar a los judíos, respeto y honra, la economía y el bienestar se producía, aunque las debacles y catástrofes quisieran arrastrar al mundo al caos.
Son innumerables los ejemplos de esto, incluso hasta en Uruguay, cuando fue la espantosa crisis de comienzos del siglo XXI, hubo un economista judío colaborando con el presidente y su equipo para surfear el tsunami que estaba ahogando a la nación. Gracias a esos esfuerzos, salimos adelante (y algunos aprovechadores, que odian a Israel, de paso digamos) se quedaron con los buenos réditos políticos y gobernaron despreciando a Israel más de una década. Ejemplos abundan de los judíos dando buenas manos a los gobernantes para que los países tengan prosperidad y estabilidad, luego suelen ser traicionados esos nobles judíos y las comunidades judías… así lo muestra la historia una y otra vez.
3- Para aquel que lo conoció y trató, parece que resultaba muy confiable el muchacho y sumamente creíble, tanto en su presentación como en su planificación.
4- ¿O compró la idea más que hacer un acto de fe con una persona?
5- Porque a una interpretación que sintió acertada de parte del joven hebreo, añadió un plan de rescate de la economía y sociedad egipcia, a la par que otorgarle al faraón poderes que hasta ese entonces no tenía y ni siquiera había soñado tener.
6- Para el rey eso no contaba ni importaba. Iosef hasta ese momento era un esclavo, por tanto, propiedad de su dueño. No había justicia o injusticia hacia él, pues no tenía derechos.
7- La gente no iba a poner en riesgo al faraón por las anécdotas lastimosas de un hebreo esclavo.
Sin embargo, el rey se encargó de borrar el pasado de Iosef a ojos del público y darle una completa nueva identidad.
Nombre egipcio, rango altísimo de gobierno, esposa, palacio, servidumbre, etc.
Había aparecido en la escena egipcia un nuevo administrador, con poderes inmensos, sobre el cual nadie dudaba de su fidelidad a Egipto, a faraón.
8- No había habilidad patriarcal alguna en juego, y sin dudas que sí había conveniencia pública, pero en especial del faraón.
No perdía nada ensayando el plan de Iosef y poniéndolo a cargo de él.
Éste le había predicho siete años de abundancia como hasta entonces nunca se había experimentado, era cuestión de comprobar si esto se hacía realidad. Y lo fue.
También el plan de abastecimiento y almacenaje se fue cumpliendo lealmente, previsoramente, con habilidad y honestidad.
Todo estaba bien encaminado y controlado por el faraón.
La comprobación final se produjo al llegarse al fin del período de vacas gordas, cuando inesperadamente, sin aviso, sin alertas, de un instante al siguiente se produjo la debacle que siete años atrás había pronosticado aquel que penetraba los misterios y los descifraba con inteligencia. Las vacas flacas, terribles y viciosas, llegaron para quedarse, tal como fue anunciado, y la segunda fase del plan de rescate se desarrolló cual fuera diseñado por Iosef.
No había nada que perder para faraón, todo en control, todo para su ventaja.
Tenga un excelente día, shalom y bendición.
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