Hay gente que cree realmente, y vive como si fuera verdad que: “Cuando quieres algo, todo el universo conspira para que realices tu deseo.” (Paulo Coelho).
Te hablan de “El Secreto”, por el cual puedes obtener lo que deseas con fuerza.
Te hacen unos cálculos irrisoriamente científicos para demostrarte que la “Ley de Atracción” es verídica.
Te insisten que Dios quiere hacer magia para ti, solamente debes pedirlo con fuerza y acompañarlo por donaciones de dineros y valores para el “líder” (pastor, rabino, gurú, paes, cabalistero, etc.).
Te ordenan que levantes tu mano derecha y digas “amén”, con tu corazón concentrado en tu deseo, y como un rayo se cumplirá. Y si no se cumple, es que eres pecador, fallado, hipócrita, no tienes suficiente fe, no pediste lo que era bueno, tienes la culpa, etc…
Te aseguran a ciencia cierta de que Dios es tu sirviente y está para salir corriendo a cumplir tus deseos, como genio de la lámpara.
Te traen el cuento de personas que a través de la fe y rituales de “simpatías” atrajeron riqueza, prosperidad, sanación.
Sí, la gente ama ese poder, ese misterio, esa fantasía de ser súper poderoso, de ser el amo del universo, de no tener más que “pensar positivo” para que pasen cosas buenas.
Nos creemos más de lo que somos, porque nos sentimos realmente menos de lo que en verdad somos.
Tú, que te crees favorecido por el universo, que te sientes el predilecto del cosmos, que tienes el poder para que la creación se confabule a tus órdenes, tú que sientes que eres el centro del mundo.
Te muestro tu grandioso lugar en la orquesta de la creación.
Atiende, aunque dudo que te llegue a despertar siquiera un poco la conciencia que duerme en ti, si eres de los que creen que Dios está a tu servicio, de que el universo se ocupa de satisfacer tus infantiles deseos.
Un baño de modestia, para quien tiene capacidad de usar su conciencia.
Al mismo tiempo, tienes un enorme poder, eres singular, eres valioso, tu aporte cambia drásticamente el curso del mundo… pero no por medio de magia, ensalmos, encantamientos, buenas ondas metafísicas, palabritas arameas-hebreas, una fe profunda… tienes un enorme poder que debes usar.
Aquí te enseñamos gratuitamente cómo hacerlo.
¡Qué pases un excelente día!
A las personas no tienen que estar pasando cosas, individualmente o en lo colectivo, para estarnos bajando del pedestal de Babel en el que nos subimos. No creo que el nivel de conciencia realista, humilde y agradecida con la vida, lo alcancemos cuando todo este bien.
Tiene necesariamente que existir la contrariedad, las cosas malas, los problemas, las condiciones adversas como contrapeso a nuestro deseo de ser dioses por encima de Dios.
Hay quienes creen que la luna los persigue mientras caminan. Y también hay los que creen que si no se acuestan a dormir entonces el sol no saldrá.
Pensamientos infantiles.