Shabbat: Jeshvan 3, 5769; 1/11/08
Un comentario de la Parashá Noaj (Bereshit 6:9 – 11:32)
*Comienzos*
Shalom, bienvenido querido lector, amigo en el camino del estudio con sentido de nuestra preciosa Torá.
Desde el primer hombre (Adam) hasta Noaj vivieron diez generaciones, desde un punto de vista social las relaciones se hicieron más complejas y organizadas en estratos, pero desde una perspectiva de la moralidad, la decadencia social se va incrementando, la integridad se pervierte paulatinamente, el vicio, la corrupción, la idolatría, la plena maldad invaden todos los recovecos de la creación.
Hashem hastiado de ésta, decide acabar con toda vida, para lo cual planifica enviar un terrible diluvio, una catástrofe impresionante, sobre la tierra, para arrasar con todo y a todos.
Empero, observa que Noaj, es el único descendiente de Adam que es justo, inocente y recto de todos los miembros su generación.
Hashem instruye a Noaj para que construya un arca con la cual podrán él, su familia y dos animales por especie, salvarse del diluvio.
Muchos años lleva la enorme construcción del arca, pues Hashem aguarda que la civilización maligna recapacite y se torne a la bondad. Sin embargo, finalmente envía durante cuarenta días y cuarenta noches una continua lluvia, las aguas llegan a tapar las cimas más elevadas de la tierra.
Luego de otros ciento cincuenta días las aguas comienzan a retroceder, hasta que en el decimoséptimo día del séptimo mes, el arca vara en las estribaciones del monte Ararat. Noaj envía a un cuervo y luego a una paloma, para comprobar si la tierra ya estaba libre de la feroz inundación. La paloma regresa, señal de que no había encontrado donde posarse. Deja pasar una semana para volver a soltar la paloma, la cual, al anochecer, trae en su pico la rama de un olivo. Tras otra semana de espera, vuelve a mandar al ave, la cual no retorna, lo que es señal que el ave encontró algún sitio para su reposo, es decir, tierra seca y firme.
En este momento Hashem ordena a Noaj y a su familia a que salgan del arca, y pueblen nuevamente la tierra.
En señal de reconocimiento, Noaj eleva sacrificios de animales reservados para tal propósito en honor a Hashem. Luego de lo cual, H’ sella un pacto con la humanidad, de que no enviará nuevamente la destrucción total a través de las muchas aguas, y como señal, impone el arco iris en el firmamento.
Luego de que Noaj fuera el que salvara a los animales, queda permitido que él y sus descendientes se aprovechen de la carne animal como alimento, cosa que estaba prohibida anteriormente. También H’ provee al mundo de siete leyes, que son conocidas como las siete leyes de los Benei Noaj, es decir, la humanidad, y hoy en día los pueblos no judíos. Estas leyes son:
1. No adorar dioses fuera de Hashem;
2. No asesinar;
3. No maldecir a Hashem;
4. No mantener relaciones sexuales prohibidas;
5. No comer carne de un animal vivo;
6. Instituir un Código Legal;
7. No robar.
La humanidad renace, es un nuevo comienzo, que se continuará con el relato de la semana entrante.
Un nuevo comienzo que se afianzó y continúa perenne y firme hasta nuestra época, pues los noájidas, los gentiles fieles del Eterno, son los continuadores conscientes de este proceso.
¡Te deseo a ti y a los tuyos que pasen un Shabbat Shalom UMevoraj!
Moré Yehuda Ribco
«..Muchos años lleva la enorme construcción del arca, pues Hashem aguarda que la civilización maligna recapacite y se torne a la bondad..»
Llama la atención que siendo humanos, tenían la posibilidad de comportarse como personas.
Me parece que en la actualidad, siendo personas, hay la posibilidad de comportarse solo como humanos.