El Creador también ha dado lugar al mal en Su creación.
Es parte del equilibrio dinámico de la imperfecta perfección del universo.
Sin embargo, el grado de maldad provocado por el hombre,
no depende del Señor, sino del propio hombre.
Tampoco de supuestos karmas, o malabares místicos que no tiene asidero en la realidad.
La miseria, el maltrato, la guerra, la violencia, el engaño, la religión, el sectarismo, el fanatismo, el terrorismo, el asesinato, la discriminación, el robo, el hostigamiento, en fin, todo el mal que el hombre provoca al hombre, son el resultado de la acción y voluntad del hombre.
No podemos endilgar al Eterno lo que es de nosotros.
Sin embargo, el mentecato buscará acusar al Eterno, achacarle males, teorizar teologías, imputar injusticias,
para tratar de justificar lo injustificable,
y perder así la senda de la TESHUVÁ,
que con Amor el Creador ha diseñado para nosotros.
Mejor aceptar nuestro lugar en este mundo. Tal como humanos que somos, eso ya cuesta bastante trabajo.
Gracias por tan fresco pan.
A compartir!