Un 18 de Julio, hace 14 años, una mañanita bonaerense del barrio de Once fue interrumpida por una brutal agresión a la humanidad.
Terroristas palestinos e iraníes, en complicidad con agentes argentinos, volaron la AMIA, Asociación Mutual Israelita Argentina.
Un agujero infernal quedó en el lugar en donde se prodigaba misericordia al prójimo.
Murieron 85 personas, judíos, gentiles, personas… universos enteros fueron masacrados en nombre de la maldad.
Fue violentada la paz, a causa del odio estúpido y malvado.
Luego, el crimen fue encubierto por autoridades, por cómplices, por la desidia, por el olvido de los que no lo quieren recordar.
Hoy estamos para recordar, para demandar justicia, para construir shalom a pesar de los que laboran
constantemente por traer caos y maldición.
Sea la memoria de los justos bendita.