No basta con haber despertado del letargo de la religión –del oscurantismo espiritual-.
No es suficiente con ser consciente de la propia identidad y el compromiso que conlleva.
Sino que es indispensable vivir a pleno esa conciencia.
Los judíos a través del judaísmo.
Los gentiles por medio del noajismo, es decir, los Siete Mandamientos Universales que Dios ha codificado para los hijos de las naciones.