Con el miedo se consume energía del presente a la espera de un estado de impotencia fantaseada, por lo cual se está generando en el aquí y ahora una situación de desequilibrio.
Como consecuencia de esta impotencia provocada artificialmente por el EGO, será éste quien tome las riendas con sus básicas herramientas.
Es fácil entender que en presencia del miedo no hay opción de ganancia, sino solamente de pérdida.
Recordemos discernir correctamente entre precaución y miedo, así como con susto y miedo.
Ya lo hemos explicado anteriormente, pero lo volveremos a hacer muy brevemente.
Precaución es tomar en cuenta racionalmente las variables que conllevan una situación de potencial riesgo.
Miro para cruzar la calle, no por miedo, sino porque es evidente que podría ocurrir un desafortunado suceso.
Si fuera miedo, entonces estando sentado en el sillón de casa tiemblo al imaginar que me podría pisar un auto y por ello limito mis salidas a la calle.
Susto es cuando se reacciona automáticamente ante un suceso de impotencia que está sucediendo actualmente ahora.
Si se abalanza sobre mí el rottweiler del vecino, eso que siento y cómo reacciono es el susto. Es la adecuada función del EGO, dicho sea de paso.
Si un perrito faldero buscando cariño se me acerca mansamente y mi cuerpo cambia como si estuviera ante un tremendo mastín, eso es miedo.
El miedo en sí mismo no aporta a una mejor vida.
Si bien es cierto, el experto o aquel con un mayor grado de conciencia, podrían escarbar en los motivos del miedo para encontrar puntos flacos sobre los cuales trabajar.
O, aunque pudiera sonar contradictorio, tal vez el miedo esté indicando la presencia de una fortaleza particular, que el EGO está ofuscando y no permite aflorar.
¡Cuánto de nosotros queda distorsionado a causa del EGO!
Recordemos, no es otra cosa que una función natural, saludable, componente “de fábrica” del sistema de respuesta automática del organismo del ser humano.
Más, los hábitos nacidos y sustentados en sus herramientas.
Más los mandatos, creencias, guiones, que han sido interiorizados a partir de la interacción con el otro y con el otro social.
El trabajo del EGO llena de oscuridad allí donde solamente podría alumbrar la LUZ.
Nos impone máscaras, llena de cáscaras, perturba la sincronía entre nuestro Yo Vivido y el Yo Esencial.
Tanto que podemos perfeccionar de nuestra vida si tan solo aprendiéramos y ejerciéramos los instrumentos que la Cabalaterapia nos ofrece.
Volviendo al miedo.
Luego de esta concisa pero intensa lección que hemos compartido ahora,
¿te das cuenta qué tienes a mano para vencer el miedo y aportar mayor placer y estabilidad a tu vida?
Comparte, comenta, experimenta, agradece.
Construyamos SHALOM.