TESHUVÁ es arrepentirse, claro que sí; pero si nos quedamos en esa idea estamos a miles de años luz de comprender la verdadera esencia de la TESHUVÁ.
TESHUVÁ es también regresar al camino correcto, haya necesidad de arrepentimiento o no.
Es también volver al mejor punto anterior que supimos expresar, y retomar desde allí una senda diferente, más radiante.
Asimismo es darnos cuenta de que todos los pasos que hemos dado, de luz o de sombras, son los que nos llevaron a este momento y lugar, en el cual la TESHUVÁ es la que resplandece y nos hace vibrar renovados, brillantes, conectados a nuestra NESHAMÁ.
Pero además es avanzar en la propia conducta, para realizar acciones positivas que no se han cumplido habiendo tenido la ocasión para hacerlo.
Por sobre esto, es también el compromiso fiel para elevarnos en busca de nuestro máximo potencial posible.
Así pues, TESHUVÁ no es una comodidad para el “pecador”, sino una chance especial para todos y cada uno.
Y, por si no fuera suficiente, la Torá en la parashá de esta semana nos deja una tremenda enseñanza que no podemos obviar:
«si vuelves, tú con tus hijos, al Eterno tu Elohim y obedeces su voz con todo tu corazón y con toda tu alma, conforme a todo lo que yo te mando hoy, entonces el Eterno tu Elohim también te restaurará de tu cautividad. Él tendrá misericordia de ti y volverá a reunirte de todos los pueblos a donde el Eterno tu Elokim te haya dispersado.
Si eres arrojado hasta el extremo de los cielos, de allí te reunirá el Eterno tu Elohim, y de allí te tomará.
Y te hará regresar el Eterno tu Elohim a la tierra que tus padres tomaron en posesión, y tú la poseerás. Él te hará bien y te multiplicará más que a tus padres.»
(Devarim / Deuteronomio 30:2-5)
La vuelta inesperada y que parecía imposible de los judíos a la tierra ancestral, el restablecimiento de un Estado judío (laico, pero judío al fin), el poder y control sobre la tierra, es una demostración innegable de que la Palabra del Eterno está actuando en nuestra era.
Estamos en la Era Mesiánica, la que se manifiesta por el regreso de los judíos a la tierra de Israel, por el regreso del esplendor de la nación santa a la tierra santa, por el retorno de los hijos a los padres y de ellos a aquellos.
Es la época de la TESHUVÁ, de la respuesta a tantos dolores y amarguras de milenios; así como la respuesta a esos extraños que se mofaban de nosotros y nos negaban cualquier posibilidad.
Aquí estamos, y seguiremos estando.
Am Israel Jai.
Que fuerza logra transmitir, me siento emocionado o seré yo así.
Mis sinceros y mejores deseos para usted y su amada familia. También para quienes colaboran en esta tarea y a quienes he conocido a través de este hogar y de Fulvida.
Agradezco cada enseñanza que puedo llevar a cabo y mis errores que quiero superar, como cada respiro.
Abrazo
mil gracias. buen año. cariños