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 Lic.  Prof. Yehuda Ribco (Tammuz 3, 5762 – 13/6/02)

BeShem H’ El Olam

 Respuestas a Preguntas // Naciones  // Elegido  // Torá   

 La Torá y las naciones

Claves: Religión, precepto, mandamiento, Noaj, Noé, universal, humano, judío, israelita, hebreo, gentil, conversión, respeto, Dios, amor, siete, Torá, Sinai, Hashem

Estimado more:
Moitas gracias por manter esta páxina tan chea de sabiduría; é unha grande ledicia pra todos os seus lectores, entre os que teño o gusto de contarme podermos desenvolver a nosa espiritualidade no xudaísmo.

Quero pedirlle disculpas por empregar a miña lingua materna nunha páxina que utiliza o español principalmente, pero sei que, dada a sua sabiduría, lle vai ser doado entender o que escrivo, máxime cando coñece a lingua portuguesa.

A miña pregunta é: unha vez lin que Deus ofreceu a lei a toda a humanidade, pero que esta a rexeito. Tan só o povo de Israel a acolleu. Pero lendo a historia do seu povo vin que moitas veces apartouse do camiño da lei, e Deus sempre deulle outra oportunidade… o que quero dicir é ¿sería posivel outra oportunidade para as nacións? Non digo a un xentil como tal, non falo de conversións, tema xa moi tratado… non, eu falo de unha nova oportunidade para todos as nacións de achegamento a Su lei… neste senso parece apuntar Isaías en alguna das suas visión cado fala de ver a xentes de todas as razas camiñar cara o templo. Sei que falou de este paragrafo antes e dandollé outro significado ¿pero cabería este?

no caso de resposta afirmativa: Tan só queda esperar
Caso de resposta negativa: Existe algunha razón de tal negación…

Moitas gracias…

Camilo Freire
Galicia

(Deben incluir en todos sus mensajes para nosotros su nombre completo, el nombre de la ciudad y país donde vive)

Shalom.
Gracias por comunicarse con nosotros.

Si entendí bien su pregunta (pues ni el portugués ni el gallego son muy conocidas por mí), me parece que su formulación ha sido brillante.
Permítame que la plantee a mi manera, y en español, para intentar responderla:

1. Las naciones rechazaron la Torá antes de que fuera otorgada a los israelitas.

2. Los hebreos aceptaron el yugo de Dios dispuesto en los reglamentos y fundamentos de la Torá.

3. En más ocasiones de las deseables algunos hebreos se apartaron y desviaron del camino estipulado por Dios.

4. Pero Dios ha sido tolerante con los descarríos de esos judíos, permitiendo que retornaran a la senda correcta.

5. Entonces, ¿alguna vez tendrán los gentiles la oportunidad de recibir la Torá? Ya que si Dios es misericordioso (como lo es en verdad), ¿cómo no brindar otra chance al que se equivocó?

Si algo así es su consulta, permítame darle tres respuestas:

1. Reconocer nuestra ignorancia
   Nadie conoce cabalmente los pensamientos del Eterno, por lo que no sabemos de qué modo juzga a cada persona y a cada nación, ni tenemos noticias exactas de Sus planes, a lo sumo más o menos ajustadas aproximaciones. Por lo tanto, no tenemos parámetros para presumir lo que el Eterno hará o dejará de hacer.
    

2. Asociación indisoluble
   Una cosa es ofrecer la Torá vacante a las naciones.
   Otra es ofrecerla cuando ya ha sido desposada por el Pueblo de Israel.
   Desde que Israel formalizó la alianza con el Eterno en Sinai (y ratificada en varias ocasiones), el Pacto es indisoluble, por lo tanto, la Torá (entre otras cosas) es indisociable del Pueblo de Israel.
   Esto significa que pretender entender, explicar, aproximarse a Israel sin Torá, es como querer hablar de un piano sin teclas.
   ¿Y por qué esta exclusividad, acaso no puede ser compartida la Torá con otros pueblos.
   La propia Torá se encarga de decirlo: «Ésta es la Torá que Moshé [Moisés] puso ante los Hijos de Israel.» (Devarim / Deuteronomio 4:44)
   Es la Torá que fue dada a los israelitas, a nadie más.
   Y por si no quedara claro: «Mirad, yo os he enseñado leyes y decretos, como el Eterno mi Elokim me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra a la cual entraréis para tomar posesión de ella. Guardadlos, pues, y ponedlos por obra, porque esto es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales al oír de todas estas leyes dirán: ‘¡Ciertamente esta gran nación es un pueblo sabio y entendido!’» (Devarim / Deuteronomio 4:5-6)
    

3. Una parte, no todos
   Usted menciona en su misiva que el Pueblo de Israel pecó pero que Dios le brindó varias oportunidades. Permítame que lo corrija brevemente, no todo el Pueblo se extraviaba (y extravía) sino algunas personas.
   ¿Acaso que unos integrantes del pueblo pequen, significa que el total está errado y en falta con el Eterno? Obviamente que no. Si bien es cierto que cada judío tiene una responsabilidad íntima con cada uno de los otros judíos, no se puede culpabilizar al pueblo como un todo por la falta de algunos. (Es como si usted acusara a nosotros, los judíos fieles, de ser idólatras porque en la actualidad hay algunos ex-judíos que son apostatas adoradores de Ieshu/Jesús).
   Con esto quiero decirle que si bien es cierto que Dios ha sido tolerante con las faltas de Israel, también es cierto que el lazo indivisible de Israel (como Pueblo) con Dios y su Torá jamás fue quebrado.

En cuanto a lo que las naciones del Mundo pueden hacer ahora, es bastante fácil de responder: cumplir con fidelidad lo que Dios le ha ordenado a la humanidad, y tomar las enseñanzas de los Sabios de Israel como guía para sus vidas individuales y colectivas.

Espero que con este texto le haya contestado a sus dudas, si no es así, con gusto recibiré sus próximas participaciones.

Iebarejejá H’ – Dios te bendiga, y que sepamos construir Shalom

 Yehuda Ribco

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