Resp. 3706 – Como patinar

Shalom,
«¡Bendito el que viene en el nombre del Eterno!» (Tehilim / Salmos 118:26).
Bienvenido y gracias por enviarnos su interesante misiva.

Le daré cuatro respuestas:

1.
¿Sabe usted patinar?
A diferencia de la patineta -skate-, el patinador se calza en ambos pies sus patines.
Por experiencia personal le cuento que es sumamente difícil andar sobre un solo patín, sostenerse es arduo, avanzar complejo y encontrar gozo es improbable.

¿Por qué?
Pues, porque ambos en su justa medida, en su lugar correcto, son los que sirven para mantener el equilibrio, para impulsarse, para avanzar con gracia y gozo.

Esto sirve como ejemplo de lo que debe hacer la persona en en el plano espiritual.
Por un lado cuenta con el patín de la Torá, por otro lado con el patín de los preceptos.
Uno solo de ellos es útil, pero no completo.

Nuestros Sabios debatieron si era prioritario el cumplimiento de los preceptos o el estudio de la Torá.
Las propuestas fueron varias, pero se lo resumo en palabras del Pirkei Avot (2:5 y 3:17):

«Hillel solía decir: El tonto no teme al pecado, el ignorante no puede ser
piadoso…

Rabí Elazar ben Azariá solía decir: …Todo aquél que su sabiduría es más abundante que sus obras, ¿a
qué se asemeja?
A un árbol cuyas ramas son frondosas y sus raíces escasas, y
viene el viento y lo arranca y lo arroja sobre su faz…

Mas todo aquél que
sus obras son más abundantes que su sabiduría, ¿a qué se asemeja?
A un árbol
cuyas ramas son escasas y sus raíces profundas, que incluso si todos los vientos
del mundo vienen y lo azotan, no pueden desarraigarlo de su lugar…«

Ambas cosas son imprescindibles, ya que el que no sabe Torá, desconoce aquello que debe hacer y aquello de lo cual debe apartarse.
Y el que sabe pero no cumple, es como un árbol que fácilmente es llevado por los vientos. Una persona inestable.

Por tanto, en el equilibrio encontramos el impulso para el crecimiento.
Quizás la persona que usted menciona sepa algunas cosas de Torá, pero le falla el cumplimiento de los preceptos. Y recordemos que son tan valiosos los mandamientos que atañen a la conducta con el prójimo como aquellos que son respecto a la relación con el Eterno.
Tristemente muchos olvidan este aspecto medular, y violentan a su prójimo, a pesar de querer ser minuciosos en su cumplimiento de los mandamientos «rituales». Estas personas no están por el camino de la Torá, sino por el desfiladero peligroso de sus corazones.

2.
Como sabemos la persona está formada de cinco planos: físico, emocional, social, intelectual y espiritual.

Una persona que ha adquirido conocimiento de Torá, en el plano intelectual, pero que no ha nutrido su espíritu correctamente por medio del cumplimiento de los mandamientos; o que no ha ejercitado su plano emocional, para doblegar las «midot» (cualidades personales) negativas y fortalecer las positivas; es probable que no actúe con la corrección que compete a un «talmid jajam«, ya que ciertamente no lo es…

3.
El haber estado como alumno en tal o cual institución no es sinónimo de que la persona haya estudiado lo que corresponde. Tampoco quiere decir que lo haya incorporado a su vida. Algunos, tristemente, pierden su tiempo y lo hacen perder a otros.

4.
Me cuestiono: ¿por qué usted apunta en su pregunta a una supuesta falla en la Torá, o en los conocedores de la misma?
Su pregunta no debiera haber sido: ¿qué puede estar pasándole a mi tío que (yo creo que se) comporta de tal y cual manera?

Si le quedan dudas pertinentes, hágalas llegar.

Iebarejejá H’ – Dios te bendiga, y que sepamos construir Shalom.

Moré Yehuda Ribco