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¡Shalom querido moré! Siempre me ha llamado la atención que muchas personas piden ayuda a Dios sin darse cuenta que Dios ha permitido mediante los médicos, científicos, especialistas, etc para que puedan resolver sus problemas pero la gene quiere magia, la gente quiere los efectos especiales como los de Hollywood… Lo más triste y preocupante del caso es que uno le comenta que asistiendo a esos especialistas puede resolver sus problemas pero ellos/as se resisten, como que si Dios tiene directamente la solución a todos sus problemas; pienso que esa extraña actitud las tienen las personas cristianas que les enseñan a pensar de esa manera, pero de que hay resistencia a confiar en las herramientas humanas, las hay… Muchas gracias por su excelente vídeo, por la paz en Israel, Venezuela y el mundo… Shalom.
Shalom, el Eterno le bendiga y guarde.
¡Absolutamente! Su observación, estimado, es tan certera como profunda. La tendencia a buscar soluciones mágicas o milagrosas, obviando las herramientas y conocimientos que Dios ha puesto a nuestra disposición a través de la humanidad, es un fenómeno que ha intrigado a sabios y pensadores desde tiempos inmemoriales.
Aunque, tenemos claramente la respuesta a un click de distancia: la gente quiere magia, la quiere YA, la quiere gratis, pero están dispuestos a pagar lo indecible para obtener ningún resultado, siempre que sea con un aroma a magia.
La verdad es que, la emuná (mal traducida habitualmente como «fe») en Dios y la razón no son antagónicas, sino complementarias. Dios, en su infinita sabiduría, nos ha dotado de un intelecto capaz de comprender el mundo y de desarrollar soluciones a los problemas que enfrentamos. La medicina, la ciencia, y todas las disciplinas que buscan el bienestar humano son, en esencia, expresiones de la divinidad que habita en nosotros.
Así pues, lo que nos ha dado el avance de la ciencia y la tecnología, no es otra cosa que herramientas que pueden ser sagradas, depende de su uso, para canalizar los milagros que Dios quiere que sean realizados en nuestras vidas.
¿Se entendió?
No es el hocuspocus el designio de Dios, sino que encontremos la manera de realizar prácticamente Su Voluntad de favorecernos, si es que está en Sus Planes.
Por otra parte, Él sigue operando de acuerdo a Su Sabiduría, por tanto, probablemente está haciendo milagros de los de la vieja factura, pero no nos damos cuenta.
Es cierto que muchas personas buscan atajos, soluciones rápidas y milagrosas. Desean que sus problemas se resuelvan por arte de magia, sin esfuerzo ni compromiso por su parte. Esta actitud, lamentablemente, suele ser fomentada por interpretaciones erróneas de textos sagrados o por líderes religiosos que prometen soluciones fáciles a problemas complejos.
A los mercaderes de la fe les encanta tener dominada y manipular a sus audiencias, usan, entre otras herramientas perversas: el temor y la esperanza. Te infunden terror con sus historias de demonios e infiernos, al tiempo que te prometen soluciones espectaculares e inalcanzables sin su intervención. Así doblegan y dominan a millones y millones, obteniendo poder sobre vidas y enormes cantidades de recursos económicos.
Por supuesto que los piratas de la fe atea hacen exactamente lo mismo, pero adorando a sus dioses que no son llamados dioses. Lo podrán llamar avance de la humanidad, derechos humanos, justicia social, progresismo, el pueblo, o como quieran decirle a sus dioses ateos, que no dejan de ser los mismos ídolos que sus ancestros adoraban, pero con otra vestidura.
Cuando encontramos que teniendo soluciones reales, no mágicas, hay resistencia a aceptar la ayuda de especialistas es un reflejo de esta tendencia de adorar al EGO y buscar atajos mágicos. Muchas personas creen que acudir a un médico, a un psicólogo o a cualquier otro profesional es una muestra de falta de fe. Sin embargo, confiar en la experiencia y el conocimiento de otros, los clérigos del EGO (en sus diversos colores y tamaños) es un acto de humildad y sabiduría.
La educación juega un papel fundamental en este tema. Es necesario enseñar a las personas a pensar de manera crítica, a distinguir entre emuná, fe y superstición, y a valorar el conocimiento científico. Solo así podremos superar la tendencia a buscar soluciones mágicas y a confiar en las herramientas que Dios nos ha proporcionado.
Pero, ¡cuidado! Como mencioné más arriba, no hacer ni de la ciencia, ni de la emuná, ni del propio Dios un ídolo al cual adorar y transformar en una representación del EGO.
En cuanto a la mención que hace de las personas cristianas, es importante señalar que, hasta donde sé, no todas las personas cristianas comparten esta visión. Existen muchos cristianos que valoran la ciencia y la medicina, y que reconocen el papel que desempeñan en la mejora de la calidad de vida. Sin embargo, es cierto que algunas corrientes del cristianismo promueven una visión más literal y fundamentalista de la Biblia, lo que puede llevar a interpretaciones erróneas y a actitudes poco racionales. Es que, gente que se esclaviza al EGO hay en todas partes, también el judaísmo cuenta con sus hijos perdidos en esa esclavitud, al igual que de cualquier otra religión o nacionalidad.
En conclusión, es fundamental fomentar una visión más equilibrada y racional de la existencia y nuestra relación con nuestra identidad espiritual. Debemos reconocer que Dios actúa a través de múltiples canales, y que la ciencia y la medicina son algunas de las herramientas más poderosas que tenemos a nuestra disposición para mejorar el mundo al día de hoy.
Que la paz reine pronto en Israel, Venezuela y en todos los corazones.
Tenga un excelente día con la Luz del Eterno brillando sobre su vida, shalom y bendición.
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