«[Canto de ascenso gradual. De David] Yo me alegré con los que me decían: ‘¡Vayamos a la casa del Eterno!’
(2) Ya se posan nuestros pies ante tus puertas, oh Ierushalaim [Jerusalén].
(3) ¡Oh Ierushalaim [Jerusalén], que ha sido edificada como una ciudad toda compacta!
(4) Porque allí subieron las tribus, las tribus del Eterno, es testimonio para Israel, para alabar el nombre del Eterno.
(5) Porque allá están los tronos para el juicio, los tronos de la casa de David.
(6) Pedid por la paz de Ierushalaim [Jerusalén]: ‘Vivan tranquilos los que te aman.
(7) Haya paz dentro de tus murallas y tranquilidad en tus palacios.’
(8) Por causa de mis hermanos y de mis amigos, diré yo: ‘Haya paz en ti.’
(9) Por causa de la casa del Eterno nuestro Elohim, imploraré por tu bien.»
(Tehilim / Salmos 122:1-9)
¡Feliz día de la reunificación de Ierushalaim!