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Yom Haatzmaut, el Día de la Independencia, es una celebración de la creación del Estado de Israel, un momento histórico que marcó el regreso de un Estado autónomo del pueblo judío en su tierra ancestral después de siglos de exilio. Es un día de alegría, orgullo y esperanza, en el que celebramos los logros que hemos alcanzado como nación y reafirmamos nuestra determinación de construir un futuro mejor.
Este año, Yom Haatzmaut se celebra en un contexto particularmente desafiante. La reciente escalada de violencia en la Franja de Gaza ha causado dolor y sufrimiento a ambos lados del conflicto. La maquinaria mediática en contra de Israel ha desatado un tsunami de desinformación y propaganda, buscando deslegitimar nuestra causa y demonizar a nuestro pueblo. Cosa muy típica del accionar judeofóbico… ¡Nada nuevo! Ya el padre de este engendro infernal, el maldito Göring profesaba que machacando con mentiras, finalmente la mente debilucha del vulgo ignorante la asumiría como verdad y viviría de acuerdo a ella. Lo vemos hoy día, basta solamente dar una rápida mirada a Redes Sociales, o a universidades, copadas por el odio y la corrupción, que poco tienen que ver con el espíritu creativo y sabiondo de las mismas.
Sin embargo, a pesar de estos desafíos, el espíritu del pueblo judío no se doblega. Yom Haatzmaut es un día para recordar que hemos superado innumerables dificultades a lo largo de nuestra historia, y que siempre hemos emergido más fuertes y más unidos.
La resiliencia del pueblo judío se refleja en las palabras del profeta Isaías: «No temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa» (Isaías 41:10). Estas palabras nos recuerdan que Dios está con nosotros, y que nos dará la fuerza para superar cualquier desafío. Ahora bien, tener las fuerzas y saber usarlas, ¡he ahí otro gran desafío!
Además de la resiliencia, Yom Haatzmaut también es un día para celebrar el optimismo del pueblo judío. A pesar de las dificultades que enfrentamos, seguimos creyendo en un futuro mejor, en el que israelíes y vecinos puedan vivir en paz y seguridad.
El profeta Jeremías nos ofrece palabras de esperanza: «Porque yo sé los planes que tengo para ustedes», declara el Eterno, «planes de bienestar y no de calamidad, para darles un futuro y una esperanza» (Jeremías 29:11). Estas palabras nos recuerdan que Dios tiene un plan para nosotros, un plan de paz y prosperidad. Cuando sea llegado el tiempo. Cuando hagamos nuestra parte de la tarea, de la cual somos socios junto a Él.
En este Yom Haatzmaut, celebremos la resiliencia y el optimismo del pueblo judío. Recordemos que hemos superado innumerables dificultades en el pasado, y que también superaremos los desafíos que enfrentamos hoy. Sigamos creyendo en un futuro mejor, en el que israelíes y vecinos puedan vivir juntos en paz y seguridad. Hagamos nuestra parte y esperemos que los demás, aprendan a hacer las que les corresponde. ¡Y qué Dios nos proteja!
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