Cuando publiqué hace pocos días este texto http://serjudio.com/creencias/vida-y-muerte/el-misterio-de-anhelar-lo-del-ms-all, recibió multitud de comentarios y fue compartido en redes sociales rápidamente.
Al parecer es uno de eso temas que atraen la atención y aviva el interés.
Entre las reacciones hubo una pregunta que me pareció interesante tomar para responder y por ello estoy escribiendo este artículo.
La misma era: ¿Por qué si el más allá es un estado superior y esencial respecto al mundo físico deberíamos esperar la resurrección como algo beneficioso?
Comencemos a responder.
Unos de los trece principios del judaísmo que se atribuye al gran Maimónides, hace eco de una antigua creencia de la Tradición:
Es mi convicción certera que habrá resurrección de los muertos cuando Dios así lo disponga, y entonces Él será conocido por todos a perpetuidad.
https://serjudio.com/rap2001_2050/rap2007.htm
En una fuente más antigua, la Mishná (Sanhedrín 10:1) se esablece:
Entre los que no tienen porción en el mundo venidero están aquellos que dicen que la resurrección de los muertos no está en la Torá.
וְאֵלּוּ שֶּׁאֵין לָהֶם חֵלֶק לְעוֹלָם הַבָּא, הָאוֹמֵר אֵין תְּחִיַּת הַמֵּתִים מִן הַתּוֹרָה
Notemos que NO dice “a los que reniegan o no creen”, sino a los que “dicen que no es de la Torá”.
Podría explicar la gran diferencia que esto hace, pero no es el momento.
Y notemos también que hace especial énfasis en lo que dicen que no es de la Torá, no en los que dicen que la resurrección no será real.
También da oportunidad para enseñar sobre esto, pero tampoco ahora es la oportunidad de hacerlo.
Simplemente dejo con ello constancia de un par de cosas.
1- Tengamos cuidado con las lecturas de las fuentes de los Sabios (en general, con todas), porque una palabra cambiada, una traducción un poquito errónea, un concepto desplazado, puede dar como resultado una tremenda distorsión que aparta del buen camino.
2- No nos apuremos a repetir como loros sin seso lo que escuchamos que se dice por ahí, aunque sea de boca de hombres con pinta de “rabinos”, con largas barbas, mantos rituales enormes sobre los hombros, o cosas por el estilo. La sabiduría no depende de poses externas, ni tan siquiera de títulos (aunque estos pueden acreditar a veces alguna cosa de cierta relevancia).
En resumen, hasta ahora no respondimos la pregunta que nos convoca aquí, simplemente dejamos establecido que estamos ante una creencia propia de la Tradición, con bases en la Torá y que por lo tanto debemos valorar y cuidar apropiadamente.
Sabemos que habrá resurrección, pero ¿cuándo? Antes, durante, después de la Era Mesiánica… ¡solo Dios lo sabe!
El hecho es que tenemos la convicción de que así será, cuando sea que fuera.
Se nos enseña también que esta vuelta a la existencia terrena no implica la eternidad corporal posterior, sino que seguirá habiendo muerte y finalmente retornaremos a ser lo que somos: Yo Esencial, NESHAMÁ.
Ya desprovistos del vehículo material del cuerpo, sin las chances que brinda la existencia terrenal, con todas sus pruebas y ocasiones de obtener lo que no se puede siendo solamente NESHAMÁ.
Así pues, que te quede claro que la meta NO es volver a la vida terrenal, sino que este retorno temporal es una etapa más en nuestro recorrido de perfeccionamiento.
Atención: el objetivo es la redención del mundo, del universo, no de la persona individual solamente.
Porque, este perfeccionamiento no debe ser visto desde la óptica reducida y egoísta de las religiones, como una “salvación personal”, no es colarse en el paraíso para disfrutar uno, ni tampoco adherirse a un ícono para que te rescate de infiernos y perdiciones. Esa obtusa pretensión tan chiquita, es del EGO y no de la NESHAMÁ.
Por el contrario, es una tarea global, que involucra a la Creación toda.
Es por ello que la resurrección se producirá, para conseguir elevar cada chispa de la Creación a su máximo potencial posible.
Porque, cuando empleamos los elementos materiales para la realización de tareas santas, estamos permitiendo que lo santo escondido en lo profano se manifieste.
Te doy un ejemplo bastante simple, pero creo que muy fácil de entender.
Cada vez que usamos dinero para TZEDAKÁ (caridad, ayuda económica al necesitado, apoyo a la difusión de Torá y valores trascendentes (como SERJUDIO.com o FULVIDA.com)), permitimos que ese componente social (la plata) transforme su potencial sagrado en realidad.
¿Se comprende?
Si quedan dudas, por favor plantearlas en la zona de comentarios que corresponde al post original en serjudio.com, del cual daré el link al final del artículo.
Otro ejemplo, cuando nos alimentos estamos proveyendo de materia y energía a nuestro organismo.
Si esa energía se dedica a realizar mitzvot o cualquier otro acto noble y trascendente, entonces aquello que ingerimos rescató su chispa de santidad a través de nuestra acción.
No sé si queda claro, espero que sí.
Dios podría hacerlo solo, obviamente; pero nos puso a trabajar como Sus socios en la tarea de convertir este mundo en la mejor versión posible del mismo, de acuerdo a nuestras posibilidades.
Por tanto, como la obra no ha sido concluida y el mundo sigue en exilio, se precisa que nuestro trabajo continúe y se haga.
Con la resurrección de los difuntos esto será mucho más intenso y con mayor dedicación.
Porque, la gente estará en una conducta coherente con la NESHAMÁ y no tan atontados por el EGO.
Entonces, se estará con mayor dedicación a disfrutar de lo permitido en este mundo, porque así no solamente gozamos aquí y adquirimos experiencia de placer para el más allá, sino que conscientemente estaremos ayudando a nuestro entorno a elevar su chispa de santidad.
Y nos apartaremos de lo prohibido, porque eso es lo éticamente (espiritualmente) correcto, sino que además con ello estaremos también rescatando la chispa de divinidad en aquello que no podemos disfrutar.
Para concluir, es necesario desterrar de nuestras mentes la creencia de que este mundo es malo, por el contrario, es muy bueno (así lo afirmó el Creador).
Pero no es el destino final de nuestro viaje, sino solamente una estación en el camino.
Tampoco es un lugar despreciable, un mero pasaje; sino una chance continuada de descubrir la santidad y revelarla, y con ello adquirir experiencia de placer en la eternidad.