«Avraham era anciano y muy entrado en días…»
(Bereshit / Génesis 24:1)
Ni uno de los días de su vida fue desperdiciado;
cada uno, y todo los días,
él lograba alcanzar alguno de sus cometidos,
o al menos, estaba en la tarea para llega a ellos.
El comienzo de cada uno de nuestros días
es el momento apropiado para proponernos las metas que deseamos alcanzar en la jornada.
Y cuando vamos a dormir, es cuándo preguntarnos «¿He sido fiel a mis cometidos?»
¡Les deseo Shabbat Shalom UMevoraj!
Moré Yehuda Ribco
http://serjudio.com/bereshit/jaiesara65b.htm