מָקוֹם שֶׁבַּעֲלֵי תְשׁוּבָה עוֹמְדִין — צַדִּיקִים גְּמוּרִים אֵינָם עוֹמְדִין
Makom she’baalei Teshuva omedim ein tzadikim guemurim einam omdin
En el lugar que se encuentran aquellos que hicieron verdadera TESHUVÁ, ni los completamente justos pueden encontrarse
(Berajot 34B, Sanhedrin 99A)
Visualicemos lo que a simple vista expresa el párrafo: hay uno que ha pecado pero luego ha comprendido su error y decidió recuperase de la caída, por lo cual emprende el proceso de la TESHUVÁ, que se traduce habitualmente como arrepentimiento, pero en realidad es más ajustado traducirlo como el retorno (a la esencia). Es decir, corrigió alguna parte de su Yo Vivido para ponerlo en sintonía con su Yo Esencial, en lugar de permitir que el pecado siguiera actuando y generando distorsiones en su personalidad. Este es un “baal teshuvá”, un maestro de la TESHUVÁ, alguien que está haciendo en verdad este importante y sagrado proceso.
Recordemos que la TESHUVÁ NO ES solamente para el que ha pecado y está dispuesto a corregirse, sino para cualquier persona que entiende que alguna porción de su Yo Vivido puede ser mejorada para que refleje mejor alguna parte de su Yo Esencial. Por tanto, NO ES exclusivo recurso del pecador, sino de toda persona dispuesta a mejorar, a fortalecerse en el camino de la ética/espiritualidad.
En tanto que el “tzadik gamur”, es una persona que no peca, creo que es más bien un personaje ideal e hipotético, el perfecto justo, puesto que como bien ha dicho el sabio:
«Ciertamente no hay hombre justo en la tierra que haga lo bueno y no peque.»
(Kohelet/Predicador 7:20)
Por supuesto hay gente leal al camino del Eterno, sea como noájida o sea como judío. Que trata de que cada pensamiento, palabra y acto sea fiel a los mandamientos que le corresponden. Que desea fervientemente estar en constante dedicación al servicio del Eterno y no apartarse en ningún momento. Pero, no existe la perfección en la creación, así que no le pidamos a ningún hombre que sea perfecto y que no tenga siquiera un gramo de desviación de su Yo Esencial. Porque somos humanos y no ángeles, y en eso está la gracia de habitar un cuerpo en este mundo físico y por eso hemos sido creados de esta forma.
En resumen, no hay justo perfecto, pero sí personas dedicadas en grado sumo a su perfeccionamiento.
Según se entiende de los que nos dice el párrafo del Talmud que estamos analizando, ocurre que hay gente que pecó y se ha corregido y por tanto tiene experiencias y cualidades que el que no pecó no tiene, o no ha desarrollado aún.
Pongamos por ejemplo una persona judía que ha disfrutado de comer hamburguesas de carne con queso, siendo que esto es una mezcla no permitida por las leyes de la Torá. Supongamos que sabe que es un alimento prohibido, pero sigue haciéndolo porque le gusta, porque no cree que esté haciendo nada malo a nadie, porque respeta a quienes siguen la dieta kosher pero no le encuentra relevante para su vida. Adrede peca, aunque no esté en oposición a la Ley ni se manifieste en rebeldía ante el Creador. Simplemente su EGO es más fuerte, su deseo de poder le nubla el entendimiento espiritual.
Hasta que un día despierta su conciencia espiritual y percibe cómo se ha apartado de la senda correcta. Si bien es cierto que no dañó a nadie, porque no es un mandamiento de los ético-sociales, ha estado lastimando su conexión espiritual. Ahora lo entiende y quiere corregirlo, por ello emprende con voluntad y determinación la senda de la TESHUVÁ.
Le podrá ser más fácil o difícil mantenerse en ella, depende de varios factores, pero lo que es indudable es que hasta ahora disfrutaba de las ricas cheesburgers, se deleitaba en su sabor, extraña la simpleza de conseguirla en cualquier lado, a diferencia de la comida kosher no siempre disponible y por supuesto que no mezcla cárnicos con lácteos, ni usa elementos prohibidos tales como tocino, jamón o similares.
Viendo este ejemplo comprendemos el esfuerzo que tiene que realizar, las pruebas a las que se verá sometido cada vez que se cruce por una casa de venta de comida chatarra, o cuando sus amigos le inviten a una salida, o etc.
Cosa que seguramente no afecta, o lo hará mucho menos con aquel que no se ha deleitado con el alimento prohibido y por tanto no tiene esa sensación de extrañar algo que le era familiar. Por ahí el justo tendrá curiosidad, pero no la apetencia física y emocional por algo que era normal y deleitable en su vida pasada.
Es así como se entiende generalmente el párrafo del Talmud y por lo cual el justo que no ha pecado no puede pararse en el mismo lugar que el que habiendo pecado ahora hizo TESHUVÁ. Porque no tiene la tentación, porque no tiene el adoctrinamiento, porque no hace el esfuerzo supremo de cambiar un hábito que no tenía en sí nada malo.
Me he enterado de que hay pastores que se hacen pasar por rabinos, como por ejemplo entre varios un cubano de apellido Hernández que se esconde detrás de varios alias y usurpa títulos, que usan esta interpretación para proponer todo tipo de cosas nefastas, obviamente que tergiversando y engañado a ingenuos para llevarlos a su corrupta costumbre y deplorable religiosidad. Por ejemplo, dicen cosas tales como: nosotros que hemos sido evangélicos y ahora somos “judíos mesiánicos” tenemos mucho más valor que los malos judíos de la casa de Judá, porque ellos nunca han estado en la religión pero nosotros sí; nosotros pudimos descubrir a Yahuhuahuhhuhua (o cualquier otro nombrete que le ponen al mítico Jesús) y con gran esfuerzo salimos de la religión pagana. Por eso somos mejores que los hijos de la mala simiente de Judá, que nunca estuvieron fuera de sus sinagogas de Satanás y se creen superiores por ello a nosotros. Pero son inferiores, lo dice el mismo satánico Talmú que ellos adoran. Nosotros que pecamos y fuimos salvados por Yashukuaujua moshijushua somos mejores, estamos en un sitio inalcanzable para ellos que siguen negando al Salvador Yushujujuesha.
Por supuesto que esta tergiversación de las cosas, no es más que lo habitual en estos mercaderes de la fe.
Ponernos a aclarar cada cosa es irrelevante, solamente que entendamos que esas personas no han hecho ninguna TESHUVÁ, no se quitaron de encima ninguna religión idolátrica y por el contrario están más metidos hasta la coronilla en lo prohibido y deleznable. Como lo hemos explicado cientos de veces, no es momento ahora de hacerlo. Solo lo menciono para que no sean más buenas personas llevadas a la maldición porque son estafadas en su buena fe.
También he sabido de “maestros” cabalisteros, jasideos y similares, que proponen otras cosas bizarras y nefastas, Como por ejemplo incentivan a sus seguidores a pecar para luego arrepentirse y así conseguir desarrollar facetas que de otra manera no se consigue, tal como hiciera hace varios siglos el infausto Shabetai Tzvi. Activamente buscar el lado oscuro, pecar, caerse por el abismo para redimirse luego y de esa forma liberar chispas de Divinidad que estaban atrapadas en el lado oscuro de la existencia. Cosas por el estilo, infames, maliciosas, degradantes siguen sucediendo pero son vendidas como santidad.
¡Mucho cuidado!
Allí no corre realmente la TESHUVÁ, no hay buen aprendizaje, no hay beneficio sino dolor.
Porque, al igual que sucede con el perdón de Iom Kipur, si alguien dice pecaré pero luego me arrepentiré y con ello obtendré la ventaja del pecado y de la redención, NO SERÁ perdonado y su pecado será doble y multiplicado.
No hay que pasear por el lado oscuro para hacer las cosas bien, sino hacer las cosas bien tal y como Dios manda.
Por otra parte, aquel que ha logrado vivir sin pecar está en un nivel superior al que pecó y ha transitado por la TESHUVÁ, cosa que dice en la misma página el Talmud arriba mencionado pero no aquí citado. Es otra opinión tan valiosa como la que estamos comentando ahora.
Es más poderoso el que nunca ha pecado porque teniendo la oportunidad de pecar se ha contenido y ha cumplido con fidelidad la Voluntad del Padre.
Lo dijimos, no hay persona justa perfecta así que el justo lo es porque se esfuerza en mantenerse en la senda sagrada. Por tanto, por eso mismo no puede ocupar el lugar del que pecó e hizo TESHUVÁ, ¡porque está en un nivel superior debido a su lealtad incesante y no porque el otro sea mejor por haberse corregido!
Como ves, ambos tienen fortalezas, pero a la hora de escoger, elige no tener que transitar el camino del pecado y el arrepentimiento pudiendo hacer el de la Divina Voluntad.
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