«Dijo Elohim: ‘Sea luz’ y fue luz.
Vio Elohim la luz que es buena y separó Elohim entre la luz y entre las tinieblas.»
(Bereshit / Génesis 1:3-4)
Tanto se puede estudiar y aprender, ¡tanto!
Y no me refiero a cuestiones metafísicas, o que intentan descorrer el velo de lo acontecido en un tiempo sin nombre ni memoria; estoy pensando en aquellas cosas que pueden servirnos para vivir mejor aquí y ahora, con plenitud, bondad, shalom. Una vida con sentido, trascendente, y que por lo tanto nos abre un existencia en el más allá con mayor deleite y bienestar.
Por ejemplo: si Elohim declara que la luz es buena, ¿por qué separarla de la oscuridad?
¿No hubiera sido mejor si en lugar de dar cabida a las tinieblas se hubiera permitido que la luz colmara todo el espacio, llenando así de lo que es bueno completamente la realidad?
Se pueden intentar varias respuestas a estas interesantes cuestiones, pero me limitaré a pocas ideas, que como dije, sirvan de manera práctica en nuestra vida cotidiana.
1- Si solamente existiera luz, sin siquiera un lugarcito para las sombras, entonces no habría posibilidad de ninguna otra cosa. Todo sería luz. Por tanto, no habría forma posible para todo el resto de lo creado, incluyéndonos nosotros.
Moraleja: agradezcamos tanto por la luz como por la oscuridad, pues ambas son necesarias.
2- El declarar la luz como buena no implica necesariamente que las tinieblas sean malas, o que no sean buenas.
No está declarado nada aquí acerca de la calidad de la oscuridad.
¿Quizás sea buena también?
¿Quizás su bondad sea tan evidente que por ello fue innecesario que el Eterno lo declarara?
¿Quizás no sea buena, pero tampoco mala?
¿Quizás es mala, pero su presencia indispensable, y por tanto de cierta forma buena?
Yo no sé si esto es cierto o no, pero vale la pregunta para no quedarnos pegados con el preconcepto de que si la luz es buena, necesariamente la tiniebla no lo es.
Enseñanza: no prejuzgues, pregunta y busca la comprensión aunque no llegues a la verdad.
3- De no haber contrastes, contradicciones, polos, sería imposible destacar la virtud de la carencia.
Moraleja: para disfrutar es necesario conocer la falta.
4- El Eterno es quien juzga lo que es bueno de aquello que no lo es.
Enseñanza: debemos tener en cuenta lo que Él nos reveló a través de sus profetas fieles. La moral depende de las modas humanas; pero la ética tiene una base espiritual, proviene de Dios. Cuando entran en contradicción la moral con la ética, debemos atender a ésta última.
5- El Eterno es el creador de todo, de las tinieblas así como de la luz, de lo bueno como de la falta de bien; y sin embargo no quiere que se mezclen y se conviertan en un caos, en algo sin distinción ni provecho. Para cada cosa hay un tiempo y lugar.
Moraleja: cuando se debe sembrar, no es tiempo de cosechar. Cuando estamos recolectando, no es momento de repartir las ganancias que todavía no llegaron.
6- Si la luz fuera símbolo de lo espiritual y la oscuridad de lo que no lo es, la conclusión podría ser que ambas son necesarias.
Enseñanza: si bien la luz es la declarada buena, y por tanto la que debe “alumbrar” nuestros pasos para andar por un bello camino; también la oscuridad tiene su valor, siempre y cuando quede al servicio de la luz.
Bien, hasta aquí unas poquitas y simples ideas, ¿se te ocurran algunas otras que quisieras compartir con nosotros?
Gracias por el Texto More Ribco.
Se me ocurría que tenemos la percepción de hay mucha más tinieblas que luz. Pero no quiero prejuzgar si esto es bueno o no , porque no somos nosotros los que declaramos que es bueno y que no es.
Tal vez la moraleja es que si hay poca luz, y ya que es buena, la cuidemos como a los recursos naturales, paraque no se extinga. ¿me corrige por favor?
Me recordó un viejo texto que quisiera enlazar con este http://fulvida.com/info/desafio_noajida.htm