Parashat Ki Tetzé 5768

Shabbat: Elul 13, 5768; 13/9/08

Un comentario de la Parashá Ki Tetzé (Devarim 21:10 – 25:19)
*¿Contra quién se batalla?*

Shalom querido compañero de estudio, bienvenido nuevamente a este nuevo encuentro semanal.

Otra vez nos disponemos a comentar un breve pasaje de la parashá semanal para de ese modo cumplir con el mandamiento judío de estudiar Torá y así obtener una porción de buen alimento para nuestro espíritu.

En las primeras palabras de la parashá leemos:

«Cuando salgas a la guerra sobre tu enemigo»
(Devarim / Deuteronomio 21:10)

¿Notas algo sobresaliente en este párrafo? ¿Hay algo que te llame la atención?
Presta atención y recuerda que no hay ni siquiera una letra de más (o de menos) en la eterna y perfecta Torá.

Te respondo, con una pregunta:
¿Acaso se sale a la guerra contra alguien que no sea un enemigo?
Pareciera que no, ¿verdad?

Pero, si repasamos muy rápidamente la Historia comprobamos que en más de una oportunidad hubo guerras por conveniencia (generalmente económico o de ejercicio de poder), en las cuales no se enfrentaba una nación con su real enemigo, sino que con la agresión se avasallaba a un amigo (o neutral).
(Hubo otras guerras en las cuales no se agredió a un enemigo, por otros motivos que no viene a caso mencionar ahora).

Lo interesante es que en la Torá se nos observa que la nación judía no puede tomar la guerra como asunto de provecho, ni para glorificación insensible, o dominación imperialista.
Las guerras han de ser contra reales enemigos, gente que está dispuesta a aniquiliar a la nación o a los individuos. Gente contra la cual hay que salir a la guerra, como mecanismo último de auto-preservación.

No en vano a la hora de designar a las fuerzas armadas del Estado de Israel se escogió el de «Ejército de DEFENSA de Israel», con la clara intención de hacer de esta fuerza una muralla de protección y no un agente invasor.
En el alma del individuo judío, en el alma de la nación, no se encuentra el afán corrupto de agredir a los inocentes, sino el de vivir en paz, en armonía, en respeto, en ánimo positivo.

Es por esto que las guerras de los judíos han sido siempre para defender su vida (o del inocente), para resguardar su integridad, para cuidar a los débiles del ataque artero de los feroces, para que reluzca la justicia, para que se restablezca el orden.

Sin embargo, tenemos un enemigo constante, contra el cual tenemos que batallar a diario. Es un enemigo sigiloso, sumamente engañoso y peligroso.
Tiene varios nombres, uno de ellos es Ietzer HaRá (tendencia natural a lo negativo), pero también se lo conoce como «EGOÍSMO exacerbado».
Contra este egoísmo nocivo debemos estar entrenados, para dominarlo, para ser su amo y no su esclavo.

No es casual que en pocos días estemos en Rosh HaShaná, el día del juicio universal en el cual cada persona del mundo es juzgada fielmente por el Eterno.
No es casualidad que leyamos esta parashá, pues en buena medida sirve para recordarnos nuestra obligación de amarnos a nosotros mismos, de ser «positivamente egoístas», pero cuando el EGO quiere embaucarnos y hacernos perder de la buena senda, no debieramos dudar ni un instante en salir a la guerra en contra de él.

Por último, es llamativo en el pasaje que diga «salir sobre» y no «salir contra» el enemigo.
Esto es así, pues nos indica que si bien el enemigo puede parecernos poderoso, capaz de derrotarnos, en realidad está por debajo nuestro, tenemos el poder para imponernos sobre él.
Quizás no sea fácil ni rápido, pero está a nuestro alcance.

Y recordemos la frase:

«No se jacte tanto el que se ciñe (la espada para salir a la guerra) como el que se desciñe (al terminar la batalla).»
(1 Melajim / I Reyes 20:11)

Fue dicha por un rey de Israel a un rey extranjero. Éste venía con un inmenso y poderoso ejército, realmente horrísono (que con sonido ya causaba pavor en la gente). En cambio, el ejército de Israel era escuálido.
Pero, el rey de Israel (por orden del profeta) explicó: «No cantes victoria antes del pártido».
Ya que muchas veces el que parece fuerte, cae ante el que parece débil (recordemos el clásico ejemplo de David y Goliat).

Así pues, la batalla puede ser compleja, pero la victoria será nuestra, si actuamos con lealtad, con justicia y con bien.

¡Te deseo a ti y a los tuyos que pasen un Shabbat Shalom UMevoraj!
¡Qué sepamos construir shalom!

Moré Yehuda Ribco

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Otros comentarios de la parashá, resumen del texto, juegos y más información haciendo clic aquí.

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orah

amazing!
nunca lei un perush tan interesante!
(el del yetzer arah ,si)..
Am israel jai!

orah

er, lo de las guerras  no por provecho,o glorificacion insensible ,dominacion imperialista etc..
el rol del ejercito israeli como defensa no atacante per se.
esas midot positivas q’ hay en nuestro pueblo de buscar la paz ,etc

lo demas es muy interesante tbn(aval karati kvar po beshama perushim meod domim..)

orah

ma she najon -najon!
pero tus perushim son gralm. muy  originales..

orah

se ve  claro q’ tenes fuentes..todos los comentadores la tienen..
la dif. q’ vos agregas de tu propio repertorio tbn..y eso s lo original..jej

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