Iom Ierushalaim-El agradecimiento

Iom Ierushalaim-El agradecimiento

 

El rey Jizkiahu fue rey de Israel mientras Israel estaba bajo dominio de Ashur/Asirio. El reino de Israel se hallaba en realidad subyugado, por lo que abonaba un impuesto al Rey Asirio. Cuando Jizkiahu decidió interrumpir este abono se desató una guerra, en la que Sanjerib, rey de Asiria atacó Ierushalaim. Tras un milagro del Eterno en la que el enemigo fue atacado por una epidemia, y el Reino de Iehudá volvió a su independencia y soberanía, sin tiranías opresoras.

La Guemará nos cuenta que el TodoPoderoso quiso hacer de Jizkiahu el Mashiaj/Mesías de Israel, pero debido a que no agradeció en forma debida al Eterno no lo ameritó.(Tratado de Sanhedrin 94a)

Cabría preguntar: ¿tan grave fue este pecado de la falta de agradecimiento? Cualquier persona con cierto sentido común sabrá que no es una cualidad elogiable la falta de valoración o de agradecimiento. Pero si pensamos que el Eterno mismo puso como postulante para traer la Guehulá/redención y hacer de Mashiaj a Jizkiahu y no lo hizo únicamente por este pecado, vemos que no es solo otro error o pecado más, sino algo aún más profundo.

 

El Mashiaj es aquella persona que corregirá el pecado del mundo. El llamado “Pecado Original” de Adam Harishón consta de 2 pecados.

1) Haber comido del árbol del Conocimiento

2) Falta de agradecimiento al Eterno.

 

Cuando Adam echó la culpa a Javá de haberle dado del fruto prohibido, renegó del bien recibido por Dios (ver Rashí 3:12, y A. Zará 5b) y fue este un pecado más grave que el primero. Y justamente no puede ser tolerable esta falta en aquel que debe de mejorar y enmendar, a través de valorar las bondades del Eterno y agradecer.

Es fácil agradecer y alabar al Eterno por hechos que no nos dejan lugar a duda que fueron realizados en forma directa por Su mano, tales como la partición del mar Rojo, pero la verdadera prueba está cuando existe la posibilidad de hacer depender nuestro éxito en otros agentes y olvidar al Eterno. Tengo éxito en los negocios por que tomé las decisiones correctas, o trabajo mucho y lo merezco. Hemos tenido éxito en la guerra por que usamos las estrategias  acertadas, o el enemigo erró el tal o cual cosa…. Todo es lógico, menos la intervención del Eterno.

 

Podemos imaginar varias razones por las cuales Jizkiahu no dijo Halél agradeciendo al Eterno:

 

1) Razones religiosas: en las fuentes encontramos que el Rey Jizkiahu hizo hincapié más que nada en el estudio de Torá. La Guemará nos cuenta que “Clavó una espada en la entrada de la Casa de Estudio para que no saliese nadie…” y también es sabido que en sus días no fue encontrado un chico de 5 o 6 años que no era experto en las leyes de pureza e impureza (considerados de los temas más complicados dentro del estudio de la Torá). Por lo que vemos que Jizkiahu fue del estilo “religioso” que centralizaba el judaísmo en el estudio de la Torá (suena conocido?) por lo que obviamente desvinculo un asunto mundano, y político (la liberación e independización del reino de Iehudá) de la “santidad”, por lo que no dijo Halél.

A pesar de ser este un enfoque aparentemente lógico vemos que a los ojos del Eterno no halló gracia, quizás algo de este enfoque no está correcto.

 

2) Razones éticas:La Guemará nos cuenta (Berajot 10a) que Jizkiahu hace las cuentas y cálculos del Eterno. A Jizkiahu luego de ver 185.000 fallecidos en la epidemia no le pareció adecuado cantar en alabanza al Eterno teniendo delante suyo los cadáveres.

Y esta excusa otra vez, aunque pueda parecer en parte correcta es considerada por el Eterno como un pecado

 

3)Razones nacionales: en los días de Sanjerib fue destruido el Reino de Israel, por lo que no había tanto motivo para alegrarse.

 

Todas estas razones no dejan de ser una falta.

Pero la Guemará nos cuenta que si bien Jizkiahu no dijo Halél alguien SI dijo. La “Aretz”/Tierra sí dijo: “Del extremo de la tierra se oyeron los cánticos…” ¿Qué significa que la tierra haya cantado? Sino que “Ame Haaretz”/la gente del pueblo, la gente simple, ellos sí fueron los que cantaron. Quizás no el gran sabio y rey, pero la gente simple fue la que tomó la iniciativa de enmendar el pecado original de la falta de agradecimiento.

 

En pocas horas será Iom Ierushalaim, el día que recordamos la liberación del Kotel, la ciudad vieja de Ierushalaim, y tantas otras partes de Eretz Israel. Sepamos valorar, y agradecer las bondades del Eterno. Abramos nuestro corazón y cantemos, no cometamos el error de Jizkiahu.

 

Feliz Iom Ierushalaim!!

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Yehuda Ribco

la reunificacion de ierushalaim, cosa grande en si misma.y simbolo de la reunificacion de uno con su ser espiritual.
mil gracias

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