Intuición de Shavuot

Intuición de Shavuot

Por

Shaúl Ben Abraham Avinu

Para Serjudio.com

Cada año todos los judíos nos preparamos por 49 días para recibir uno. Y es día no es un día cualquiera, es quizás, el día más importante de todo el calendario hebreo por la simple y gran razón que en ese día recibimos la Toráh y sin ella difícilmente comprenderíamos todos los niéveles espirituales que se inscriben en cada una de las fechas y las estaciones del año, además de otras muchísimas cosas que se aplican a la vida personal y colectiva del pueblo de Israel sobre las cuales, dado que mi propósito es otro, no voy a extenderme.

Shavuot es una festividad paradójica por muchas razones, pero la que quiero resaltar aquí es la de orden temporal: dura un solo día, pero es quizás sobre el que más se ha escrito en toda la extensa literatura hebrea y cuyo tema central, y lo digo sin exageración, daría para una eternidad: la entrega de la Toráh. Los miles de volúmenes que existen en el judaísmo que explican y que disertan sobre el evento más importante para la humanidad dan cuenta de esa afirmación

Dado lo anterior en este escrito solo quiero hacer un simple y pequeño aporte que intuí y de algún modo “descubrí” mientras leía, durante los susodichos 49 días, la declaración previa que antecede a la bendición por la cuenta del omer tal y como aparece en los sidurim sefarditas, y que trascribo aquí tal y como aparece en el Sidur Bircat Shelomó (pg. 192-193, Editorial Jerusalem de México, 2001) uno de los más populares de habla hispana:

En aras de la unión del Santo, bendito es, con su Presencia con temblor y temor, a fin de unificar el nombre divino con unificación perfecta, en nombre de todo Yisrael nos disponemos ahora a cumplir el precepto de la cuenta del omer con el propósito de efectuar la rectificación espiritual de este precepto en los ámbitos superiores junto con todos los preceptos que están incluidos en el. A fin de complacer al que nos formó y cumplir la voluntad de nuestro Creador. Que esto sea contado delante de El como si hubiéramos tenido en mente todas las intenciones apropiadas. ¨que la dulzura del Eterno nuestro Dios, este sobre nosotros, y que el establezca la obra de nuestras manos: que afirme la obra de nuestras manos. (Tehilim 90:17) El Eterno cumplirá conmigo. Eterno tu bondad es eterna; no descuides la obra de Tus manos¨. ¨Llamare al Dios Altísimo, al Dios que cumple conmigo. ¨pase junto a ti y te mire revolcándote en sangre y dije: -por tu sangre vivirás y te dije:- por tu sangre vivirás. ¨Bendice alma mía al Eterno. Eterno, mi Dios, ¡cómo te has engrandecido! Te has revestido de gloria y majestad; envuelto en luz como en un manto, extiendes los cielos como una cortina” (ibid. 104:1)

Dentro de dicha declaración se incluyen varios pasajes del Tanaj, pero me llamó profundamente la atención algo bien particular cuando se cita el Tehilim 104: 1 en el que David dice :

בָּרְכִ֥י נַפְשִׁ֗י אֶת-ה’ ה’ אֱ֭לֹהַי גָּדַ֣לְתָּ מְּאֹ֑ד ה֭וֹד וְהָדָ֣ר לָבָֽשְׁתָּ:

עֹֽטֶה-א֭וֹר כַּשַּׂלְמָ֑ה נוֹטֶ֥ה שָׁ֝מַ֗יִם כַּיְרִיעָֽה:

Quiero detenerme en las siguientes frases, empezando dónde dice HaShem Elokay gadaltá meód (HaShem mi Di-s mucho te has engrandecido) y luego comienza a describir en un orden, que aún no sé si es ascendente o descendente, de estados de crecimiento y que enuncia llamándolos de la siguiente de acuerdo: 1) revestirse (lavashtá, que dicho sea de paso es un vocablo que salvo la letra lamed, que está para hacer el verbo, alude al shabat, o al menos lo recuerda) de gloria (hod) y majestad (hadar); 2) está envuelto en Luz (Or) como en un manto (shalmá, que alude a Shalom) y 3) la extensión de los shamaim (cielos). Así pues lo que percibo al leer este verso es que Hashem “crece” desde Él hacia nosotros por una serie de pasos o estados que aquí son identificados como:

1) Hod

2)  Hadar

3)  Or

4) Shamaim.

Ahora bien si se incluye a Hashem Elokay del principio vendrían a ser cinco niveles. Así pues habría cuatro “engrandecimientos” y  tres procesos que los generan, a saber:

1)  Revestimiento (para Hod y hadar)

2) Envolvimiento (para Or)

3) Extensión (para Shamaim)

Lo que no sé es como involucrar el manto y la cortina ahí mencionadas qué, por lo que alcanzo a entender, son como dos barreras que así como encubren señalan, así como develan revelan. La pregunta que me surge seria, ¿son acaso estas expresiones de David otras formas de hablar de los olamot (mundos) que se explican en la cabalá? ¿Cómo puede relacionarse esto con los estados del alma que menciona el Moré Ribco en la cterapia? Y desde luego, ¿cuál es su relación con el omer? Yo lo veo como un sentimiento de expansión en el alma del salmista que se está percatando que Hashem crece en él.

Y más aún, considero y entreveo que estos niveles están íntimamente entrelazados con los cinco nombres que tiene la fiesta de Shavuot (Jag HaShvuot, Zeman Matan Toraténu, Jag Hacatsir,Jag Habicurim, Atséret) los que sin duda se enraízan en los cinco libros de la Toráh y otras muchas correspondencias que los grandes jajamim han sabido hacer reconocer para Shavuot y que giran en torno al número 5 y sus potencias.

Yo quisiera que aquellos que leyeran esta nota me ayudaran a pensar en este tema a fin de dilucidar en conjunto un mensaje, a mi parecer rico y hermoso, digno de ser pensado; pero más allá de mi interés las pregunta centrales, las de la reflexión y las que se debe aplicar a la vida personal, serian: ¿Nos revestimos, nos envolvimos, nos extendimos en éste Shavuot en y de HaShem? Y siguiendo las ideas del Salmista, ¿en qué nivel consideran que estamos colectiva e individualmente?

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