Hay infinidad de interpretaciones, enseñanzas, teorías y mucho más al respecto de las diez plagas que la Torá menciona que Dios envió a Egipto para manifestar Su poder, hacer padecer a Faraón y los egipcios, así como apurar la salida de la esclavitud de los hebreos.
Hoy veremos rápidamente una que nos explica que cada una de ellas tenía la intención de corregir algún defecto en los valores y conducta de los egipcios, es decir, no solamente atacar la economía del país en su momento y llevar la inestabilidad al imperio, sino también que fungiera como breve manual de crecimiento personal.
Es por ello que esta enseñanza puede servirnos para perfeccionarnos al reconocernos en algunas de estas cuestiones negativas y no precisar de “castigos divinos” para alejarnos de lo perjudicial y acercarnos a lo beneficioso.
- DAM / sangre: representa el enojo.
Éste tiene una función natural saludable, pues es una alarma de que hay algo que nos está provocando una impotencia o incomodidad y que no estamos haciendo lo necesario para corregir la situación. Pero es solamente eso, una señal, una alerta, que luego de los instantes útiles para atraer la atención debiera apagarse y en modo alguno convertirse en conductas violentas, irracionales y destructivas. No podemos pretender que la alarma del auto siga bocinando todo el tiempo para que las cosas se solucionen automáticamente, ni pretender que la reacción violenta encontrará el mejor camino para resolver situaciones conflictivas que nos dejan en situación de impotencia.
La plaga de sangre nos dice, mientras dejes que la calentura se apodere de ti, el resultado probablemente será destructivo y no favorecedor del progreso y estabilidad. - TZEFARDEA / ranas: representa la cháchara, la charlatanería, la chismografía.
¡Cuánto daño nos hace y hace la palabra usada como cuchillo y flecha!
Es un don maravilloso el del lenguaje, podernos desenvolver y comunicarnos de manera eficiente y productiva.
Pero, cuando está en función de molestar, importunar, revelar secretos que deben permanecer como tales, chismear, murmurar, incitar el odio y otras cuestiones perversas, es que el don maravilloso se transforma en un enemigo mortal.
Las ranas estaban entrometidas en todas partes, ¡pero en todas eh! Castigaban con su ruidaje, no solamente con su presencia. Agobiaban y angustiaban croando sin parar, llevando el bullicioso infernal hasta el colmo.
Esta plaga nos dice que aprendamos a usar la palabra con inteligencia y sensibilidad, seamos expertos en Comunicación Auténtica. - KINIM / piojos-moscas: los que no avanzan por mirar el punto faltante.
Hay gente, muchísima, que tiene la tendencia a mirar el pequeño defecto o contratiempo, el huequito vacío del vaso casi totalmente lleno. Por esa ínfima escasez ya todo el resto no tiene valor ni provecho. Se obsesionan con el error, la falta, el pecado, el dolor, la torpeza, la pobreza, es decir, con todo lo que demuestra que están en desventaja o padeciendo de alguna impotencia. Y se quedan pegados a esa impotencia, la exageran hasta convertirla en un real impedimento para crecer y disfrutar.
Son los que abran una gran sábana matrimonial blanca, bella, reluciente pero que tiene una motita negra y lo único que perciben y les interesa es ese diminuto punto casi invisible.
Con KINIM debemos aprender a fluir, a soltar, a dejar correr las cuestiones para enfocarnos en lo que realmente produce ventajas, bendición, beneficio, placer.
No es una invitación a negar los hechos y mirar para otro lado ante las dificultades, sino tener en cuenta todo pero estar concentrados en lo que permite avanzar y no en lo que estanca. - AROB / bichos y/o bestias: la bestia que tenemos dentro.
Nuestras reacciones naturales y espontáneas de ataque/huida (los instrumentos del EGO) son útiles y necesarias para las situaciones que fueron diseñadas por “la Naturaleza”. Es decir, cuando estamos sometidos realmente a una situación de distrés a causa de un peligro real inminente.
Pero, como ya hemos enseñado en cientos de oportunidades, permitimos que el EGO nos controle y estamos todo el tiempo reaccionando desde él, a través de la bestia que llevamos dentro, los resultados suelen ser catastróficos, dolorosos, demoledores.
Aprendamos a tomar conciencia de los impulsos del EGO pero no reaccionemos ante ellos, sino permitamos a nuestro sistema cerebral más evolucionado evaluar y decidir una respuesta eficiente y constructora de SHALOM. - DEVER / peste en ganado: la corrupción.
Multitud de dramas y dificultades del mundo se evitarían si las personas fueran menos corruptas. Por lo general tildamos de tales a políticos, jueces, sindicalistas y otros que ostentan cierto poder público. Ciertamente es así, la corrupción es un efecto de estar en posesión de un determinado poder EXTERNO sin estar habilitados internamente por el poder real, que es el de controlar nuestra conducta para llevarla por el camino de la ética. Esto no solamente sucede entonces con las figuras públicas, sino también en casa, con hijos, parejas, padres, etc.
Nos dejamos llevar por nuestra cuotita de autoritarismo y desbarrancamos, provocando con ello daños, angustias, miserias. - SHEJIN / llagas en la piel: la humillación.
Hay personas que tienen la pasión de humillar a otros, de avergonzar y maltratar, como si apocando a otro ellos fueran mejores. Sabemos que cuando destratamos a alguien no solamente no somos superiores sino que estamos publicitando que somos inferiores.
Y están los que tienen tanta obsesión con no ser avergonzados que viven torturados para hacer/decir lo que suponen queda bien a ojos de otros. Tanta energía y dedicación ponen a satisfacer lo que suponen juicio ajeno, que su vida es una tortura y se les pasa en inutilidades. Para peor, no tienen un día de paz y tarde o temprano son avergonzados.
Con esta plaga podemos aprender que las opiniones de otros son solamente eso: opiniones, y valen como tales. Es lindo ser elogiado y tener aprobación social, pero el aplauso más valioso es el honesto aplauso que uno mismo se da por estar actuando correctamente de acuerdo a la ética (ley espiritual, que no es lo mismo que la moral, la norma social). - VARAD / granizo: la vanidad.
La gente que te mira desde arriba y es condescendiente sin dudas anda con la autoestima desbarajustada. Es cierto que podemos ser mejores que otros en ciertas áreas, pero también peores. Ni una ni otra son causa para tratar a otros como si fuéramos perdonavidas.
El vanidoso es alguien que está lleno de aire, se infla y tan hinchado está que cualquier roce con la realidad lo puede hacer estallar.
Viene el granizo y nos dice que tengamos cuidado, siempre hay alguien por encima nuestro y sin saber cómo ni cuándo, todo lo que construimos fantasiosamente puede ser derrumbado.
- ARBE / langostas: la ostentación.
Es fabuloso tener plata, es una bendición ser rico. Disfrutar de lo material, dentro de lo legal y permitido, es una de las obligaciones éticas de la persona.
Pero no somos nuestro dinero, ni tampoco nos definimos por lo que tenemos.
La gente que hace ostentación de sus bienes materiales, está escondiendo su debilidad emocional. Por ello, que bueno es cuando el que tiene goza de ello y especialmente cuando lo consigue compartiendo con el menos afortunado.
Porque de repente, como sin darse cuenta, el poderío económico puede desaparecer, o podría seguir estando pero uno no ser capaz de disfrutarlo.
Otra ostentación es la de ser quien no se es, por ejemplo haciéndose pasar por humilde, sabio, respetuoso, sensible, etc. sin serlo.
Nos enseña esta plaga a disfrutar de lo permitido pero especialmente a ser humildes y sensatos por lo cual generosos realmente. - JOSHEJ / oscuridad: la ignorancia.
¡Cuánto daño hacen las buenas intenciones sin conocimiento de causa!
Pero mucho más lo hace la ignorancia que se alía con las malas intenciones. Esto demuestra una ignorancia mucho más profunda y terrible.
Cuando estamos sometidos a la oscuridad que paraliza, como lo estuvieron los egipcios, podemos estar rodeados de belleza, riqueza, amistad, placer, diversión, inteligencia, bondad y mil cosas más, pero somos incapaces de darnos cuenta y por tanto lo desperdiciamos.
Aprender, aprender a aprender, quitarnos de encima hasta donde podamos el Sistema de Creencias, llorarnos de LUZ, ser faros de luz para otros, todo ello nos permite una vida de más deleite y una posteridad brillante. - BEJOROT / muerte de los primogénitos: creernos el centro del mundo.
Todas las anteriores actitudes suelen confluir en esa persona que se cree el ombligo del mundo. A veces está disfrazada esta creencia por su contraria, como que no vale nada y es un perdedor. Pero en el fondo se siente looser y nada porque su sueño más profundo es estar sobre todos los demás porque sí, simplemente por ser quien es.
Nos recuerda esta plaga, la única destinada a que muriera gente, que podemos estar vivos pero incluso así estar muertos.
Si no construimos SHALOM, con acciones de bondad y justicia en pensamiento, palabra y actos, entonces nos vamos convirtiendo en marionetas de nuestros impulsos y perdemos el sentido de ser la mejor versión posible de nosotros mismos.
Bello texto Moré, agradecido.