Si algo nos enseña historial del patriarca Iaacov es que con oraciones, repetición de lemas, buena onda, amabilidad, esfuerzo, dedicación, astucia, agresividad, diezmos, negociaciones, firmeza, flexibilidad, blandura, ingenuidad, lindas palabras, escapes, reconciliaciones, engaños, malabarismo intelectual, sentimentalismo, sueños, riqueza, pobreza, indigencia, indulgencia… no es suficiente para coordinar el Yo Vivido con el Yo Esencial.
Iaacov sigue obstaculizando el surgir y permanencia de Israel.
El camino del constructor de SHALOM no es fácil, pero resulta sencillo cuando se lo aprende y se lo aprende a realizar.
Pronto los pensamientos, palabras y actos de bondad y justicia ocupan todos los resquicios.
El alma se va acomodando al espíritu, la persona encuentra que detrás de máscaras consciente y caretas inconsciente, detrás de los disfraces y uniformes hay una cara, un rostro verídico y de santidad.
¿Estás en ese camino?
Subscribe
Please login to comment
0 Comments
Oldest