Parashat Beshalaj 5765

A la vuelta de la esquina

En la parashá leemos:

«Llegaron a Elim, donde había doce manantiales de agua y setenta palmeras, y acamparon allí junto a las aguas.»
(Shemot / Éxodo 15:27)

Luego de que los hebreos abandonaron Mara, arribaron a Elim, en donde las aguas bullían a plenitud y satisfacción. Había sombra y solaz. Un remanso de paz y placer en medio del yermo abúlico que los rodeaba. La antítesis de lo que habían soportado en Mara, lugar extenuante, pleno de amargura y desolación.

El Jafetz Jaim comentó que nosotros, como mortales y restringidos a nuestro ser físico, tenemos una visión limitada de la realidad. A causa de nuestra corta visión, constantemente sentimos como si nos estuviera faltando algo, como si careciéramos de algo importante.
De continuo nos sentimos en Mara, amargados y asediados por amargura.
Como solía decir un consultante mío: «La vida es una miseria, y la gente es injusta».
Tal suele ser el sentimiento recóndito de muchas personas, que descubran pesar y desamparo a cada paso.
Pero en verdad, si los israelitas se hubieran dado cuenta cuando estaban en Mara que a la vuelta de la esquina había un oasis pleno de gozo, frescura y relax, seguramente hubieran estado menos ansiosos, más calmos, y diseminando menos furia en su rededor.
Si en lugar de detenerse y petrificarse en la queja y en la sensación de falta, aprendemos a valorar las posibilidades y recursos potenciales, estamos más cercanos a apagar la sed de nuestras emociones negativas.

Como continúa diciendo el Jafetz Jaim, el origen del pesar de la gente en Este Mundo, radica en que son incapaces de ver lo que está por llegar, en el corto lapso, ¡y cuánto más a largo plazo! Así que por muchas cosas nos quejamos y apenamos, cuando de hecho algo mejor está más próximo de lo que imaginamos, pero no percibimos.
Como no lo esperamos, ni lo percibimos como una posibilidad real, cuando aparece, solemos dejarla pasar, la desechamos, la ignoramos, y entonces confirmamos que nuestro sentimiento oscuro era real..
Es decir, somos artífices (en buena medida) de nuestras faltas y dolores.

El mejor antídoto natural que se tiene para combatir esta pesadumbre, es afrontar cada instante de la vida con una Actitud Positiva/Constructiva. Estar listo para aprender de las experiencias pasadas, y buscar creativamente la solución en lugar de conformarnos con la respuesta ya conocida: no se puede.
Atención: actitud positiva no significa vivir en un mundo de fantaseadas ilusiones, y creer que porque uno piensa «en positivo», ya todo está bien.
La verdadera actitud constructiva implica un ejercicio constante de creatividad, responsabilidad, esfuerzo y desapego adecuado.

Si revisamos nuestro pasado, la historia personal o colectiva, podemos comprobar que en numerosas ocasiones lo que parecía ser un hecho penoso realmente era un prolegómeno para una salvación, un triunfo, un avance o una mejora.
No siempre es fácil, sencillo o agradable darse cuenta de esto, pero allí está a la vista.
Como ya sabemos, la semilla ha de marchitarse y morir para que de su cadáver emerja un frondoso árbol, pleno de vida y prosperidad.
No siempre la semilla muere y crece en su lugar un árbol, pero si se procuran las condiciones idóneas, las probabilidades de alcanzar el éxito son mayores.

Si desarrollamos mayor confianza en el Todopoderoso, seremos capaces de enfocar mejor nuestra mirada, y tener paciencia y actuar de la manera correcta para sacar el mejor provecho de cada situación, incluso de las dolorosas, apartando la impaciencia, el miedo y la desesperanza.

Ser más paciente y actuar con sabiduría, es una herramienta indispensable para ser un triunfador.
Mantener una actitud positiva/constructiva, es una clave para el buen vivir.

¡Les deseo Shabbat Shalom UMevoraj!

Moré Yehuda Ribco


Notas:

-Otras interpretaciones de este pasaje de la Torá, y más estudios los hallan HACIENDO CLIC AQUÍ, AQUÍ y AQUÍ.

Relatos, anécdotas y enseñanzas

Recibimos este email:

Un Gerente está con un paquete de hojas frente a la trituradora de papeles.
Luce desconcertado, mira por un lado, mira por el otro.
En eso pasa un empleado y muy amablemente le dice: «¿Le ayudo?».
El Gerente agradecido contesta: «Muy amable, parece que me quedó grande la tecnología».
El empleado muy diligente toma el paquete de papeles, los coloca en una
ranura y se oye el sonido de los papeles cuando se hacen trizas.
El empleado le dice al Gerente: – «¿Ve que fácil?» y el Gerente pregunta: – «¿Y por donde salen las copias?».
Moraleja: No se meta a donde no lo han llamado si no sabe de qué se trata o
pregunte primero antes de entrometerse!!
Uno siempre quiere adivinar lo que el Jefe espera, no se las de de adivino
es un muy mal método.
Atte. Un nuevo desempleado.

Preguntas y datos para meditar y profundizar:

  • ¿Cómo se relaciona el relato con el comentario a la parashá que hemos brindado?
  • ¿Cuántas veces usted habló o actuó basándose en presuposiciones, y no en una comunicación auténtica?
  • Lo que esperas…
    «El que observa el viento no sembrará, y el que se queda mirando las nubes no segará.»
    (Kohelet / Predicador 11:4)

    • ¿Por qué el que espera el desastre, cosecha desastres?
    • ¿Cuál es la actitud positiva ante una dificultad que se presenta en la realidad?
  • Agradecido
    «Ser agradecido no es decir gracias, sino sentir gracias»
    (Rav Shaul Maleh).

    • ¿Cuál es la diferencia entre «decir gracias» y «sentir gracias»?
    • ¿Por qué es una gran virtud el ser agradecido?
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