1ª aliá: Avram recibe instrucciones de parte de Dios para que deje Jarán y viaje casi mil kilómetros hacia la tierra que había sido usurpada por los invasores cananeos, la antigua región que correspondía a los hebreos, que es la actual Israel.
Él ya había iniciado ese viaje de regreso mucho tiempo antes, cuando marchó junto a su padre, quien los dirigió hacia la tierra de Ever; pero, por diversos contratiempos habían quedado varados en Jarán.
Ahora era cuando se reiniciaba el viaje para el reencuentro del hebreo con la tierra de los hebreos; tal como miles de años más tarde, sus descendientes los judíos retornarían en masa a la tierra de la que fueron echados vilmente por los romanos. Es como si el espíritu del sionismo estuviera vivo desde el mismo comienzo de la nación de Israel, incluso antes del primer patriarca. Porque el sionismo es algo más que un movimiento político del siglo XIX, o una idea nacionalista: el sionismo es el vínculo indestructible entre la nación judía y su tierra.
Pero, en la historia de la parashá el asentamiento sionista del patriarca Avram se ve obstaculizado por causas adversas, ya que al llegar se ven obligados a dejar Canaán, debido a una hambruna local terrible. Marcharon a Egipto en busca de comida, demostrando que una cosa es ser idealista y realizador, y otra cosa es ser idealista que vive fantaseando sin conectarse con la realidad.
2ª aliá: Avram se da cuenta de que la moralidad egipcia es diferente a la de su lugar de origen, e incluso peor que la habitual en Canaan. Por tanto, tienen que idear alguna estrategia para preservar su vida y libertad, pues los egipcios no tardarían en dañarlo para quitarle a su esposa Sarai y abusar de ella.
La intervención de Dios permite que ambos se salven del desenfreno del faraón, para finalmente regresar a Canaan con muchas experiencias y riquezas que proveyó el faraón, a modo de disculpa por su conducta anterior.
3ª aliá: Ocurre una grave disputa entre los peones de Avram y los de su sobrino / cuñado Lot, quienes viajaban juntos hacía mucho tiempo. Resulta que los peones de Lot no eran cuidadosos de la propiedad ajena, en tanto que los de Avram lo eran y no aceptaban que se estuviera perjudicando a su patrón con conductas negativas. Para evitar una escalada del conflicto, Avram le propone a su sobrino que se separen en buenos términos permitiéndole que escoja en qué parte de la tierra prometida por Dios quiere residir. Lot elige la que, en aquella época, era la más rica y productiva, en lo que actualmente conocemos como árida zona del valle del Mar Muerto.
Hashem le asegura a Avram que tendrá hijos, tantos ‘como el polvo de la tierra’, que heredarán la tierra de Israel y continuarán con su trabajo de difusión de las enseñanzas espirituales.
4ª aliá: Hubo una feroz batalla entre 5 reyes contra 4, la causa es que los agresores vinieron de muy lejos para mantener su poder imperial y llevarse riquezas y esclavos. Entre los tomados cautivos se encontraba Lot.
Al enterarse Avram del infortunio de su sobrino y de la gente de la localidad cercana, decide salir al rescate de las víctimas, interviniendo así en un conflicto entre poderosos, mostrando su lugar entre los príncipes de la región. Porque Avram ya era algo más que un filósofo, comerciante, maestro espiritual, buen vecino y estanciero, era también una personalidad con poder y autoridad y se encargaba de dejarlo bien en claro. Cuando logra vencer a los enemigos y llevar a Cannan al equilibrio, fue reconocido por los otros líderes políticos por su fuerza militar y autoridad moral. Paso a paso estaba abriendo el camino a la realización de las promesas de Dios para él y su familia, pero era una tarea que llevaría mucho tiempo, más que lo que él viviría.
Se relata en esta sección su encuentro con Malki Tzedek, el rey de Shalem. Pero, ¿quién es este personaje del cual no tenemos más noticias de él en la Torá?
Resulta que era Shem, el hijo de Noaj, quien regía en esa zona y mantenía allí un sacerdocio dedicado al Dios Altísimo (El Elión), que era su manera de denominar a Hashem. A pesar de ser monoteísta tenía miedo de declararse como tal y de negar públicamente la realidad de los dioses, pues el poderoso emperador Nimrod, el impulsor del primer gobierno mundial y de la primera religión organizada (que era usada como instrumento político), podría castigarlo severamente por ello. Por tanto, de manera reservada adoraba al Altísimo, cuidándose mucho de no enfadar a Nimrod.
Shem era monoteísta como lo fue su padre, y muchísimos anteriormente a ellos. Avram en modo alguno fue el primer monoteísta, pero sí fue el primero en llegar a darse cuenta por sus propios medios de la futilidad de la idolatría y de que hay un solo Dios. Más tarde sus ideas de la deidad única le fueron confirmadas personalmente, tanto por Shem (que era un antecesor suyo), como por Noaj. Además de que, obviamente, el propio Dios se lo dijo cuando Avram tenía 75 años y experimentó su primer comunicación profética.
Volviendo a Malki Tzedek, no por casualidad en esa zona de Shalem siglos más tarde estará la ciudad de Ierushalaim, designando en ella el rey David el lugar para el Templo de Hashem. Ya se conocía su energía especial, su vínculo con la espiritualidad, y es por ello que Malki Tzedek había puesto su sitio de adoración allí.
5ª aliá: Avram demuestra nuevamente su grandeza al no querer tomar nada de lo capturado en batalla, aunque tenía todo el derecho. Pero sí permite que aquellos que le acompañaron lo hagan.
Los años pasan y Sarai sigue sin quedar embarazada de Avram. Entonces, Hashem vuelve a tranquilizar a Avram diciéndole que tendrá hijos (no solo estudiantes) que ‘serán tan numerosos como las estrellas en el cielo’.
6ª aliá: Ocurre el trascendental «Brit Bein haBetarim» (‘Pacto entre las mitades’), durante el cual se revela proféticamente a Avram los próximos 430 años de su familia, se le anuncia el destierro y esclavitud de sus descendientes, sus tomentos y posterior liberación y retorno a la tierra prometida cargando grandes riquezas.
Luego se nos cuenta que Sarai le pide a Avram que tenga un hijo con Agar, la joven esclava egipcia que habían traído de Egipto. Ella era la hija del faraón y ahora se convertiría en la madre del primer hijo de Avram. La intención de Sarai era que al nacer el niño ella lo criaría, ya que sentía que biológicamente no tendría un hijo con su marido. Pero, Agar bien pronto entró en conflicto con su patrona Sarai, a la que menospreciaba y maltrataba, olvidando su verdadero lugar dentro de la familia de Avram. Finalmente la sierva huye, está en riesgo de vida, pero se encuentra con un ángel que la rescata y le dice que vuelva a casa de Sarai y acepte su autoridad, porque ella sigue siendo la esposa de Avram y la que será la madre de la descendencia elegida por Dios para ser maestros de la espiritualidad para todas las naciones. El ángel también le da noticias de cómo será el futuro de su hijo, a quien deberá llamar Ishmael.
Después del nacimiento, Dios ordena que el nombre de Avram se cambie por Avraham (Abraham, en su grafía castellana).
7ª aliá: Avraham recibe la mitzvá de la Circuncisión, para él y todos los varones de su casa, siendo a partir de ese momento regla que se circuncide a los varones al octavo día del nacimiento.
El nombre de Sarai se cambia a Sará, y Hashem le asegura a Abraham que él y Sará tendrán un hijo llamado Itzjak. Es el año 2047 y Avraham se circuncida a sí mismo, a Ishmael de 13 años y a todo varón de su casa.
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