por 
«Que nuestra personalidad refleje nuestra espiritualidad, que nuestra espiritualidad se vea reflejada en nuestra forma de estar en el mundo.» Estas palabras nos recuerdan la importancia de ser auténticos y de vivir de acuerdo con nuestros valores y creencias.
Claro está que, las creencias no son verdaderas porque nosotros creamos en ellas; por eso digo de ser auténticos y no portadores de la verdad.
Somos auténticos porque somos conscientes de nuestras creencias y nos limitamos a vivir de acuerdo a ellas, sin imponer nada a nadie.
Por ahí, queremos compartirlas, pero sin ánimo de negar al otro su posibilidad de elegir, incluso si sabemos que ciertamente se equivoca.
Sabemos de creencias que son rotundamente falsas y estrepitosamente perjudiciales, como las supersticiosas o idolátricas. Que no importa si mil millones de personas las siguen y son capaces de morir por ellas, pues eso no las hace más ciertas ni trascendentes.
Pero, esos errados tienen derecho a estar errados, aunque tienen la obligación de analizar su sistema de creencias y despojarse de todo aquello que los lleva a vivir una existencia enajenada, alienada de ser reflejo de su personalidad divina.
Por ello, nosotros, como personas despiertas y conscientes de espiritualidad judía y noájica, nuestra tarea es estar haciendo lo posible para que nuestra personalidad pueda reflejar nuestra espiritualidad, y trabajar para que nuestra espiritualidad sea la que guía cómo nos comportamos en el mundo.
Como dijo el famoso maestro de generaciones, Maimónides: «La verdadera sabiduría consiste en distinguir el bien del mal, y en aferrarse al bien con determinación«. Esta cita nos recuerda la importancia de tomar decisiones sabias y de actuar de manera ética en todo momento. Al hacerlo, estamos viviendo de acuerdo con nuestra espiritualidad y reflejando nuestra verdadera personalidad en el mundo.
Cuando nuestra personalidad refleja nuestra espiritualidad, estamos viviendo de manera auténtica y coherente. Estamos siendo fieles a nuestros valores y creencias y actuando de manera consciente respecto a ellos. Esto nos permite vivir de manera más significativa y con propósito, ya que estamos siguiendo nuestra verdadera naturaleza y no intentando ser alguien que no somos.
Además, cuando nuestra espiritualidad se refleja en nuestra forma de estar en el mundo, estamos siendo una fuerza positiva en el mundo. Estamos transmitiendo amor, compasión y bondad a los demás y haciendo del mundo un lugar mejor. Al vivir de esta manera, estamos contribuyendo a la armonía y la paz en el mundo y haciendo una diferencia positiva en la vida de los demás.
https://youtube.com/yehudaribco
