por 
Hoy es viernes 9 de julio del 2021, (a la noche dará comienzo el mes de Av 5781) en algunos lados vamos dejando atrás la parte más dura de la pandemia del COVID-19.
Pero sus estragos siguen por doquier.
Además, está la posibilidad de que resurja, como una variante más feroz, más encarnizada.
Como también nos ha mostrado lo débil que resulta el hombre y la sociedad. Aunque, hemos sobrevivido y espero sobrepasado esta tragedia.
Quedan millones de personas que han fallecido, otras han quedado con secuelas de diverso tipo, además del descalabro en la economía en diversos países.
Quedan también las enseñanzas, cada uno habrá logrado elaborar alguna, eso espero.
En la larga historia de la Familia Judía han ocurrido diversos eventos de angustias y devastación.
Desde los primeros días de nuestra familia, ya con el patriarca Abraham y su amada esposa Sará, hemos vivenciado momentos terribles y desoladores.
No pasó ninguna generación, que yo recuerde, que no haya tenido sus momentos de impresión amarga, de profunda depresión y lejanía espiritual.
Entre todos los tiempos marcados por la virulencia, el mes de Av, al menos hasta su décimo día, es el que suele ser el más trágico.
Con su punto culminante en el noveno día del mes.
Montón de hechos traumáticos y de quebranto hemos transitado en ese día, por lo cual lo recordamos y revivimos con ayuno y reflexión, con duelo y recogimiento.
Pero, también se nos anunció que ese mismo día fue el elegido por el Creador para crear el remedio a los males del mundo.
Tradicionalmente se dice que el Mesías nace el 9 de Av.
También que se revelará ese día.
Es la manera de decirnos que dentro de la espesa oscuridad tenemos la semilla de la Luz.
A no perder la confianza y la armonía, que el caos no venza.
