El tiempo vuela

El tiempo pasa volando, me dicen conocidos y yo también lo percibo.
Antes pensé que era por un tema de edad, porque la creencia popular afirma que, cuanto más viejo uno se vuelve es como que el tiempo se acelera de pronto.
Las doñas del barrio mencionan la relatividad de Einstein para corroborar esto… (no comments).
Así como los sabihondos de siempre, expertos en opinar de todo pero buenos para hacer nada, añaden: “todo es relativo”… (again, no comments).

Pero no, no es eso, ya que niños y jóvenes en varias ocasiones también me compartieron que experimentan esta ligereza temporal.
Como que otra vez es viernes, se fue tan rápido la semana; o frases de ese tipo.
No sé como lo explicarán las vecinas de la cuadra en esta circunstancia.
Quizás le echen culpas a la música de moda, a la liviandad en los valores, a la adicción perturbadora a las pantallitas… vaya uno a saber qué opinan las buenas damas de la vecindad.

Por ahí esos ignorantes devenidos en científicos y místicos de Youtube (y similares) proponen sus fantasías, delirios y supuestas teorías avaladas por un anónimo físico ruso, o que son leaks de servicios de seguridad yanquis, o inscriptas en criptográficos códigos solamente reservados para los más elevados en metafísica cuántica.
Tal vez acierten, ¿cómo podría yo saberlo?
No sé si la tierra gira a otra velocidad ahora que cuando era muchachito; si la frecuencia del núcleo terrestre ha variado y por eso esta en tantos megahercios; si está ocurriendo una silente invasión alienígena que perturba nuestras percepciones para hacerse con el control de la humanidad; o que hemos iniciado el camino al Big Crunch (que sería lo contrario al Big Bang); o es que ha comenzado la Era de Acuario (¿Mesiánica?) y por tanto una vivencia en este mundo diferente a las épocas anteriores terrenales.
¡Vaya uno a saber!

No tengo idea si esto de que el tiempo vuela es real en un sentido objetivable; o una percepción colectiva.
¿Será que medir el tiempo es una construcción social y por tanto varía de acuerdo a una creencia compartida?
¿Será que sí, que Einstein tiene algo que ver, pero no precisamente por lo que las doñas suponen en sus charlas barriales?

El hecho es que es una verdad irrefutable, y no lo podemos evitar: el tiempo pasa.
Más apurado o como siempre, ¡no importa! Sea como sea… se nos va, como agua entre los dedos… se escurre y se agota.
Nuestra máquina del tiempo (el reloj) indica la hora que va falleciendo y no regresa. Se va y nosotros con ella.

Así pues, ya que es inevitable que el tiempo pase y últimamente vuele,
no nos queda nada mejor que disfrutar de lo permitido,
aprovecharlo sana y ricamente,
sin miedo por aquello que no está bajo nuestro control.