En este artículo continuo con el artículo de Moshé (ver parte 1 en: http://serjudio.com/personas/nombres/moshe ) basado en las enseñanzas de mi rabino y maestro Rab Uri Sherky.
3-La misión
A Moshé se le confieren dos cargos.
Uno es:
“Y ahora ve, y te enviaré al Faraón;”
Y el segundo cargo es:
“y saca a Mi pueblo, los hijos de Israel, de Egipto” (3:10)
El Eterno desea revelar su esplendor y divinidad a dos pueblo distintos, a Egipto primero y luego a Israel. Tal como la misma Torá lo dice:
Con respecto a Egipto:
“Y sabrán los egipcios que Yo soy el Eterno” (Shemot/Éxodo 7:5)
Y con respecto a Israel:
“Yo los tomaré como pueblo para mí, y Yo seré Dios para ustedes…” (Éxodo 6:7)
Pero esta doble función, la de interactuar con el pueblo egipcio y con el pueblo de Israel crea una dificultad. Ya que para los egipcios hacia falta un enviado justamente perteneciente al Pueblo de Israel para enseñarles sobre el Eterno, y para el Pueblo de Israel se necesitaba un enviado egipcio para sacarlos de la esclavitud, y he aquí que el Eterno encarga a Moshé estos dos cargos. Y ¿Cuál fue la respuesta de Moshé?
“Moshé dijo a Dios: ¿Quién soy yo?
En otras palabras, “Dios mío dime: cual es mi verdadera identidad! A que pueblo pertenezco!?”
“Para ir al Faraón y para sacar a los hijos de Israel de Egipto?
Me nombras llevar a cabo una misión que le correspondería a un hebreo(hablar con el Faraon), y por otro lado también me consideras egipcio por el segundo encargo (sacar al Pueblo de Israel).
Le contesta el Eterno diciendo:
“Porque el que Seré estará contigo”
Quien te envía al Pueblo de Israel es “Ehié”- “El que Seré”, este es el nombre con el que más tarde se revela. (1)
Sabemos que los nombres divinos hacen referencia al tipo de revelación con que el Eterno se muestra al mundo, cuando se comporta de acuerdo a la estricta ley y juicio se lo llama “Elokim”, cuando lo hace a través de Su cualidad de piedad y misericordia se lo llama “Adonay”. El nombre “Ehié/El que Seré” es la cara de Dios que rige y maneja la historia. En unos versículos más adelante cuando Moshé le pregunta cual es su nombre, el Eterno responde diciendo: “Yo Seré el que Seré” (vers. 14). Esta frase es difícil de traducir. Gramaticalmente, ambos verbos (Ehié) están en futuro, por lo que literalmente podrían entenderse como “Seré el que Seré”. Inspirándose en la traducción cristiana usual, ha sido traducida comúnmente por la frase “Soy lo que Soy”, entendiéndola como una descripción de lo que Dios es. Sin embargo, como Rashí señala, éste no es el sentido de la frase. No tiene como propósito decir lo que Dios es, sino lo que Dios hace, la forma en la que se relaciona con el ser humano. Por esta razón la he traducido siguiendo lo más posible la explicación de Rashí, que además se ajusta a su sentido gramatical. Tambien puede ser traducida en el sentido de: “Yo estaré (con ellos en este sufrimiento) de la misma forma que estaré (con ellos en su otro sufrimiento)” Ver Rashí, incitu.
Entonces, retomando la línea: sobre el cuestionamiento de las misiones, el Eterno contestó a Moshé: con respecto a Israel eres enviado en una función nacionalista, histórica: “Así dirás a los hijos de Israel: Yo Seré me ha enviado a ustedes” (vers. 14).
Pero con respecto a sui función con el Faraón y Egipto:
“Y esta será para ti la señal de que “Anojí”/Yo te he enviado”.
Quien te envía al Faraón es “Anojí”. Este fue el nombre divino con el que se dio la Torá (ver éxodo 20:2), tiene un sentido más “religioso”, tal como la continuación del versículo mismo dice: “Cuando saques al pueblo de Egipto ustedes servirán a Dios en este montaña”.
Y así fue en realidad, el Pueblo de Israel seguía al nombre “Ehié” buscando su identidad nacionalista, la Tierra de Israel, y los egipcios fueron detrás de “Anojí”, el “erev rab” los egipcios que se sumaron al pueblo de Israel en la salida fueron con el fin de recibir la Torá, con un fin más religioso. “Cuando saque al pueblo de Egipto”. Cuando la Torá dice “el pueblo” sin especificar “el Pueblo de Israel” hace referencia a esta gente no perteneciente originalmente que se sumaron a los hebreos, el Erev Rab. Ellos tenían una motivación religiosa, a ellos les llamaba la mística en la dirigencia de Moshé. El tema de erev rab es un tema muy largo y no es aquí el lugar para alargar.
La conversación de la zarza fue una conversación bastante larga. Los Sabios nos dicen que incluso duró varios días. Moshé se niega en tomar las riendas de la encomienda, a pesar de ser enviado por el TodoPoderoso mismo. Su excusa es: No sé hablar. No es la intención decir que semántica y gramaticalmente no sabía hablar, o tenía dificultades del habla, sino que el procedía de otra idiosincrasia, otra cultura. El pertenecía una cultura universal, y por ello cuando hablaba acerca de las enseñanzas de los patriarcas se escuchaba un tanto extraño en los oídos del pueblo. Moshé se preocupaba de que no fuese escuchado. Por ello en su último intento de negarse dice:
“Por favor, mi Señor; envía ahora por intermedio de quien has de enviar” (4:11)
En otras palabras, envía a quien normalmente envías, envía a Aharón. Él creció dentro del Beit Midrash, despierta en su conducción ese sentimiento religioso, a él si escucharán.
Pero la respuesta del Eterno nos sorprende en demasía:
“Y entonces se encendió la ira del Eterno contra Moshé y dijo…”
¿Por qué se enfureció el Eterno? Acaso no es por humildad que Moshé se negó?
“¿No es Aharón tu hermano, el leví? Yo se que él habla (bien)…”
Yo sé que Aharon sabe como formar un ambiente religioso. Pero el mensaje que el Bet Midrash tiene para dar no construye activamente la redención que necesitamos, aniquila cualquier iniciativa.
“Bezrat Hashem (con ayuda de Dios) saldremos de aquí…. Dios enviará un enviado al final de los días, hay que tener emuná (fe)… Con ayuda de Dios saldrá todo bien, no se preocupen….”
Y por ello, únicamente Moshé, quien conoce la tacticas gubernamentales, militares, burocráticas es el apropiado para esta misión. Pero el Eterno le agrega:
“Además he aquí que él saldrá a tu encuentro y al verte se alegrará en su corazón” (vers.14)
Nuestro maestro Moshé se preocupaba, que quizás no fuera recibido por Aharón, ya que Moshé se crio fuera del Bet Midrash, y si es que Aharón no se sumase le sería aún más difícil formar al pueblo. El Eterno le contesta: Aharón estará contigo. Junto con la conducción política vendrá la conducción religiosa, rabínica. Tal como el Rab Kook fue quien le dio la aprobación a los acontecimientos en los que vivimos, y nos hizo conocer que es la mano del Eterno quien mueve los hilos.
Y si ponemos atención vemos que desde hace 100 años, siempre la conducción sionista en Israel se preocupó en que haya una figura “religiosa” dentro de la coalición, mas allá de que en realidad no era necesitada su presencia desde el punto de vista funcional, era importante que haya un rabino que de esa legitimación al emprendimiento.
Resumen:
Encontramos en resumen que ha habido 3 etapas en la vida de Moshé, y cada una de 40 años (2). Moshé atraviesa en su vida una búsqueda personal, una búsqueda de identidad. Durante 40 años una seudo identidad egipcia, otros 40 midianí, hasta que encuentra su verdero yo, en el Pueblo de Israel
Podemos ver algo parecido en la vida del famoso Rabí Akivá. 40 años como “am aharetz”/hombre común, 40 estudiando, hasta sus últimos 40 como maestro y guerrero. Vemos un paralelismo interesante. Los primeros 40 de ambos son en uno en Egipto, y el otro (R.A) en un hombre simple, del montón. Los sabios nos dicen que “am aharetz” es aquel que tiene educación, puede que no tenga Torá, pero muchas veces la ética y educación podemos aprenderla de la cultura universal. Y cada uno tomo esto en sus respectivas etapas para formarse en la vida.
Otros 40 en Midián. Nosotros vemos que ir al desierto, aislamiento, estudiando las enseñanzas de nuestro patriarca Habraham no es aún ser parte de Am Israel. Israel se es luego de haber estudiado quien sale a conquistar.
Y en sus últimos 40 R.Akivá luego de su formación interna salió a conquistar, apoyando la rebelión de Bar Kojba (3). Todo tiempo que la persona aún esta en su etapa de formación, en la ieshibá, aún esta en proceso, aún no posee su identidad completa de Israel.
En resumen, podríamos decir que cada uno de nosotros atraviesa en su vida una búsqueda personal, una búsuqde ade identidad, formación y dirección. Sepamos aprovechar cada etapa en nuestras vidas.
Shabuatov!!
Notas:
(1)Ver Rashí 3:14
(2)Bereshit Rabá 100:10
(3)Hiljot Melajim 11:3
bueno… es verdad… aunque estemos lejos de nuestro origen… llevamos un bagaje quizás heredado que nos guía… sabemos cosas ante ciertas situaciones logramos discernir correctamente. Pero cuando retornarmos creo que poseemos la riqueza de los dos mundos de los que hemos sido parte