"Pesa exacta y justa tendrás [para ti], medida exacta y justa tendrás [para ti]; para que tus días se prolonguen en la tierra que Hashem tu Elokim te da." (Devarim / Deuteronomio 25:15)
Parece una exigencia obvia, pero si se remarca no debe serlo tanto: es imprescindible ser honestos, íntegros, completos en todas nuestras relaciones.
Nuestros pesos y medidas (si somos comerciantes) deben marcar lo que realmente pesan y miden.
En general: nuestra palabra debe estar acorde a nuestras acciones.
¿Cuál es el resultado de ser honesto?
La Torá promete que se alargarán nuestros días sobre la Tierra…pero, ¿por qué?
¿Acaso por algún milagro, o por premio de Dios?
La respuesta es evidente: porque si somos honrados con las otras personas, necesariamente debemos serlo con nosotros mismos -por eso dice la Torá: "para ti"-,, y por lo tanto, muy pocas cosas podrán perturbar nuestra vida, como para que se nos acorten nuestros días debido al estrés, a la angustia, a los temores del momento.
En resumen: si somos justos, lo somos ante todo con nosotros; y si alguien se beneficia de nuestro correcto proceder, somos nosotros.
Profundizando esta semana:
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¿Qué nos ordena esta semana la Torá recordar y no olvidar?
- Ya que Rut era de Moab, ¿cómo pudo ingresar al judaísmo, si la Torá ordena -en nuestra parashá- que el moabita no ingrese en la comunidad de Dios?
Respuestas para la semana anterior:
- Para que no se convierta en un ser ambicioso y egoísta, pues el poder corrompe con facilidad
- La búsqueda de la equidad y justicia
Destellos de la parashá
Esta parashá contiene muchísimas mitzvot, principalmente de las que son entre personas. Algunos de estos preceptos hacen referencia a la familia, a los modos adecuados y apropiados para formarla, mantenerla, hacerla crecer, darle un sentido y un objetivo superior, y también nos habla la Torá de cuando una familia llega a su fin (sea por divorcio o viudez) y qué es lo más saludable hacer en ese momento.
Hay otro buen número de mitzvot que tratan acerca de la integridad en los asuntos comerciales y económicos, en el trato honorable que hay que dispensar a todos, en la exigencia de apartar por completo aquello que nos puede conducir a engañar al prójimo, o a dañarlo (con intención, o no, de hacerlo)
Pero, la grandeza de la Torá se refleja esta semana también en el interés puesto en el respeto y consideración por el sufrimiento de los animales.
Pensar que hace más de tres mil años, una sociedad "primitiva" como la de los hebreos salidos de Mitzraim, pudieron detenerse a reflexionar en que todas las criaturas tienen una función en el Mundo, y que nada ni nadie debe ser desprestigiado o eliminado sin conmiseración, nos permite llegar a una conclusión fascinante: o estos antepasados nuestros eran realmente brillantes; o, la Torá es obra de un Autor mucho más avanzado que cualquier pensamiento humano.
¿Qué es más razonable preferir?