El optimismo genuino a veces no trae hechos consigo, porque la realidad no lo permite, y sin embargo sigue siendo positivo.
Igualmente afecta efectivamente a la persona y su entorno, en una acción interna, modeladora, alumbradora, aunque tal vez no provea de una actividad externa.
La fantasía nociva es el delirio disfrazado de optimismo,
la parálisis arrogante que espera milagros sin asociarse a ellos,
la que pretende doblegar a Dios y el cosmos
según el capricho del momento.
Difícil muy difícil hacer que Dios obre a nuestro favor, más fácil sin embargo y resulta harto sencillo engañar a los hombres que usualmente viven enmascarados y en busca de una falsa identidad que complemente su vida inmersa en el propio engaño, si es necesario decirlo, solo es posible engañar a quien no conoce la realidad, ya sea por un desconocimiento real o por el desconocimiento descalificador y voluntario, en tal caso el ensaño no existe, es simulado, pero conviene a los intereses de ambas partes, de ahí que miles acepten usar una máscara que les brinda un enmascarado, cuanto… Read more »