Deseo y éxito

El sabio proverbista nos regaló un acertado análisis de la realidad con la siguiente frase:

"El necio no toma placer en el entendimiento,
sino sólo en exponer lo que tiene en su corazón."
(Mishlei / Proverbios 18:2)

El necio cree que el placer se encuentra al ventilar sus deseos, hablar descaradamente de lo que le apasiona, hacer saber sus creencias (ya que no pensamientos) aunque nadie le pregunte o esté interesado, repetir los lemas que tiene como consignas sagradas, promover su fe ciega y carente de fundamentos.
Allí se deleita el escaso de entendimiento, en esas cuestiones que rondan los tres planos inferiores de su multidimensionalidad: físico-material, emocional y social.
No alcanza a emplear con provecho y utilidad su plano intelectual y pareciera ignorante o indiferente a las guías que provienen de la dimensión realmente espiritual.
Por lo cual, no tiene para él interés, satisfacción o rédito el estudio activo, ni la profundización, ni el análisis, ni la reflexión, ni la pregunta verdadera, ni el adquirir conductas que reflejen su ser trascendente, su Yo Esencial (o neshamá).
Es un depositario de instintos naturales, de mandatos sociales, de postulados aprendidos, de órdenes a cumplir sin sentido, como una poderosa nave que viaja rutinariamente en piloto automático sin poder alcanzar jamás el puerto gozoso para el cual fue creado.
Se queda en una estatura apenas diferente a la del resto de los animales, despreciando así su total potencialidad, su capacidad para desarrollarse y alcanzar los niveles que tiene a su disposición. En una palabra, desperdicia su inmenso capital para regodearse con beneficios pasajeros y escasos.
Pan para hoy, hambre para mañana.
Por supuesto que esta forma de vivir conlleva dolor, miseria, angustia, sufrimiento, hambre, rencillas, violencia, malestar, impotencia, EGO. Ciertamente el necio podrá disfrutar de sus pequeñas parcelas de poder, de su fortuna mal o bien habida; pero por más disfrutes que obtenga en este mundo (que suelen ser escasos habitualmente), igualmente no deja de ser una ínfima parte del bien que tiene a su disposición y desperdicia, desprecia, echa a perder.

Cuando el ideal sería: “El sabio recibe placer del entendimiento, y no expone solamente lo que guarda en su corazón”.
Es alguien que vive su multidimensionalidad plenamente, de manera cabal.
Es espiritual, porque es terrenal.
Disfruta de lo poco o mucho que consigue, porque comprende, aprende, evalúa y sabe.
Si fuera el caso que en lo material no abunde, igualmente ha aprendido a enfocarse en disfrutar del aquí y ahora, sin por ello olvidar su futuro. Se deleita de lo que tiene permitido, sin angustiarse por lo que no tiene. Controla, sin por ello aferrarse a una fantasía de control total. Sí, lleva una existencia menos atrapada en deseos, miedos, ansiedad, culpa, rencor. Por ello, habla con mesura y calma, su expresión es de plácida inteligencia, su visión contempla y comprende.

Nuevamente en la enseñanza del sabio:

"Las palabras de la boca del sabio son agradables, pero los labios del necio causan su propia ruina.
El comienzo de las palabras de su boca es necedad, y el final de su hablar es locura nociva.
El insensato multiplica las palabras, aunque el hombre no sabe lo que ha de suceder. Y lo que habrá de ser después de él, ¿quién se lo declarará?
El duro trabajo fatiga al necio, de manera que él ni siquiera sabe cómo ir a la ciudad."
(Kohelet / Predicador 10:12-15)

Si has venido estudiando las enseñanzas que ofrecemos, seguramente te habrás percatado qué puede estar detrás de la conducta del necio, sí, el EGO (Ietzer haRá).
El necio quiere un sorbo de poder, sentir algo de control, superar su terror a sumergirse nuevamente en la pesadilla de la impotencia, por lo cual hará lo que tiene al alcance para disfrutar de esa apariencia de poder, para hacer como si pudiera manipular la realidad, para obtener placer y escapar del dolor.
Esto se encuentra también detrás del desenfrenado consumismo en el cual vivimos, en todas las trampas y tramoyas para obtener mando, autoridad, riqueza, lo que pudiera aparentar sacar a la persona del pozo de la impotencia.
Pero, es una apariencia, no más.
Porque el miedo es constante, así como la ansiedad, probablemente los sentimientos de culpa, la incapacidad disfrazada de autoritarismo, la violencia en lugar de la negociación, el grito o la burla o la mentira en vez de la comunicación auténtica.
Así estamos, en el reino del EGO.
Encerrados en celditas mentales, en creencias, en sentimientos, en anhelos, en pasiones, en medijo-ledije, en habladurías, en esperanzas vacías, en fe ciega, en religión, en falsedad, atrapados pudiendo ser completos, libres.
Pero no.
Pudiendo ser plenos, libres, felices, gozosos aquí y en la eternidad, escogemos (conscientemente o no) mantenernos limitados, en sufrimiento, en penuria, dilapidando en cuestiones sin valor el tremendo tesoro que tenemos a nuestro alcance.

A veces al posponer la gratificación es un buen ejercicio, y conducta, para alcanzar mayor deleite y especialmente poder.
Como sabes, ya lo mencione, es bueno y sagrado disfrutar de lo permitido; pero cuando corresponde, cómo corresponde, con quien, etc.
No ser necio, para tirar todo por la ventana a cambio de un ratito de sacarse las ganas.
Sino ser sabio, que el entendimiento nos guíe a una mayor perfección en el placer.
Como por ejemplo:

"El necio da rienda suelta a toda su ira,
pero el sabio conteniéndose la apacigua."
(Mishlei / Proverbios 29:11)

Sí, el necio se saca las ganas ni bien puede, cosa que le lleva a frecuentes desastres.
Pero el sabio, sabe contenerse, esperar, entonces o lo que parecía grave se ve con ojos más mesurados, o lo que parecía urgente se percibe como no tan necesario, o lo que se creía como deber resulta ser algo para dejar de lado.
¿Se comprende la idea?

De otra manera:

"La suave respuesta quita la ira,
pero la palabra áspera aumenta el furor."
(Mishlei / Proverbios 15:1)

¿Cuál de las dos te parece que es la que emplea habitualmente el sabio?
¿Cuál la que construye shalom?
¿Cuál la que parece descargar lo malo que uno carga dentro, pero termina sumergiendo en mayor malestar?
¿Cuál la que escogerías para ser dichoso?
Preguntas que puedes responder y actuar luego en consonancia.

Se hizo un experimento con niños pequeños, la famosa “Prueba del Malvavisco”, en la cual se les daba una golosina y se les decía que si esperaban 15 minutos sin comerla recibirían otra. Podían comer esa, si así querían, no había ninguna contra para ello, solamente que no habría recompensa luego.
Era la recompensa ya, comerse la golosina; o contenerse un tiempo con la convicción de obtener el doble de placer material (¿y mucho más por la consigna cumplida?).

Aquí te dejo un video del mismo:

Posponer la gratificación para alcanzar mayor gratificación

¿Cuáles chicos te parece que tuvieron mayores dificultades en la adolescencia?
¿Cuáles los que estaban habituados al sacrificio para obtener éxito?
¿Cuáles los mañosos que se obstinaban para recibir de regalo todo, y cuáles los que hacían su parte para alcanzar los objetivos?
¿Cuál quisieras ser tú?

Según dicen los que saben, el poder posponer la gratificación es un componente del éxito.
No es el único, pero es importante en la receta del suceso.

Los que viven a la sombra del EGO, reaccionan con sus herramientas: golpe, grito, llanto, desconexión de la realidad y cualquiera de sus derivados más o menos sofisticados.
¿No me das lo que quiero? Te pego, te insulto, te robo, te manipulo, te miento, te humillo, engordo, adelgazo, me corto, no te hablo, salgo con otra, me drogo para no sentirme débil…
¿La vida es “injusta” conmigo? Me violento, insulto, me quejo, me enojo, pego, manipulo, amenazo, me hago la víctima, usurpo, robo, maltrato, humillo, me humillo, como de más, me drogo para no sentirme maltratado…
Trato de ver para otro lado, imaginar que algún dios vendrá a rescatarme mágicamente, intento con libros de autoayuda brujeril, me suicidio –más lento o más rápido-, me hundo en mi celdita mental, con los barrotes de mis creencias que me limitan, me asfixian, y en verdad son solamente aire.

Para cambiar, debemos actuar diferente y modificar nuestras creencias.
Dejar de repetir lo que tenemos programado, el libreto, y comenzar a escribir lentamente la propia obra de nuestra vida.
Ya no ser más un actor de una pésima pieza literaria, ni un títere, ni un robot mandado por el EGO; sino una persona multidimensional, completa, compleja, que acepta sus fracasos y sus éxitos, que trabaja para avanzar, que tolera el contratiempo, que disfruta de lo permitido, que controla lo que puede controlar y lo que no lo deja fluir.

Cambiar las líneas del programa que nos mantiene esclavizados por creatividad, pensamiento, preguntas, libertad.
¿Cómo?
¡Haciéndolo!
No esperar a cambiar para cambiar, sino ir cambiando mientras se cambia.
Sin aguardar milagros, ni soluciones rápidas, ni la píldora que todo lo soluciona, ni el dios que viene a salvarnos de nuestra propia debilidad.
Tenemos la capacidad para perfeccionarnos, para no ser necios y si ser sabios.
Todos.

Entonces, piensa en grande.
¡Que pienses no que repitas lemas!
¿A dónde quieres llegar?
¿En qué puedes crecer?
¿Cuál es el objetivo a corto plazo que alcanzarás hoy?
¿Qué paso estarás dando para obtener tu éxito a largo plazo?
Haz, pero haz ahora y no te detengas a quejarte, ni a hacer pésimas inversiones, o a disfrutar de gratificaciones que no te corresponden.

Y cuando pienses, y hagas, recuerda ser solidario.
Esto es, amar.
Porque el amar es hacer por el otro algo positivo, sin esperar NADA a cambio, y sin que por ello te perjudiques.
¡No sabes la cantidad de bendición y éxito que consigues al colaborar con el bienestar de otros!

Además, ¡enfócate!
Está presente, no actúes de manera automática.
El EGO tiene su importante función de alarma y de rescate en contadas circunstancias de peligro reales, pero es muy mal amigo cuando toma el control en el resto de las situaciones.
Pero, tiene una ventaja, su tiempo de reacción es de unas pequeñitas fracciones de segundo anteriores a la zona del cerebro más desarrollada.
Entonces, en lugar de reaccionar de inmediato, mejor hacer esa pausa “sagrada” para tomar contacto con la circunstancia, reconocer nuestra reacción automática y no darle paso, sino derivarla y permitir que sea nuestra parte racional y pensante la que actúe y responda.
Para ello, un aliado importante es el respirar correctamente, de manera consciente.
Toma nota de lo que sucede, admítelo, no lo niegues, no lo reprimas, pero tampoco lo manifiestes.
Más bien, evalúa y responde desde lo profundo de tu neshamá.
Que el AMOR venza al EGO, que la LEY venza al EGO.

No te angusties si sigues cayendo en errores, ¡¿has pasado mucho tiempo con el mismo hábito cómo pretendes cambiarlo de la noche a a la mañana?!
Sigue entrenándote, sigue aprendiendo, sigue desaprendiendo, sigue compartiendo, sigue construyendo shalom.

"¿Quién es el hombre que desea vida? ¿Quién anhela años para ver el bien?
Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño.
Apártate del mal y haz el bien; busca la paz y síguela."
(Tehilim / Salmos 34:13-15)

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JEFTE

Hermosisimo , impresionante post creo que hay mucho que trabajar en uno mismo, tal vez ni toda una vida nos alcance; pero podemos a vanzar con persistencia y al fin la victoria ;que gran reflexión ser, observar, identificar, fluir, control de emociones, comunicación autentica, es simplemente commo lo menciona «No esperar a cambiar para cambiar, sino ir cambiando mientras se cambia» tambien algo que me gusto y creo que es muy acertado es lo que menciona «Porque el amar es hacer por el otro algo positivo, sin esperar NADA a cambio, y sin que por ello te perjudiques.» una frase… Read more »

Emanuel Ruiz

Que hermoso texto (al igual que el resto), lo bueno es reflexionar por lo menos 5 minutos por frase y releer muchas veces. Que lastima, si la gente se dedicara a estudiar temas como este antes de otras cosas, esta sociedad seria mejor. Lamentablemente es difícil, porque últimamente todo (música, moda,costumbres, etc.) esta cargado de mensajes que promueven la promiscuidad sexual, comportamiento egoísta donde solo importa «ser feliz», vivir y no pensar. En esta cultura del «yo me como el bombón ahora, no me importa nada» una persona que piensa bien es ridiculizada y rechazada. En fin, la sociedad en… Read more »

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