Esta semana corresponde leer la parashá llamada Ajaré Mot, que es la sexta del tercer tomo de la Torá, el sefer Vaikrá, conocido en español como "Levítico".
Al poco de comenzar nuestra parashá, encontramos estas palabras:
"El Eterno dijo a Moshé [Moisés]: »Di a tu hermano Aarón que no entre en cualquier tiempo en el santuario…"
(Vaikrá / Levítico 16:2)
Leyendo y comprendiendo esto, rápidamente surge a la memoria el rey Salomón.
El más sabio entre los hombres, el melej Shelomó, que al parecer siguiendo el espíritu de este versículo, nos dio una invaluable lección cuando sentenció:
"Todo tiene su tiempo,
y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora"
(Kohelet / Predicador 3:1)
Esta frase se hizo celebre, al punto que floreció de las hojas del Tanaj y fue adquirida por la sabiduría popular de las naciones.
Y no es de extrañar, pues revela una profunda verdad.
Sin embargo, porque es tan evidente ¡a menudo pasa desapercibida!
Y entonces, nos encontramos con la persona que está trabajando y al mismo tiempo pensando en lo que tiene que hacer después; descansando y rumiando sus próximas vacaciones; con la familia y preocupado innecesariamente por asuntos laborales; con la obligación de estudiar pero holgazaneando; tomando el aire en el parque y pensando en lo qué comerá a la noche siguiente…
Y viviendo así, con los tiempos corridos, no se realizan las cosas a su debido término, ni de la manera conveniente.
Finalmente, sale perjudicada la persona que no respeta el tiempo de cada cosa, los procesos, los períodos tal como deben desarrollarse. Y cuando se perjudica la persona, suele resultar afectado su entorno.
Por tanto, ¡cuán importante sería hacer nuestra la idea expresada por Salomón!
Vivir cada momento como es menester hacerlo, sea si es para disfrutarlo o para sufrirlo, pero extrayéndole todo el jugo, y aportando lo máximo que corresponde de nuestra parte.
Antes de concluir por ahora, les dejo un pensamiento del mismo Salomón, muy adecuado a nuestra temática actual:
"El hombre se alegra con cualquier palabra que sale de su boca;
pero la palabra dicha a tiempo, ¡cuán buena es!"
(Mishlei / Proverbios 15:23)
¡Les deseo Shabbat Shalom!
Moré Yehuda Ribco
Otras interpretaciones de este pasaje de la Torá, y más estudios los hallan HACIENDO CLIC AQUÍ y AQUÍ.
Relato
Los vecinos admiraban el caballo recién adquirido por Ioni, y lo felicitaban diciendo: ‘Qué bendición has adquirido, muchos bienes te traerá’.
A lo que Ioni respondía: ‘Lo que aparece como bendición, a veces puede se una maldición’.
Los vecinos lo miraban curiosos, sin comprender lo que el hombre quería decirles.
Una mañana, Ioni se encuentra con que le han robado su precioso caballo.
Sus vecinos corrieron a consolarle, mientras le decían: ‘Oh, que mala época te ha tocado, es como si una maldición te atacara.’
A lo que Ioni respondía: ‘A veces lo que parece una maldición, puede que sea una bendición.’
Y los vecinos más pasmados quedaban con esa frase e idea.
Un poco tiempo después, el caballo regresó por su cuenta y le seguía una tropilla de hermosos caballos.
Ahora los vecinos saltaban de alegría, anunciando la inmensa bendición que le había tocado al hombre.
Y ya sabemos que la respuesta fue: ‘Lo que aparece como bendición, a veces puede se una maldición’.
Al poco tiempo, el adolecente hijo de Ioni fue desmontado abruptamente por el caballo, y se lesionó en una pierna.
Los vecinos condolidos por el sufrimiento del padre e hijo, lloraban y rompían en lamentos.
Y, para no perder su costumbre, Ioni respondía: ‘A veces lo que parece una maldición, puede que sea una bendición.’
Al cabo de unos días, estalló una guerra con el país vecino y todos los jóvenes de la edad del hijo de Ioni fueron llamados a las armas, excepto el hijo de Ioni que estaba impedido por su pierna fracturada.
Preguntas:
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¿Cómo se puede relacionar este relato con el comentario que brindamos de la parashá?
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¿En qué contradice la actitud ante la vida de Ioni a lo que enseñó Shelomó?
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¿Es necesario e imprescindible tomarse tiempo para observar la realidad y meditar sobre ella?
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¿Qué quiere decir Salomón, en la frase que hemos incluido al final del comentario, con: "la palabra dicha a tiempo"?