Rectificar las midot, es nuestro poder
En la parashá de esta semana, nos encontramos con el siguiente pasaje:
"Vosotros sabréis que Yo soy el Eterno vuestro Elokim, que os libra de las cargas de Egipto."
(Shemot / Éxodo 6:7)
Literalmente, y en su contexto, esta frase significa que: es el Eterno el que redimirá a los israelitas de la esclavitud en Egipto.
Tal y como aconteció fielmente luego.
¿Cómo podemos actualizar su mensaje para que seamos nosotros los que nos quitemos el yugo de Egipto de encima?
Empecemos mencionando una declaración del Gaón de Vilna, quien decía que: la persona es puesta en Este Mundo para que trabaje en perfeccionar sus midot (Even Shelemá 1:1).
Es un comentario muy elevado y profundo, que intenta responder a una de las preguntas más acuciantes y reiteradas: ¿para qué vivo?
Y la respuesta: para perfeccionarte, para crecer por medio de pulir tus midot, de modo tal que pases con una gran estatura espiritual al Mundo Venidero.
Ahora bien, ¿que son las "midot"?
"Midot" es el plural de "midá", que significa "medida"1.
¿Cómo se relaciona la "medida" con el crecimiento espiritual?
Busquemos respuesta en nuestra Tradición.
En el Tanaj encontramos que se llama "ish midot" a una persona de gran estatura física, tal como leemos en Bemidbar/Números 13:32, cuando los exploradores israelitas contaban acerca del aspecto de algunos de los moradores de la Tierra de Promisión que alcanzaban proporciones inmensas.
Pero, no creo que sea a esto a lo que se refiere el Gaón, pues estamos condicionados por nuestros genes en lo que respecta a altura física, y que además es un rasgo que en poco se vincula con la perfección espiritual de la persona.
Cuando nos referimos a una persona afable de carácter y bondadosa en su conducta, decimos que es un "ish baal midot [tovot]", una "persona dueña de buenas medidas"2, o en una traducción más comprensible: "una persona diestra en dominar sus acciones" (persona de buen carácter).
Así pues, midá en el sentido conductual humano, es pensar, hablar, actuar con medida, es decir, mesuradamente.
Entonces, estamos en Este Mundo para convertirnos en maestros del domino de nuestras acciones (y no para dejarnos dominar por nuestras acciones o carácter).
En palabras de Ben Zoma en la Mishná:
"¿Quién es fuerte? Quien domina sus tendencias."
(Avot 4:1)
Si esa es la meta para alcanzar, implica que no nacemos con la maestría del dominio ya completa, sino que debemos trabajar, esforzarnos y persistir hasta lograrla.
Nacemos con el potencial para convertirnos en un baal midot, tenemos en nuestro interior la semilla lista para que florezca y dé buenos frutos, pero también podemos extraviarnos y no llegar nunca a la meta y así marchitar la esperanza que estaba contenida en la semilla.
Y, de hecho, la semilla solamente crece cuando vamos sorteando obstáculos, cuando optamos por actuar correctamente, a la Luz de la Torá, en lugar de dejarnos guiar por la ceguera de nuestro corazón o de nuestro limitado entendimiento.
Nos podemos denominar baal midat hatzedaká -poseedor de la conducta de la caridad o solidaridad-, cuando tenemos la ocasión de actuar como avaros, pero preferimos siempre ser generosos.
Nos podemos denominar baal midat harajamim -poseedor de la conducta de la clemencia o la compasión-, cuando podemos actuar como violentos o ruines, pero preferimos actuar siempre con benevolencia.
Nos podemos denominar baal midat haemuná -poseedor de la conducta de la creencia firme-, cuando dudamos y cuestionamos al Eterno, pero preferimos aceptar siempre Su perfecta Sabiduría.
Volvamos al versículo que mencionamos al principio, por favor.
Simbólicamente en este verso, Egipto representa todas las opresiones que recaen sobre nosotros como una esclavitud pesada (penurias, adicciones, agravios, etc.)3.
Egipto es lo que nos limita nuestra estatura espiritual, por medio de estrechar nuestro plano material.
Por tanto, Egipto es el polo opuesto a ser un baal midot tovot.
Esto significa que trabajando sobre nuestra conducta llegamos a dominar a "Egipto", para finalmente librarnos de él.
¿De qué manera?
Pues, como el Eterno nos dice en el versículo citado: Él nos libera de toda opresión de Egipto.
Tengamos en cuenta algo fudamental.
No podemos esperar que el Eterno obre milagros a cada rato, que libere a todos y cada uno de nosotros de todos nuestros problemas.
Si Él nos ha brindado maneras (instrumentos u oportunidades) para resolver las cosas, no es lícito esperar a que acontezca un milagro.
Por ejemplo, no es correcto quedarme en casa con los brazos cruzados esperando que me llueva maná del cielo.
¿Por qué no, si Él así alimentó a los israelitas en el desierto?
Pues, no es correcto porque Él me dio capacidad para trabajar, hizo que el mundo funcione de tal manera que haya alimentos para sembrar, cosechar y procesar.
Por lo tanto, Él no me alimentará milagrosamente habiendo otras opciones posibles que Él ya ha brindado.
Entonces, esto quiere decir que el Eterno nos ha dado alguna herramienta poderosa como para vencer la angustia, la adicción, la penuria que pesa en el ánimo.
¿Cuál podrá ser esa herramienta?
Maimónides nos enseña que para alcanzar a ser un baal midot tovot debemos seguir "los caminos del Eterno", de acuerdo al precepto en Devarim / Deuteronomio 28:94 y a lo expuesto en el Talmud (TB Shabbat 133b):
"Así como el Eterno es compasivo, tú debes actuar compasivamente. Así como Él es descrito como misericordioso, tú debes actuar misericordiosamente. Así como Él es santo, tú debes actuar con santidad. Es en esta línea que los profetas Lo describen en términos de rasgos de carácter: lento para el enojo, abundante en bondades, recto, íntegro, poderoso, fuerte, etc.; para enseñarnos cuales son los rasgos positivos de conducta que la persona debe comportarse de acuerdo a ellos. De esta manera la persona se asemeja al Eterno, de acuerdo a nuestras humanas limitaciones."
(Mishné Torá, Hiljot Deot 1:6; recomiendo leer todo el capítulo para más detalles).
¡Qué se entienda bien!
No demostramos nuestro amor y servicio al Eterno con sentimientos o pensamientos fugaces, aunque sean excelentes y de extrema pureza, sino con acciones concretas que emulan los actos caritativos y de justicia del Eterno.
¡Qué se entienda bien!
No nos libraremos de nuestras angustias y depresiones (de origen espiritual o reactivo) por medio del llanto, la desesperación o el solo clamor al Eterno. Es importante rezar, es valioso llorar cuando se está de duelo, pero eso debe ir acompañado por la conducta constructiva que Él nos demanda de cada situación.
¿Cómo sabemos que una conducta realmente es de emulación del Eterno y no un invento nuestro o de otra persona?
Pues, hay dos métodos infalibles:
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estudiando correctamente la Torá, para conocer y reconocer lo que cuadra a su ambiente; y
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cumpliendo lo más acabadamente posible con los mandamientos que Él nos ha dado.
Si hacemos así, nuestra esencia espiritual inalterable, nuestro Yo Auténtico, podrá emerger de detrás de todas las máscaras y obstáculos que le vamos poniendo encima. Acercaremos nuestra forma de ser, nuestro Yo Vivido, a lo que es nuestro Yo Auténtico, y de esa manera estaremos viviendo en verdad y no meramente pasando por el mundo5.
Así pues, un baal midot tovot es alguien que está educando su conducta para que esté en armonía con su esencia espiritual: para que su Yo Vivido sea una dichosa representación del Yo Auténtico6.
La persona que está abocada a perfeccionar sus midot, debe tener gran cautela con un aspecto negativo. Es común que en cierto momento pueda llegar a creer que si no siente algo "especial", algo así como un sentimiento de cercanía extraordinaria al Eterno o un estremecimiento de plenitud piadosa, entonces su vida es insignificante, o algo está haciendo mal.
Es habitual escuchar, o pensar, comentarios como: "Si estoy haciendo está bondad, ¿cómo puede ser que no encuentre sentido profundo a mi vida? O, ¿cómo puede ser que no me agradezcan por mi entrega? O, ¿por qué no tengo una revelación de la divina Presencia?"
Esta sensación de falta, es otra midá sobre la que hay que trabajar: la humildad7.
Otro riesgo es el de querer ser tan mesurado que se termina siendo des-mesurado.
Por una búsqueda del control, se llega al descontrol.
Por un deseo de seguridad, se llega a la muerte en vida.
Lo explicaré con las palabras de Maimónides:
"No debe decir el hombre: ‘Puesto que la envidia y la ambición y la codicia son malas consejeras y arruinan al hombre, me apartaré al otro extremo y me abstendré de todo: no comeré carne ni tomaré vino, no tomaré mujer ni viviré en una casa confortable, no usaré lindos trajes sino una bolsa de arpillera; me mortificaré como los sacerdotes idólatras’.
También esa es una conducta equivocada que de se debe imitar"
(Mishné Torá, Hiljot Deot 3:1).
Ahora bien, pongamos un ejemplo práctico, bastante frecuente por cierto, para ver las maneras de aprender a dominar la conducta.
Si alguien lo insulta, ¿cuáles son las posibles reacciones?
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Devolver el insulto con un golpe o ataque físico.
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Devolver el insulto con otro insulto.
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Quedar resentido y/o marcado emocionalmente.
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Molestar a una tercera persona, que representa una menor amenaza, para descargar el malhumor con ella.
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Buscar alguna manera para vengarse del que ha insultado.
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Perjudicar socialmente al que ha insultado.
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Razonar acerca del acontecimiento y quedarse detenido en este razonamiento durante bastante tiempo. Y hasta llegar a creer que el insulto es cierto.
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Encontrar excusas para negar los sentimientos provocados por el insulto.
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Encontrar excusas para la conducta insolente del que ha insultado.
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Dejar pasar la insolencia por reconocer la futilidad de prestar atención a algo tan banal e inútil.
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Hacer lo que es justo y misericordioso: para sí mismo y para el prójimo.
¿Cuál de todas estas opciones es la que emula las acciones del Eterno?
Dejo que usted brinde la respuesta…
¡Les deseo a usted y los suyos que pasen un Shabbat Shalom UMevoraj!
¡Cuídense y gocen de lo permitido para qué sepamos construir shalom!
Moré Yehuda Ribco
Notas:
1– Advierta como la voz castellana "medida" parece derivar de la hebrea "midá". Es que como sabemos, el hebreo es la lengua originaria del mundo.
2– Al respecto ver Rambam, introducción a la Mishná, párrafo "hine nitbarer".
3- Egipto en hebreo es Mitzraim, que se asocia lingüísticamente con "Tzar", que es "angostura", "angustia", "opresión" o "estrechez".
4- Precepto 611 en la lista del Jinuj.
5– Recordemos que cuenta más distancia, más desfasaje entre el Yo Vivido y el Yo Auténtico, mayor sentimiento de depresión, de falta de sentido, de vacuidad.
6- Creo que queda claro que hasta el último día uno debe trabajar por perfeccionar sus midot, aunque ya haya logrado la maestría en alguna, debe esforzarse en aquellas que no ha rectificado, o debe trabajar en mantener y fortalecer las que ya ha rectificado. En palabras de Hillel en la Mishná: "no creas en ti mismo hasta el día de tu muerte" (Avot 2:4).
7- "Nadie puede cambiar su modo de vida de la noche a la mañana", Maimónides, Guía de los Descarriados 3:32.