En CTerapia aplicamos una técnica que suele reportar enormes beneficios y bendiciones a la persona que la ejercita con mucho amor y severidad.
Al menos durante 14 días seguidos se debe ejercitar, sin excusas, sin recreos.
Se práctica a la mañana, antes de comenzar el trajín diario y se repite por la noche, momentos antes de retirarse a descansar.
Básicamente en ambas ocasiones se procede de similar manera, se repiten las mismas palabras que expondremos más adelante, pero se debe establecer una diferencia fundamental.
El sentido del ejercicio a la mañana debiera ser el de hacer llegar las palabras, el ruego, ante el Trono celestial, con esperanza y confianza de que ninguna de las palabras caerá ni se perderá.
En tanto que el sentido del ejercicio por la noche debiera ser el de evaluar el efecto e influjo que esta técnica esta produciendo en la vida personal.
He aquí la técnica.
Procura estar en una habitación silenciosa, tenuemente iluminada. De no ser posible, encuentra el lugar que sea más cómodo para no ser estorbado.
Mantente sentado, espalda recta, brazos flojos, con las manos juntas a la altura del pecho, los pies suave pero firmemente apoyados en el piso. En la medida de lo posible permanece descalzo.
Trata de que tu posición sea cómoda y relajada.
Cierra los ojos suavemente.
Respira con tranquilidad, hasta que sientas que tu respiración es rítmica y pausada.
Di entonces estas palabras (de memoria o leyendo):
“Ribono shel olam – Amo del universo.
Y Noaj halló gracia a ojos del Todopoderoso“
Repite esta breve frase entre 20 y 30 veces.
Con voz que sea audible por ti, pero no más fuerte.
Luego di:
“Sé que soy tu hijo (hija) y tengo una misión que cumplir,
por esto,
a Ti Te agradezco y a Ti Te pido:
que me des confianza,
que me des perspicacia,
que me des inteligencia,
que me des ánimo misericordioso,
que me des ánimo justiciero,
que me des serenidad y determinación,
que me des capacidad para expresarme auténticamente,
que me des capacidad para comprender al prójimo,
que me des dominio,
que me des habilidad para ser productivo y de bendición“
Repite este fragmento tres veces, con voz apenas audible por ti, con firmeza y humildad, recordando que el Eterno es el Rey y Padre, y nosotros los siervos e hijos.
Luego debes agradecer con tus propias palabras por 3 o 4 cosas que tú reconoces que tienes y que supones que son valiosas (recuerda los bienes no solamente materiales, y que frecuentemente pasamos por alo: la vida, la vista, el habla, la familia, etc.).
Finalmente di:
“Tu prometiste y cumples: ‘Yo les traeré medicina y sanidad. Yo los sanaré y les revelaré tiempos de paz y de verdad.’
Te alabo Eterno de los Ejércitos, porque eres bueno; porque para siempre es Tu misericordia.”
Repite unas 10 veces este párrafo.
Al menos una vez por día debes efectuar actos de bondad desinteresada para con el prójimo. Puede ser caridad, actos de justicia social, una mirada bondadosa, una palabra de fortaleza, un gesto agradable, etc.
Shalom…que la dulsura de la miel siempre sea el alimento de la caridad con la que escribes tus palabras Li. Yehuda ribco, eres luz y eres arbol, estoy seguro a continuar siendo esa acacia y ese olivo para los que nos guias por ser descarriados, no dejes de amar a nuestra Torah, y ver a Hashem con un solo ojo::el de tu corazon…siempre