El Shabat, el día de abstención de melajá (tareas que muestran el dominio del humano sobre la naturaleza de forma artificial) semanal en el judaísmo, plantea desafíos únicos en la relación laboral entre empleadores judíos y empleados domésticos, especialmente cuando se trata de realizar tareas prohibidas (melajot) durante este día sagrado. Este post explora algunas de las implicancias halájicas relacionadas con este tema y ofrece orientación basada en fuentes rabínicas tradicionales. Tomamos como base el Shulján Aruj, Oraj Jaim 307:2 en adelante.
Pero, toma en cuenta que hay muchas costumbres que judíos observantes realizan, que quizás no están dentro del cánon de la halajá, y han de ser consideradas en su contexto.
1. Principios Generales de Shabat y Trabajo
La Torá ordena en Shemot/Éxodo 20:10: «No harás en él obra alguna, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva». Esto implica que los empleadores judíos tienen la responsabilidad no solo de abstenerse de realizar melajot en Shabat, sino también de garantizar que quienes trabajan para ellos no las realicen.
2. Empleado Judío
- Obligación de Shabat: Las personas empleadas judías están obligadas a observar Shabat de acuerdo con la halajá y no pueden realizar melajot, ni para ellas ni para sus empleadores.
- Responsabilidad del Empleador: Contratar o permitir que un empleado judío trabaje en Shabat constituye una transgresión, ya que el empleador está obligado a facilitar el descanso de sus empleados en este día.
- Solución: Organizar horarios para que la persona empleada judía no trabaje desde el inicio hasta la conclusión de Shabat.
3. Empleado No Judío
La relación con personas empleadas no judías en Shabat requiere considerar las leyes de amirá le’akum (prohibición de pedir a un no judío realizar melajot). Esto se aplica tanto si la instrucción es directa como indirecta.
Es importante destacar que existen diferentes niveles de prohibición dentro de amira le’akum. Algunas acciones son prohibidas por la Torá, mientras que otras son prohibidas rabínicamente. Esta distinción afecta la severidad de la transgresión y las posibles soluciones halájicas.
Reglas Principales:
- Prohibición de instrucciones explícitas o implícitas:
- No se puede pedir a una persona empleada no judía que realice tareas prohibidas (para el judío) durante Shabat para beneficio del empleador judío, incluso si la instrucción se da antes de Shabat.
- Trabajo autónomo:
- Si la empleada realiza tareas permitidas (barrer dentro de la casa, tender la cama, por ejemplo) o decide por iniciativa propia realizar trabajos prohibidos (cocinar, planchar, lavar la ropa, etc.), y estos no benefician directamente al empleador, está permitido.
- Beneficio directo prohibido:
- Si las tareas benefician directamente al empleador judío (por ejemplo, cocinar o encender luces), están prohibidas, incluso si no se pidió explícitamente.
4. Contratos y Pago
- Contrato General (Kablanut): Si la persona empleada trabaja bajo un contrato general para completar tareas en un tiempo determinado, puede decidir trabajar en Shabat, siempre que no sea evidente que lo hace en beneficio del judío ni en su propiedad.
- Pago por Día (Po’el): Contratar a alguien por día y permitir que trabaje en Shabat para el beneficio directo del empleador judío está prohibido, ya que parece que fue instruido a trabajar ese día.
5. Trabajo en la Propiedad Judía
Si la persona empleada realiza trabajos en la casa o propiedad del judío en Shabat, la situación es más estricta. Incluso si las tareas son realizadas por iniciativa propia, puede generar marit ayin (la apariencia de transgresión), lo cual está prohibido.
Ejemplos:
- Limpieza: Tareas simples como barrer o lavar platos pueden estar permitidas si no implican melajot (por ejemplo, exprimir trapos está prohibido).
- Cocina: Cocinar para el empleador está estrictamente prohibido en Shabat. Rebanar, pelar, mezclar, etc., algunas de estas tareas están prohibidas para hacerlas de determinada manera también para el judío en Shabat, por lo cual, hay que ver qué es una restricción severa y qué una restricción de segundo orden. Pero como esto es muy complejo para este post, que cada empleador judío lo consulte con su rabino.
6. Estrategias Preventivas
Para evitar transgresiones, el empleador judío debería:
- Establecer límites claros:
- Antes de Shabat, explicar las tareas que pueden y no pueden realizarse.
- Preparar con anticipación:
- Usar timers para luces y electrodomésticos.
- Contratos detallados:
- Incluir cláusulas sobre la no realización de melajot en Shabat.
7. Casos Especiales: Empleados Contratados Durante la Semana
Cuando un empleado contratado durante la semana realiza tareas habituales que incluyen las que son consideradas melajot en Shabat, la halajá establece lo siguiente:
- Sin instrucción explícita: Si el empleador no instruye específicamente trabajar en Shabat y el trabajo no es visible ni para beneficio inmediato del empleador, podría permitirse.
- En propiedad del judío: Si el trabajo se realiza en su casa o negocio, está prohibido debido a marit ayin.
- Autonomía total: El empleado debe tener libertad para decidir cuándo realizar el trabajo, sin indicaciones del empleador relacionadas con Shabat.
El rabino Simja Bunim Cohen (La Santidad de Shabat p. 91, n. 12) cita a Rav Moshe Feinstein dictaminando que la cuestión de tener un contratista no judío trabajando en el hogar del judío se aplica sólo a actividades irregulares, ya que parece como si uno ordenó al no judío realizar esas actividades en Shabat. Sin embargo, no hay preocupación de que un judío haya ordenado a un no judío realizar actividades que forman parte de su rutina diaria. Rav Hershel Schachter (comunicación oral) encuentra esta indulgencia difícil de aceptar.
8. Dimensiones Éticas y Espirituales
El Shabat es un día especialmente diseñado para el aprecio del Creador y Su obra, diseñado para aliviar tanto a judíos como a quienes trabajan para ellos. Asegurar que todos, incluso las empleadas no judías, experimenten este espíritu de descanso refuerza la santidad del día y genera un impacto positivo en el entorno laboral.
Conclusión
La observancia del Shabat en el contexto laboral requiere equilibrar la santidad del día con el respeto a los derechos laborales y las responsabilidades del empleador. Consultar con una autoridad rabínica es crucial para manejar casos específicos y garantizar que se cumpla la halajá. Actuar con integridad en estas situaciones no solo refuerza los principios espirituales, sino que también contribuye a la armonía y el respeto mutuo en el hogar. Por ello, ser sensible a las necesidades y costumbres del empleado no judío es esencial, mientras se mantiene la observancia de Shabat. Una comunicación clara y respetuosa puede prevenir malentendidos y fomentar una relación laboral positiva.
Recuerda consultar CON TU RABINO LOCAL de manera personal para conocer con más precisión y detalle.
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