Yom Kipur, el Día de la Expiación, tiene su origen en la Torá, específicamente en el libro de Vaikrá (Levítico 16:29-34), donde se establece como un día sagrado de ayuno y arrepentimiento. En este día, el Sumo Sacerdote hacía expiación por el pueblo de Israel, purificando al Templo y a la comunidad de sus pecados.
Fue marcado como un día especial pues, descendió Moshé del monte Sinaí con las segundas Tablas del Pacto, en reemplazo de las primeras que él había roto, además venía con el perdón otorgado ese día por Dios al pueblo judío, a causa del pecado del becerro dorado.
Por tanto, es un día enclavado en el corazón del pueblo judío, de regocijo, reconciliación y reflexión.
Hoy, aunque no tenemos el Beit HaMikdash, Yom Kipur sigue siendo el momento más sagrado del calendario judío. Es el día en el que, según la tradición, se sellan nuestros destinos (que igualmente a diario tenemos el poder dado por Dios para variarlo). Pero no es solo un día de ayuno; es una oportunidad única para la introspección, el arrepentimiento y la reconexión con nosotros mismos, con los demás y con Dios. En un mundo que constantemente nos distrae, Yom Kipur nos invita a detenernos, reflexionar sobre nuestras acciones y comprometernos con una vida de mayor propósito y rectitud.
Celebrar Yom Kipur hoy significa reconocer que, a pesar de los desafíos modernos, nuestra necesidad de perdón, renovación y crecimiento espiritual sigue siendo tan vital como lo fue para nuestros ancestros.
Comparte este mensaje con tus allegados y anímalos a reflexionar sobre estos importantes temas. Involúcrate en iniciativas que promuevan la construcción de Shalom.
Sigue participan de este sitio sagrado, serjudio.com, y de nuestro canal https://www.youtube.com/@YehudaRibco.
https://youtube.com/yehudaribco