Cuando las sefirot personales están en balance, ejerciendo su función correctamente, energizadas, en armonía consigo mismas y entre ellas, podemos decir que la persona goza de salud.
No es cuestión de mística, creencias supersticiosas, hocus pocus, o similares, sencillamente estar en equilibrio dinámico es uno de los sinónimos de salud. Como vimos en varias oportunidades, cada uno de los cinco planos del ser humano en sí y entre ellos, porque cuando se trastorna el equilibrio de uno, necesariamente el sistema completo está descolocado, es decir, enfermo.
El EGO, Ietzer haRá o como prefieras denominarlo, emplea sus recursos limitados para dejarnos en impotencia. Una de las estrategias es provocar un exceso en algunas de nuestras esferas de manifestación de la personalidad.
Veremos rápidamente algunas de estas exageraciones y el estado morboso que pueden provocar, (como comprenderás, al ser un veloz repaso obviamente no compartiremos más que un granito de arena de una gran playa).
- Sumar reglas que limitan a la persona, a la sociedad, como por ejemplo las llamadas jumrot, y que generan un ánimo excesivamente temeroso del castigo, concentrado abusivamente de la opinión de hombres, o ansioso por complacer a un líder religioso determinado o una cúpula o camarilla eclesial.
Es cuando se exagera en el plano espiritual, subvirtiéndolo para transformarlo en mera religión, la cual es falsa espiritualidad, un producto del EGO.
La corona de LUZ pasa a ser un casquete de payaso o un bonete de inquisidor o uno de torturado por la religión opresiva. - Sumergirse en el estudio sin ser capaz de cultivar otros planos de existencia, manifestando una ausencia en el resto de lo que conforma al ser humano.
Es apariencia de intensidad intelectual, es miedo camuflado como de sed de aprender en libros y de repetir palabras de otros, a los que se reverencia como sabios, lo sean o no.
Entonces, la persona se enclaustra en su torre de marfil, detrás de sus hojas, a memorizar, a repetir lemas, a enajenar su pensamiento para permanecer absorto, sin real presencia.
Lo que pudiera ser conocimiento empleado para el bienestar, es solamente una pesada cadena de ideas, palabras, rumiaciones y rumores. No se produce, no se cultiva, no se elabora, no se avanza, no se experimenta, para amurallarse tras supuesta sabiduría. Quizás lo fuera, en su justa medida. - El ojo crítico se emplea para agredir, como lacerante punzón, que atraviesa sin piedad y sin respeto.
La pregunta no se utiliza para provocar el pensamiento ni permitir aflorar la verdad, sino como instrumento de sometimiento, para la burla, para silenciar la oposición.
La agudeza destructiva, que encuentra hasta pequeños resquicios para introducirse y ejercer presión hasta quebrar la oposición, así somete a sentimiento de impotencia para que reine el EGO.
- ¿Cómo puede usarse el ingenio, la creatividad, para embotar a la persona, para dejarlo en estado de impotencia?
Tal vez, ¿generando dudas obsesivamente? ¿Inventando mil excusas para no realizar lo necesario? ¿Ideando planes que seguramente terminarán en sufrimiento? ¿Usando de la propia capacidad intelectual para abusar del que quizás está menos favorecido?
Sí, hasta el humor y la genialidad en las manos del EGO sirven para atormentar a quien lo posee y a quien es víctima. - Cuando uno se excede en favores a otros, puede terminar vaciándose, agotándose, cansándose, para dejar de lado el bien y pasarse a la queja, la reprimenda, la desazón, la envidia, el agotamiento, la depresión.
Pero, también está el factor que oprime al otro, porque de tanta generosidad mal aplicada, se apabulla al receptor, no se le deja crecer por sí mismo, no se le posibilita que madure y fortalezca, se le somete a la vergüenza de ser un perpetuo receptor y no un socio activo de la creación.
Sí, sin dudas, la bondad fuera de cauce es como la lluvia torrencial que ya no es portadora de bendiciones sino que lleva a inundaciones, pérdida de cosechas, amargura por doquier. - El afán obsesivo por la justicia puede llevar a la dureza, a la falta de misericordia, a tener siempre un motivo para castigar sin aliviar en nada la soga alrededor del cuello del pecador.
Al no existir la perfección, la estricta y severa justicia no pierde oportunidad para manifestar su juicio y ejecutar su sentencia. - Al pretender la igualdad en extremo, se deja de ver las naturales y normales diferencias de cada uno. El igualar con rasero no sirve para repartir con equidad, sino para diluir los recursos de manera ineficiente y preservar en la injusticia.
También, a veces es necesario que la persona disfrute de su soledad, sin tener que estar pendiente de compartir su tiempo con otros. Todos juntos todo el tiempo no es saludable, tal como solo todo el tiempo tampoco lo es. - De tanto querer controlar, uno puede pretender controlar lo que no se puede ni debe controlar, lo que termina en derrota, dolor, impotencia.
También, al mantenerse inamovible en sus principios de manera excesiva, no es sinónimo de firmeza noble, sino de mera terquedad e incapacidad de flexibilidad. - Cuando se confunde el concepto de humildad y se lo lleva a un extremo de total aceptación de todo, se termina por admitir lo inadmisible, lo que lleva a ser cruel con el inocente y permisivo con el culpable.
La humildad no significa comportarse como un saco de boxeo, ni se debe aceptar el maltrato como “un regalo del cielo”, pues ese exceso de receptividad es otra estrategia de EGO para mantener a la persona bajo su primado. - El exceso de optimismo es mantenerse en un mundo de fantasías, de falsa fuerza mística, de supuestos universos orquestados para satisfacer al soñador.
- Dedicarse a la acción sin sopesarla, sin balancearla, sin tomarse un tiempo para el descanso, ¿es saludable?
¿Te reconoces en alguna de las imágenes que he bosquejado?
¿Tienes algunas sefirot para perfeccionar por estar excedido en ellas?
¿Qué te queda pendiente para disfrutar de la bendición que constantemente cae del cielo para ti?
¿Puedes compartir algún otro ejemplo de excesos de cosas positivas que por ello se convierten en antagónicos a la salud?
El primer punto me acuerda de la polémica que se armó por que el cantante Matisyahu se quitó la barba, el dijo en respuesta que lo hizo por que la barba se le estaba convirtiendo en un ídolo. Yo me acordé del dicho más vale un judío sin barba que una barba sin judío.
no creo q el problema con el joven cantante sea la barba…
Seguramente Moré, pero como sea me recordó el hecho de que muchos quieren asumir jumrot que ni saben que implican ni en que consisten; se lo comento como ejemplo: entre muchas personas que conozco que han hecho la conversión hay quienes consideran que son más judíos por el hecho de vestirse de una manera específica y a veces olvidan elementos mucho más importantes de la halajá y del mussar, y descalifican a otros por que no se comportan como ellos, y en cierta manera los entiendo, ya que proviniendo de un origen no judío hay que reforzar a un más,… Read more »
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