¡Shabat Shalom!
Esta semana leemos la Parashá Sheminí, que significa «octavo». ¿Octavo de qué? ¡Pues del octavo día después de siete días muy importantes! Imagínate, fue como la gran inauguración. Después de un montón de trabajo construyendo el Mishkán (ese lugar sagrado portátil), ¡finalmente estaba listo para usarse! Aarón y sus hijos, que serían los encargados de servir allí, tuvieron una semana de preparación, ¡y este octavo día era EL DÍA! La Torá nos cuenta que ofrecieron sacrificios y, ¡entonces!, la gloria de Dios apareció y un fuego bajó del cielo para consumir las ofrendas. ¡La gente estaba emocionada y feliz!
Pero justo en medio de tanta alegría, algo inesperado y triste sucedió. Los dos hijos mayores de Aarón, Nadav y Avihú, ofrecieron un tipo de «fuego extraño» que Dios no les había pedido, y tristemente, fallecieron allí mismo. Es un momento trágico, fuerte en la Torá y nos deja pensando mucho.
La parashá continúa con las leyes de Kashrut, sobre qué animales podemos comer y cuáles no. A primera vista, esto podría parecer un cambio de tema total, pero si nos fijamos bien, ¡todo está conectado!
Lecciones para Nuestra Vida Hoy
Sheminí, a pesar de los momentos difíciles que describe, nos deja enseñanzas poderosas para nuestro día a día:
- La Importancia de la Seriedad y el Respeto: Lo que les pasó a Nadav y Avihú nos recuerda que hay momentos en la vida que requieren toda nuestra atención y respeto, especialmente cuando se trata de cosas sagradas o de gran importancia. No es para asustarnos, ¡para nada!, es más bien un recordatorio de dar lo mejor de nosotros y ser conscientes de nuestras acciones.
- Aprender de los Errores (Nuestros y de Otros): Aunque es doloroso, la Torá no esconde lo que pasó. Esto nos enseña que es vital reflexionar sobre los errores, entender qué falló y cómo podemos hacerlo mejor la próxima vez. ¡Todos nos equivocamos, lo importante es aprender y crecer!
- Vivir con Conexión: Más Allá de lo Obvio: Las leyes de Kashrut no son solo reglas sobre comida. Nos invitan a pensar en la santidad de nuestras vidas, a través de cuidarnos con lo que consume nuestro cuerpo, pero también nuestra mente y corazón. Nos enseñan a ser conscientes de nuestras elecciones y a elevar hasta los actos más cotidianos, como comer, a un nivel de Kedushá (santidad). Nos ayudan a diferenciar, a elegir lo que nos acerca a quienes queremos ser y a lo que valoramos.
- La Fuerza del Silencio y la Aceptación: Vemos la reacción de Aarón ante la tragedia de sus hijos: guardó silencio. A veces, en los momentos más difíciles, no hay palabras. Hay una fuerza inmensa en la capacidad de aceptar, aunque duela un montón, y encontrar la manera de seguir adelante confiando.
Preguntas para Reflexionar (¡y Debatir!)
Aquí te dejo un par de preguntas para que pienses por tu cuenta, o mejor aún, ¡para que las converses con tus amigos o familia!
- La alegría de la inauguración y luego la tristeza por la pérdida… la vida a veces es así, una mezcla de momentos. ¿Cómo podemos encontrar un equilibrio y mantener la confianza o la calma cuando las cosas se ponen difíciles de repente?
- Pensando en las leyes de Kashrut como algo más allá de la comida, ¿hay algo en tu vida (lo que ves, lo que escuchas, con lo que te divierte) que sientes que podrías elegir con más cuidado para sentirte mejor contigo mismo y estar más conectado con tus valores?
- Aarón se quedó en silencio en un momento de inmenso dolor. ¿Cuándo crees que el silencio es la mejor respuesta y cuándo es importante hablar y expresar lo que sentimos?
Espero que esta mirada a Sheminí te dé mucho para pensar y para compartir. ¡Que tengamos todos un Shabat lleno de paz y aprendizaje!
Comparte este mensaje con tus allegados y anímalos a reflexionar sobre estos importantes temas. Involúcrate en iniciativas que promuevan la construcción de Shalom.
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